Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Veinticuatro

El chico moreno había entrado a la oficina hace algunos minutos, se mantenía de pie junto a la puerta mientras observaba detenidamente al azabache, quien curvaba sus labios en una pequeña sonrisa de costado y sus ojos de volvían más pequeños en un gesto que podía definirse como bastante tierno para su gusto, aunque pensándolo bien, jamás en los ocho años de conocer a aquel chico había descrito alguna actitud de él como "tierna".

Namjoon era bastante perceptivo, a veces sus actitudes podían mal interpretarse al ser un poco bruscas y al no comprender en su totalidad algunas normas sociales, pero en general podía definirse como una buena persona, alejada de problemas y buen amigo.

Su círculo de amistad era bastante reducido sin embargo, a muchas personas les molestaba su forma de pensar, su inteligencia se había tornado en un problema para él, especialmente cuando sus colegas se daban cuenta de lo astuto que era y las posibilidades que esto podía traerle para el futuro; por lo mismo durante sus primeros años de universidad se mantuvo más bien aislado de los círculos sociales, la ingeniería civil industrial suele se una carrera bastante solicitaría, y por lo mismo no necesitaba del apoyo de sus compañeros, él estaba bien con esto.

Durante el segundo semestre de su primer año, conoció a lo que él definía como un chico gruñón y sombrío; sin darse cuenta comenzaron a orbitar el uno con el otro, y espontáneamente se volvieron amigos, sin saber cómo ni en que momento, no importaba que no compartieran disciplina, bastaba con algunos talleres que tenían en común. Namjoon sentía que había encontrado un amigo para la vida.

La curiosidad era un elemento importante de su personalidad, y el aura misteriosa que rodeaba a Min Yoongi era un aspecto que no podía dejar de analizar, pensaba una y otra vez qué podría haber debajo de toda esa seriedad y elegancia; su misión era averiguarlo sin preguntarle a su amigo, quería jugar al detective, y por mucho tiempo así lo hizo, hasta que se dio cuenta de como su amigo comenzaba a estar más y más deprimido, como ya no llegaba a clases, no se alimentaba correctamente y estaba más silencioso de lo normal.

Todo terminó de explotar un día que encontró a Yoongi a punto de desmayarse en la entrada de la universidad, su amigo siempre altivo se veía como un pequeño cachorro asustado y frágil, a punto de perder completamente el control de toda su existencia.

Por primera vez Yoongi habló, le contó su vida y los problemas que lo atormentaban día a día, le contó sobre la presión que ejercía su familia en su vida, sobre el poco control que tenía, y lo más importante, le contó sobre su omega. Namjoon estaba sorprendido, jamás pensó que Min ya estuviese emparejado con alguien, especialmente tomando en cuenta lo distante que era con toda figura humana; pero allí estaba su omega, el que incluso se denominaba como destinado. ¿Qué era ser destinado? Namjoon no lo comprendía, le parecía una obligación terrible por parte del destino, por qué simplemente no dejar que todo fluya como la corriente, dónde estaba la necesidad de ponerle una etiqueta tan pesada que estaba calando hondo en el corazón del azabache.

A las semanas se enteró que la familia Min le había dado la espalda a su hijo, Yoongi había sido abandonado simplemente por querer revelarse ante la vida; él lo recibió en su pequeño departamento, no le importó que el mayor no tuviese como pagarle, sentía que si no ayudaba a su amigo, absolutamente nadie lo haría.

En su corazón sentía un profundo rencor con aquel omega que intentaba atrapar a su amigo, que manipulaba historias antiguas para amarrar a su pareja; destinados... Para Namjoon esto era absurdo.

Sin embargo, un par de años después, algunos días antes del cumpleaños de su hyung, un chico rubio de baja estatura apareció en su puerta. Lo saludó de una manera muy educada y se presentó como Park Jimin... A Namjoon le tomó unos minutos comprender quién era aquel chico, cuando lo hizo sintió un gran malestar en su estómago, de seguro debido al enojo acumulado.