Inspiro profundamente el olor del orégano y la albahaca de la salsa de tomate que estoy preparando para la lasaña. Se me hace la boca agua con una de mis comidas favoritas.
Tarareo la canción Believe de Cher que suena ahora mismo en mi Spotify mientras termino de cocinar y Jamie entra en la cocina atraído por el olor.
-Huele delicioso.- Comenta. Yo le sonrío agradeciéndole mientras continúo en mi labor de cocinar y tararear.- Um... ¿tendrás música de mi siglo, por casualidad, en ese cachivache?
-Supongo que sí, busca lo que quieras.
Una melodía suave con una voz masculina en gaélico casi susurrante comenzó a escucharse por los altavoces. El highlander se quedó callado, escuchando con atención y rememorando su vida anterior. No hacía falta que dijera nada, la energía hablaba por sí sola. Tampoco soltó ninguna lágrima, pero su voz estaba rota cuando susurraba la letra.
Cogí su mano, sin saber muy bien cómo ayudarlo a deshacerse de su pesar. Me sonrió tenuemente, sus plateadas orbes estaban aguadas.
-An Fhìdeag Airgid.- Lo miré sin entender. – Así se titula. No es exactamente como la recordaba cuando la cantábamos todos juntos, pero ha sido en cierto modo reconfortante reconocer la letra.- Le pedí que me la tradujese mientras ponía el horno y nos sentábamos en el sofá.- Dejemos los fantasmas en su tiempo.- Sentenció tras sacudir la cabeza para librarse de la melancolía.- ¿Por qué no me pones una de tus canciones bonitas? Así no me avergonzaré al decirte que el estar contigo hace que nada me angustie.- El aliento se me quedó atorado en la garganta al compás que mis latidos se aceleraban.
-Y... ¿y qué pasa cuando yo no estoy?- Susurro.
-Que de nuevo en mi vida la luz vuelve a apagarse.- Nos quedamos mirando un largo rato, el único sonido de la habitación, nuestras respiraciones y pulsaciones; el eco de la confesión de Jamie resuena aún en las paredes.
Es demasiado para mí, para afrontarlo ahora mismo, pues vuelven a mi mente ideas que no quiero tener, sentimientos que no puedo permitirme, así que decido cortar la situación con rapidez antes de ponerme en evidencia a mí y a mi alma.
-Ahora vas a escuchar al gran Freddie Mercury de Queen y a su canción más famosa: Bohemian Rhapsody.
Para que se riera, hice toda la parafernalia de poner la canción como si yo fuera el director de la orquesta y a la vez presentador del concierto. Cuando las notas del piano y la voz de Freddie comenzó a envolvernos, cerré los ojos y dejé que se me infiltrara hasta el corazón.
Al abrir de nuevo los ojos, lo primero que veo es a Jamie Fraser, su mirada cálida y su sonrisa. Y menuda sonrisa. Con ella podría iluminar el mundo, joder.
La reproducción automática sigue, y suenan los primeros acordes de Can't help falling in love with you de Elvis Presley, sé que él ya la ha escuchado. Se levanta y se acerca a mí, sin dejar de mirarme, sin dejar de convertir mis entrañas en gelatina.
Coge mi mano derecha y con la otra me acerca con suavidad a su cuerpo posándola en mi cintura; apoya su barbilla en mi cabeza, y yo termino poniendo mi mejilla sobre su pecho. Nos movemos lentamente al ritmo de la música, convirtiendo mi salón en un baile privado improvisado, con las luces del atardecer iluminando tenuemente la estancia.
But I can't help falling in love with you...
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FOREIGNER. // COMPLETA (OUTLANDER)
FantasyEnya Everdeen trabaja como enfermera en el Raigmore Hospital en Inverness (Escocia) cuando una noche llega a urgencias un hombre inconsciente y malherido, con ropas del siglo XVIII y, según los técnicos de ambulancia, hablando en un lenguaje extraño...