Sesenta y tres

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Taehyung había pasado una noche realmente mala, los medicamentos habían tardado en hacer efecto y estuvo al menos dos horas entre la habitación y el baño, por suerte la fiebre comenzó a bajar y me hablaba de vez en cuando, yo solo lo cuidaba y acompañaba. Nunca tuve instintos protectores con nadie, y me consideraba una muy mala compañía en momentos emocionales o de enfermedad, prefería alejarme y no ser una incomodidad, pero allí estaba, humedeciendo la frente de mi omega con mucho cuidado.

Ya era de noche, probablemente pasadas las 3 de la mañana, yo estaba acostado al lado de Taehyung mientras él se acurrucaba con su almohada mientras dejaba de vez en cuando escapar un estornudo o tos para luego soltar pequeños quejidos de incomodad, los que debo reconocer me causaban una absurda ternura.

Desperté a las 7 de la mañana, estaba cansado pero no tenía mucho tiempo para estar acostado haciendo nada; me puse de pie y le envié un mensaje a Jihyo avisándole que no iría a trabajar ese día. Bajé las escaleras y sentí ese horrible olor nuevamente, el sillón estaba impregnado del aroma de ese alfa, intenté tranquilizarme no debía pensar en eso, había cosas más importantes, luego podría hablar con tranquilidad con mi omega.

Abrí las ventanas esperando que el aire se limpiara, y junto a la mesita para el café vi la planta que Taehyung había traído cuando se mudó, la recordaba pequeña pero frondosa, su follaje era hermoso y verde, ahora me costaba reconocerla, prácticamente todas sus hojas estaban caídas, y sentí un poco de tristeza, de seguro mi omega estaba triste por el estado de ella ya que realmente la cuidaba y mimaba mucho.

- Debes mejorarte para que Taehyung esté feliz – susurré a la planta, sintiéndome un poco tonto al estar hablando con una maceta.

Tomé una botella de desinfectante y comencé a limpiar el sillón, realmente quería deshacerme de ese asqueroso aroma; la ropa de mi omega estaba en la lavadora y tras ordenar un poco revisé la hora, ya eran las 8 de la mañana y debía darle su medicina, así que comencé a preparar el desayuno.

Un poco de arroz blanco, sopa de pollo y papas, acompañado de algunas verduras hervidas sería el menú del día, no era lo más delicioso del mundo, pero recuerdo que eso me daba mi madre cuando era pequeño y pillaba una gripe. Puse todo en una bandeja y con cuidado subí la escalera, encontrándome con Taehyung medio despierto mirando hacia el ventanal.

- Buenos días bonito ¿Cómo te sientes? – pregunté mientras dejaba la bandeja sobre el velador.

- Me siento terrible Yoonie, hace mucho que no me enfermaba así – dijo con una mueca incómoda. – Pero estoy un poco mejor que ayer, gracias por cuidarme. ¿Me has preparado desayuno?

- Claro que sí, siéntate para poder poner la bandeja, preparé algo simple, pero te ayudará a recuperar fuerzas. – Acomodé la comida cerca de él y le entregué su bol de arroz.

Comimos tranquilamente acompañados de música de fondo, él no pudo comer todo, pero al menos había probado bocado y con eso me conformaba, le di sus medicamentos y me dio un pequeño beso en los labios antes de volver a hundirse dentro de la ropa de cama.

- ¿Cómo está tu lobo?

- Aún está dormido, pero se ha movido un poquito. Me siento realmente mal por él Yoonie, nunca pensé que se enfermaría por mi culpa. – Respondió con lamento.

- No te sientas mal, al menos pudimos evitar algo peor, y el doctor Choi ya nos dio los pasos a seguir para que estés bien nuevamente. – Por mi cabeza pasaban miles de preguntas, quería saber lo que le pasaba, que me contara cada una de las cosas que lo llevaron a tomar tal decisión.

- ¿Estás desilusionado de mí, alfa? – Dijo rompiendo mis pensamientos.

- ¿Por qué lo dices?

- Hice algo estúpido, yo... Yo estuve muy estresado los últimos días desde la visita de tu madre, tengo miedo, volver a Daegu me da miedo, no porque debo dejar mi vida aquí, si no porque allí me voy a encontrar con muchas cosas que quiero olvidar.

No podía obligarlo a ir conmigo, lo que menos quería en el mundo era hacerle daño, no podía cargarlo con mis obligaciones... No era correcto.

- Pe-pero aclararé mi mente y haré las cosas bien, no te preocupes. – Dijo con una sonrisa forzada.

- Taehyung... Quédate en Seoul. – Solté con dolor.

- ¿Qué? – se incorporó mirándome preocupado – no, no, no... Yoonie, yo estoy bien, de verdad, sólo estuve confundido pero no es que no quiera ir contigo.

- Eso lo entiendo, confío en ti, pero no puedo obligarte a ir, no puedo hacer algo que te haga daño... Eres mi novio y sé que las cosas allá serán complicadas, mi madre estará sobre mí todo el día, y el trabajo allí es demandante, no quiero que estés solo alejado de tus amigos, encerrado en una casa... No puedo hacerte esto.

- Yoonie...

- Además, el doctor Choi quiere que mantengas el tratamiento, prefiero que estés cerca de él... Que te preocupes por ti... Yo... Yo prometo solucionar esto pronto y volver, no quiero quedarme allá para siempre... No es mi plan. Nos visitaremos, no estamos tan lejos después de todo, sólo... Sólo debemos acomodarnos a esta situación durante algunos meses....

Vi su mirada triste y me dolía el alma, pero era lo mejor; Taehyung tenía que estar bien, si tan solo la idea de regresar a Daegu lo había descompensado, entonces... Entonces no había otra opción más que separarnos.

- No alfa, no me quedaré aquí solo. – Dijo con voz tajante, su ceño estaba fruncido mientras me miraba fijamente. – Hay cosas que no te he contado, partes de mi vida que me duele recordar, que van mucho más allá de lo que sucedió con Jungkook, eso... Eso es solo una parte de mí, pero no es todo... Daegu para mí no es algo bonito, los últimos años que viví allí fueron extraños, y cada mes que pasaba se hacía peor... Yo no me junté con la gente correcta... Después de lo sucedido con Jungkook me di cuenta que no tenía más amigos, no tenía a nadie cerca de mí y estaba avergonzado por como todos en la escuela me miraban, ellos se reían de mí, sabían que era un omega estúpido que fue abandonado a la primera de cambio de su pareja, y los veía siempre, a Jennie y a Jungkook, a sus amigos, a todos, y eso me hizo perder la razón... Hice cosas estúpidas de las que me arrepiento y cuando me sofocaron decidí huir, y comencé una nueva vida acá, lejos de ellos y de mi familia, lejos de la gente que sabía de mí, así pude reconstruirme e iniciar de nuevo... Sé que las probabilidades de encontrarme con mi pasado son altas si regreso, pero ya no soy un adolescente y ya... Ya no estoy solo, te tengo a ti Yoongi hyung, y a mis amigos... Así que te seguiré, no me voy a acobardar por el pasado.

Lo miré fijamente sin desviar la mirada, él era un omega particular, muchas veces me lo había mostrado; tenía una actitud perseverante que me encantaba, realmente me sentí mal al subestimar su estado, al pensar que para cuidarlo debía alejarlo de todo mal, como si fuese una muñeca delicada y sin iniciativa propia, Taehyung no era así, y debería metérmelo en la cabeza de una vez.

No hablamos más del tema, yo le hice entender que me había quedado clara su postura, y me acosté a su lado para mimarlo mientras aún seguía enfermo. Tenía algunas preguntas, quizás ahora más que antes tras lo que había dicho, pero no era realmente el momento de ponerme a indagar en su vida, así como yo una vez fui sincero con él, tenía que esperar que esa instancia naciera sola, y estaba completamente dispuesto a esperar lo que fuera necesario.

Taehyung estaba a mi lado, él seguía aquí pese a mis miedos, y aunque mi lobo exigía saber sobre Jungkook, yo no quería preguntar, sentía que no debía hacerlo, no al menos con mi omega, con él sería cuidadoso, pero con ese niño... Ese niño no escaparía de mí tan fácilmente, su descaro había superado todo lo tolerable, él estaba consciente de que Taehyung era mi novio, su actuar solo responde al descaro de un alfa estúpido que busca marcar a un omega comprometido.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora