LIX - Cuando me dediqué a salvar, no me refería a esto

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Tras aquel día, nuestra relación había subido un escalón más, madurando. El cambio había sido palpable, tras haber superado la etapa inicial en la que todo eran risas e idoneidad (exceptuando los momentos depresivos por la fecha de caducidad).

Ahora parecíamos haber llegado a una especie de simbiosis, moviéndonos entre la empatía y la supervivencia, ayudándonos el uno al otro para sobrellevar lo mejor posible el miedo que aún me hacía saltar en casa cuando escuchaba algún ruido.

Habíamos llegado a la conclusión de que como éramos más fuertes era juntos, porque nuestra atención no estaba centrada en la ansiedad por no saber si el otro estaba en peligro.

Solamente nos separábamos cuando yo tenía que ir a trabajar. Jamie me acompañaba a la entrada y a la salida, y había aceptado a aprender a usar un móvil. Yo, por otra parte, me había puesto a repasar mis conocimientos de autodefensa y había conseguido un spray de pimienta.


Ebony y Thomas habían llegado a ser agobiantes llamándome todos los días cuando se enteraron de que habíamos sido otras desafortunadas víctimas del grupo anti-independentista. Hasta Ryan se había ofrecido a recomendarme a la empresa de guardaespaldas que tenía su grupo de folk más conocido.


Aquella noche, a la salida del turno de tarde, pasó lo que me temía: habían vuelto a buscarnos al hospital

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Aquella noche, a la salida del turno de tarde, pasó lo que me temía: habían vuelto a buscarnos al hospital.


A pesar de todas las veces que le había dicho a Jamie que él corría mas peligro acompañándome que yo viajando sola, no había conseguido bajarlo del burro, y menos después de lo que había pasado.

Así que, cuando salí por la puerta principal del hospital y Jamie no estaba esperándome como siempre, me temí lo peor. Intentando aguantar el terror de mis manos, lo llamé por teléfono. El alivio cuando me cogió no duró mucho.


-Métete dentro de nuevo.- Susurraba con voz tensa al micrófono.- Hay dos siguiéndome, voy a intentar perderlos.

-¿Dónde estás? Voy a pedir ayuda.- Pregunto ansiosa.

-No te muevas de ahí. Voy armado.- Cómo si eso me quitase toda la preocupación.- Te amo.- Se despide antes de colgar.


Hiperventilando, echo a correr hacia el coche, que esta vez sí que está cerca, con mi marido como único objetivo en mente.


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FOREIGNER. // COMPLETA  (OUTLANDER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora