Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Noventa y cuatro

- Las parejas destinadas es una de las cosas más tóxicas que ha creado nuestra sociedad, nos ha hecho pensar que mágicamente llegará el verdadero amor a nuestras vidas, que un omega y un alfa están destinados por alguna clase de divinidad a estar juntos en todas las vidas que compartan. Es un engaño gigantesco. ¿Cuántas parejas no se han destruido teniendo esto en mente? El miedo al abandono, a dejar a tu otra mitad, a rompernos de tal forma que nuestros lobos se sentirán tan destruidos que simplemente preferirán morir antes que vivir una vida sin su otra mitad. Yo no busco un omega para que comparta mis días Taehyung, yo busco solo vivir, no quiero ataduras que están condicionadas por nuestros instintos más salvajes, no quiero oler a mi pareja y perder mi consciencia, no quiero sentir que dejo de ser yo simplemente porque las feromonas así lo indican. Quiero perderme en mi pareja porque así mi corazón humano me lo indica, quiero amarla a tal punto que desde una percepción racional me diga a mi mismo "esta persona es la indicada". Y en el caso hipotético de que nuestros vínculos no sean tan fuertes, por común acuerdo podamos soltar nuestro lazo, y seguir viviendo, siempre recordando que en algún momento de nuestras vidas nos amamos. Eso para mí es el amor real, pequeño V.

- ¿No te has enamorado de ningún omega hasta el momento? – Preguntó el menor mientras intentaba procesar la conversación.

- En este momento estoy enamorado de ti. – Soltó sin tapujos.

- ¿Pero qué dice, hyung? Nos conocemos hace tan poco...

- Claro, te conozco hace poco, tomé tu mano cuando quisiste terminar con tu vida, e interrumpí una decisión completamente personal, en cierta parte mi cabeza me dice que te obligué a mantenerte con vida, violé tu libertad de elección, pero por otro lado, agradezco haber violado mis propios códigos, porque en mis ojos tú eres superior a cualquier cosa que haya visto. Estoy enamorado de ti por quien eres, por cada cosa que detestas de ti mismo yo la aprecio con locura, cada inseguridad tuya, para mí es una bendición y un regalo de la luna. Quiero mi querido V, que logres amarte, tanto como yo te amo, que te ames y comprendas que eres un ser independiente, fuerte y libre, no debes supeditar tu actuar a los caprichos de un alfa inmaduro, no debes dejarte morir por alguien más, no debes hacerlo. Eres un ser puro, y como tal, debes vivir por sobre la asquerosa sociedad que nos rodea.

- Creo que te equivocas, yo no soy así...

- Claro que lo eres... Eres un omega especial, eres la evolución misma de la especie omega, eres un omega que se ha despojado de sus propios instintos, de los impulsos incontrolables de su cuerpo, has avanzado a un punto en el que tú decides a quien te entregas, no porque tus hormonas comienzan a alborotarse, sino porque tú has decidido dar ese paso. A mis ojos, eres el omega perfecto.

- No es tan bello como lo dices.

- Claro que no – acercó su mano para secar la pequeña lágrima que se asomaba en el rabillo del ojo del omega – ha sido terrible para ti, pero es porque la sociedad misma te ha hecho sufrir de esta manera, ellos han establecido que debemos comportarnos y sentir de cierta forma. ¿Un omega que no tiene aroma? Eso es aberrante para ellos, es asqueroso y un error de la naturaleza. – El omega se encogió ante las duras palabras - ¿pero es así realmente? ¿Eres un error solo por ser distinto? Claro que no. Ellos quieren hacerte sentir como un error, porque quieren que todos sean igual, que todos tengan los mismos patrones de comportamiento... Tú al no seguirlos, eres aborrecido, así como yo soy aborrecido por ser un alfa que no busca coger a todos los omegas que pasan por delante de mí. Somos disidentes y por lo tanto, debemos ser mucho más fuertes e independientes que las otras personas.

- Me gustaría poder pensar como tú, me gustaría que más pensaran como tú, así las cosas no dolerían tanto... - Sollozó un poco el menor mientras se dejaba abrazar por el alfa a su lado.