N/A: Cuando veáis esto: (*) significa que más abajo tendréis la BSO (o una imagen) en la que me inspiré.
Me arrebujo en la mullida toalla, mojada y llena de vapor tras haber salido de la ducha.
Con la punta de la prenda, le devuelvo el reflejo al espejo quitándole la condensación. La imagen que me devuelve me cuesta reconocerla.
Me cuesta reconocer a la Enya que se revela sobre la superficie. Labios hinchados por el sobreuso, mejillas arreboladas (y no solo por el calor de la ducha), pero sobre todo los ojos... El bosque frondoso con toques de miel me devuelve una mirada que ya no recordaba en mí: brillo, ilusión, esperanza.
Dicen que los ojos son el reflejo del alma, y que el estar enamorado te cambia el espíritu y la mirada.
No había sido la primera vez que había tenido sexo, pero sí había sido la primera vez que había hecho el amor. Por eso me notaba diferente por primera vez. La diferencia radicaba en que por primera vez estaba enamorada de verdad, de la persona, y no de la idea de estar enamorada. Y eso se reflejaba ahora ante mí.
También se plasmaba en los nervios, corrientes sobre mi piel. Cuando recuerdo la noche (y el día...) anterior. Cuando las puntas de mis dedos pasan por donde él me acarició y besó: por el hueco detrás de mi oreja, pegado al nacimiento del cabello; por la mandíbula, por las mejillas, por los labios... Por el cuello, la clavícula, el esternón, el ombligo, el vientre, la pelvis...
Y mientras recorro mi cuerpo, rememorando, me siento como Madonna: Like a virgin, touched for the very first time. (*)
Y es que era la primera vez que me acostaba con mi pareja y me hacía sentir bien, aunque estuviera desnuda, empapada en sudor y con los ojos en blanco.
Ninguno hasta él se había acurrucado nunca conmigo en la cama. Ninguno me acompañaba cuando destapaba la herida más antigua que llevaba conmigo, ni repasaban con los dedos mis imperfecciones para demostrarme que era bella, ninguno amaba las cicatrices que me había dejado la vida sobre la piel y sobre el alma.
Pero Jamie sí. Jamie y yo estábamos en el mismo punto, por una vez no estaba sola en el camino, me había encontrado con alguien que hacía un camino parecido, mínimo paralelo. Ambos amábamos nuestras perfecciones, pero también nuestras imperfecciones.
Y cuando lo veo descansando en nuestra cama, me detengo para admirarlo en silencio.
Tan guapo, tan fuerte, tan caballeroso... Aunque no es eso lo que más me enamoraba de él. Era el sueño de cualquier dama, aunque yo no era algo ni siquiera cercano a una –y mucho menos mi lengua desvergonzada y viperina-, pero él me había escogido. Y por eso especial. No por viajar en el tiempo. Porque él me vio cuando más invisible me sentía. Por él, y por la fuerza que había encontrado, estaba dispuesta a brillar.
A pesar de ser mi día libre, me despierto como un reloj antes del amanecer con mi cuerpo acostumbrado a la semana en el turno de mañanas.
Me aguanto mis ganas de rezongar con lloriqueos porque Jamie todavía se encuentra dormido (lo cual me dice que debe ser muy temprano, porque continúa despertando a la misma hora que las gallinas. Y eso que en Inverness no hay gallos).
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FOREIGNER. // COMPLETA (OUTLANDER)
FantasyEnya Everdeen trabaja como enfermera en el Raigmore Hospital en Inverness (Escocia) cuando una noche llega a urgencias un hombre inconsciente y malherido, con ropas del siglo XVIII y, según los técnicos de ambulancia, hablando en un lenguaje extraño...