Habíamos decidido que haríamos la renovación de votos el mismo día de febrero en el que habíamos realizado el rito de unión de manos un año atrás, por lo que no había tiempo que perder.
Con la excusa del año nuevo, llamamos a Thomas y Ebony para hacer un brunch juntos y soltarles la noticia.
Ambos se quedaron pálidos, aunque en cualquiera de los dos casos, todo el mundo pensaría que es complicado.
-¿Te recuerdo cómo os pusisteis con el anuncio de mi boda?- Bufa enfurecido.- Si esto no es una boda sorpresa e inminente, ¡no sé qué otros adjetivos ponerle! ¿¡ Cómo piensas hacerlo!?
-Pensé que tal vez... el marido de una de mis damas de honor...- El chillido que soltó Thomas me demostró que me lo estaba ganando.- podría hacer su magia otra vez y concederme un par de deseos.
-Era para SU propia boda.- Apostilla Ebony.
-Pensé que sería más fácil al ser una celebración íntima, no será ni la tercera parte que la de Thomas.
-Veré qué puedo hacer.- Contesta Ryan con una sonrisa, más acostumbrado a las prisas y al estrés de planes de última hora que mis damas de honor.- Háblame de lo que habíais pensado...
-Acompáñame a por unas cervezas y te cuento mis ideas.- Le propone Jamie, a lo que acepta encantado.
Ebony se debate entre felicitarme o soltarme el sermón de que estoy loca. Opta por ambas.
-Sabes de sobra que me alegro tanto de que seas feliz... Pero Thomas y Ryan llevaban 5 años de relación antes de casarse...- Si tú supieras... -Vale habéis tenido una relación intensa, y que Jamie lo ha dejado todo para estar contigo, pero... ¿casaros? Lleváis como un año de relación...- Ebony rezonga, su alarma anticompromiso sonando a todo volumen.
-Sé que lo dices por mi bien, porque cualquiera lo diría pero...- Miro a Jamie que está hablando con Ryan a unos metros y sonrío.- Sé que no hay manera de que esto sea una equivocación.
-Aquí hay algo más gordo que lo que nos has contado, ¿no?- Pregunta Thomas, suspicaz. Sonrío con timidez y asiento.- ¿Y alguna vez vamos a saberlo?- Niego con la cabeza, sintiéndome un poco culpable. Suspira.- Tienes nuestra bendición, Enya. Sólo hay que veros juntos, sois dos imanes que no pueden ser separados.
-Estoy segura de que tu abuela también la bendice. ¿Y cómo vamos a luchar contra el destino?- Sonríe Ebony, claudicando, mientras ambos me cogen de la mano.
El día de la boda fue un inusual día soleado de febrero en el invierno escocés.El cielo no sólo era de un radiante azul, sino que corría una levísima brisa que permitía que el sol nos calentará hasta una temperatura agradable.
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FOREIGNER. // COMPLETA (OUTLANDER)
FantasíaEnya Everdeen trabaja como enfermera en el Raigmore Hospital en Inverness (Escocia) cuando una noche llega a urgencias un hombre inconsciente y malherido, con ropas del siglo XVIII y, según los técnicos de ambulancia, hablando en un lenguaje extraño...