Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Setenta y cinco

¿Hace cuánto no salía de su departamento? Realmente no lo recordaba con claridad. Quizás días, semanas o meses, no lo sabía, pero tampoco le importaba. Hoy se sentía ilusionado; Jungkook lo había llamado hace algunas horas para decirle que fueran a cenar juntos. Realmente le había pedido una cita y no sabía cómo sentirse al respecto.

Jimin se miró frente al espejo por primera vez después de mucho tiempo, y estaba bastante desaliñado, antes no le había importado presentarse así frente al alfa, pero hoy quería lucir bien, así que se dio un baño y lavó su cabello, para después secarlo cuidadosamente y proceder a maquillarse; optó por algo suave y natural, no quería ser tan llamativo, pero esperaba que Jungkook notara su esfuerzo.

Un poco de sombra de ojos café claro, un tono que antes odiaba porque no se lucía para nada, pero ahora le daba un toque de "salí sin arreglarme y me veo fabuloso", y esa sería su vibra para el día. Puso un poco de perfume suave y sacó la ropa que usaría, unos lindos pantalones negros entallados y una polera blanca y un jersey negro, adicionalmente se pondría un gorrito que iba con la paleta de colores y unos zapatos negros. Se miró con cuidado y arreglando unos detalles se cruzó su bolso en sus hombros y salió radiante.

En las últimas semanas había recuperado un poco su entusiasmo, le agradaban las visitas del menor, cenar junto con él, ver alguna película divertida, acurrucarse en su regazo y ser mimado con aprecio; realmente le gustaba y sentía querido, pero le era difícil comprender cómo se podía describir su relación, ellos no eran novios, no eran amigos, ni nada por el estilo, se podría decir que eran conocidos y compartían una extraña obsesión con sus ex parejas, pero en realidad, muy dentro de su corazón, Jimin no tenía el mismo interés que antes por Yoongi.

Es decir, sabía que el alfa era la mejor opción para él, y que debía seguir luchando, pero el encanto que sentía al estar con el menor lo embobaba, lo hacía sentirse apreciado, como si fuese una criatura que debía ser protegida, incluso cuando a veces Jeon se molestaba con él y tenía actitudes un poco violentas, Jimin aún así quería seguir estando en contacto con él. Y ni hablar de los encuentros que tenían en la intimidad de su cuarto, no podría describir la química que había entre ellos, simplemente eran demasiado compatibles, y tenían gustos similares.

Intentó sacar todos esos pensamientos de su cabeza, tomó un taxi y al cabo de unos veinte minutos llegó al lugar acordado, era la hora exacta y si bien quería llegar con algo de atraso, para hacerse el interesante, decidió entrar de inmediato porque estaba algo ansioso.

Era un restaurant algo simple, definitivamente no era lo que tenía en mente Jimin, no era del tipo de lugares que solía frecuentar, pero a esas alturas no le importaba. Miró por todos lados, pero no encontró al menor y con algo de frustración se ubicó en una de las mesas vacías que dejaban ver la entrada del lugar, de esa forma Jungkook lo encontraría a penas llegase.

Una chica con el ceño fruncido y pocas ganas de trabajar se le acercó con la carta, el omega pidió algunos bocadillos para picotear mientras esperaba, además de una botella de soju sabor a frutas, esos eran sus favoritos, aunque siempre el primer sorbo le desagradaba porque era algo amargo.

Miró su reloj y ya habían pasado quince minutos, por lo que decidió enviarle un mensaje al menor indicándole que ya estaba en el lugar y que se apresurara o se iría. Jeon le contestó que iba en camino, sin muchas más explicaciones. Pero nunca indicó cuánto tardaría, y el rostro ilusionado del mayor poco a poco se iba perdiendo entre la bulla de las personas que comían y conversaban con la voz alta, mientras él comía una que otra cosa y bebía del pequeño vaso de soju.

Una hora y veinte, y Jeon no llegaba; Jimin se sentía estúpido, pero no se sentía capaz de irse del lugar, quizás al irse el alfa llegaría, y si bien estaba algo molesto, sabía que debería haber una buena explicación ante la demora.