Ocho

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- ¡Hyung! Bienvenido, hace tiempo que no te veía por aquí – dije con una gran sonrisa al verlo acercarse a la barra.

- Hola Taehyung, si he tenido mucho trabajo estos días, y entre ir a la oficina y tener reuniones no he tenido tiempo para nada, pero aquí estoy, espero me prepares un buen café porque necesito bastante cafeína hoy día – respondió con un tono perezoso y sin mucha emoción; se sentó junto a la barra como solía hacerlo y sacó su libreta y un lápiz.

- ¿Qué deseas hoy Yoongi hyung? – le pregunté mientras ordenaba algunos platillos limpios.

- Un flat white estaría bien.

- Lo preparo en seguida.

Tras la máquina de café podía ver parcialmente sus facciones, tenía unas ojeras bastante pronunciadas, era evidente que había estado descansando bastante poco; su cabello estaba más largo y desordenado de lo habitual, y su aroma parecía mucho más pesado que otros días.

- Aquí está hyung, que lo disfrute – él solo respondió con una leve inclinación en su cabeza.

Por alguna razón no podía dejar de mirarlo, cada pequeño movimiento que hacía; como tocaba con la yema de su dedo anular su labio inferior, mientras fruncía levemente el ceño; los casi imperceptibles pucheros que dejaban ver un lado completamente tierno de él; Min Yoongi era realmente interesante.

- Tae – Chungha me llamó en voz baja mientras me indicaba que la acompañara a la parte posterior de la tienda.

- Tae, agradece que no tienes aroma, porque si no tendrías la tienda completamente apestada en este momento – dijo con una sonrisa pícara mientras mantenía la vista hacia el sector de los clientes, por si alguien necesitaba algo.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Te ha gustado ese chico? – mis mejillas que pusieron instantáneamente rojizas al escuchar esto y la golpee levemente en el hombro.

- Pero qué locura estás diciendo Kim Chungha – solté una leve risita – sabes que eso no es posible.

- Sabes Taetae, yo creo que sí es posible ¿Quién dice que uno no se puede enamorar por quién es y no por sus feromonas y aromas?

- Eres una chica romántica – le acaricié el cabello castaño que sostenía con una coleta – los aromas están para atraer a tu pareja, y sabes que yo no siento atracción por ninguno de ellos, sólo me llama la atención él, se ve que es una persona esforzada e interesante, me gustaría ser su amigo, pero eso no significa que me guste, y lo más importante, él no gustará de mí... Y ahí mi estimada pequeña, termina tu historia romántica. Ahora será mejor volver a trabajar que hay algunas mesas que ordenar y limpiar.

- Pero Tae, escúchame un poco... - dijo mientras sostenía un costado de mi chaleco.

- Por favor Chungha, no hablemos de esto – le di una pequeña sonrisa y caminé de regreso a la barra.

Escuché como se abría la puerta de entrada, un chico de cabello rojizo entró rápidamente y a paso apresurado se acercó a la barra.

- Suga, hasta que al fin te encuentro, eres un maldito gato escurridizo – dijo mientras se sentaba al lado de Yoongi hyung.

- Hobi, tanto tiempo – respondió mientras le daba una pequeña mirada de costado, casi ignorando por completo su presencia.

- No sería tanto tiempo si tu no decidieras recluirte de la sociedad e ignorar los mensajes y llamados de tu mejor amigo, no sabes cuanto te busqué, debes agradecer que Jiminie me dijo dónde te había encontrado, y ni te imaginas cuántas veces he pasado por fuera viendo si estabas, hoy es mi día de suerte al fin.

Me acerqué al chico pelirrojo cuando vi la oportunidad de interrumpir su conversación.

- Bienvenido, ¿tienes algún pedido o te dejo la carta? – dije mientras extendía la carta del café.

- ¡Oh vaya! Ahora tiene sentido todo, te la tenías guardada hyung – soltó repentinamente mientras daba pequeños golpes al brazo del mayor - Eh... quiero un té chai con leche – me dijo sonriendo emocionado, a lo que asentí y regresé a mi puesto; estábamos lo suficientemente cerca como para poder escuchar su conversación y me sentía bastante incómodo por esto, pero tampoco podía dejar de poner atención a lo que decía ese curioso chico.

- Pobre Jimin, viniste con él a este lugar y casi que le presentas a su competencia – hizo un pequeño puchero – eres un malvado hyung.

- ¿De qué estás hablando Hoseok? – intervino con un tono un poco molesto.

- Del chico castaño que está al frente, obvio que de él, no sabia que te gustaban más altos que tú – soltó una risita molesta – pero tiene unos ojos muy lindos y se que esa es tu debilidad, aunque me es difícil saber si es un omega o un beta, realmente no logro distinguir su aroma aquí adentro, ¿qué es hyung?

- Hoseok, estás imaginando cosas, y Taehyung no tiene nada que ver, solo me gusta este local y está cerca de mi departamento... Es mejor que esté aquí a que esté en mi cuarto ¿no?

Ante esto último el chico pelirrojo frunció el ceño y soltó un suspiro pesado.

- Entonces no pasa nada... No es él... Si te soy sincero hyung, me alegro de que no sea él, me sentiría realmente mal por Jimin si hubieses encontrado a otra persona, sabes que él te quiere mucho y bueno, es mi amigo, igual que tú...

- Si me buscaste para esto te pediré que te vayas y me dejes en paz, me basta con los sermones interminables de Namjoon en la oficina, no quiero que ahora tu vengas al único espacio que tengo de paz para venir a joder con eso... Ya sabes lo que siento al respecto, y tú mejor que nadie deberías entender por qué hice lo que hice, además deberías tener claro que una vez que tomo una decisión, no cambio de opinión – tomó un sorbo de su café y volvió a tomar su lápiz retomando su atención en su libreta – Si no tienes otra cosa que decir, te pediría que me dejaras trabajar.

Me sentía completamente incómodo en ese momento, no sabía cómo dejar el té en la barra para el pelirrojo, tenía mis mejillas enrojecidas, deseaba que llegara mágicamente Chungha a entregar el pedido.

Por lo que pude entender hyung tenía una relación con alguien y estaban pasando por un mal momento; lo que más me choqueó y debo decir que en cierta forma alagó, fue que el pelirrojo pensó que Yoongi hyung venía a la cafetería por mí, mi estómago se apretó de solo pensar esto.

Me acerqué lo más tranquilo que pude y dejé el pedido en la barra.

- Aquí está su pedido, que lo disfrute – y rápidamente me alejé a lavar algunas tazas.

A veces me sorprendían mis reacciones, a estas alturas ya debería saber que aunque hyung sintiera algún tipo de atracción por mí, esta desaparecía rápidamente cuando fuera perdiendo interés en mi aspecto físico y mi personalidad no fuera lo suficientemente entretenida como para mantenerlo interesado en alguien como yo; entonces, ¿por qué me estaba sonrojando? ¿por qué sentía un malestar en mi estómago? ¿por qué me estaba ilusionando con cosas que no podrían pasar?

Kim Taehyung, cuando te des cuenta de la realidad, te vas a sentir miserable, nuevamente. Pero aquí estás poniendo tus esperanzas en las palabras dichas por alguien que ni siquiera conoces, y soñando un mañana con alguien que ni siquiera te mira.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora