RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

Capítulo 56 "Una Luz"

Un silencio incómodo inundó el lugar, solo los sollozos de Reth podían escucharse, no la había soltado, seguía aferrado a ella, tal vez era el licor, tal vez era el coctel de sentimientos que sentía en ese momento y que lo hacían llorar como si de un niño se tratara, lo cierto es que la situación empezaba a pesarle, nunca antes había llorado por alguien que no fuera Alma, hasta ahora que sentía que su vida se estaba yendo al mismo infierno por la traición de Astrid.

Acarició su cabello en un reflejo de compasión, era increíble ver a alguien que siempre inspiraba respeto de rodillas frente a ella, rogándole que le dijera en que había fallado, de verdad se había enamorado de ella., Bajó sus manos hasta alcanzar el rostro de Reth y besó su frente.

—Reth, —Lo miró a los ojos—, párate por favor, no me gusta verte así.

—Esto es en lo que me has convertido Astrid, soy como un adicto que depende por completo de su droga para ser feliz, mi vida, mi mundo, todo, absolutamente todo gira en torno a ti, tu eres mi más preciada droga.

—¿De verdad Reth?, —Se alejó de él y este se puso de pie—, por favor, no te engañes ni trates de engañarme, esto solo es un capricho para ti, un berrinche, tú no me amas, solo hay deseo aquí.

—Claro que no, —Aseguró—, esto va más allá de lo carnal, te amo, ¿qué quieres qué haga para demostrártelo?, ¿dime?

—Yo necesito estabilidad Reth, necesito estar segura de que esto no es un simple juego para ti. Necesito saber qué pasará cuando todo termine aquí, si tendremos un futuro juntos.

—No eres un juego para mi, y voy a demostrártelo, te lo juro, —La tomó de la mano y la acercó a él—, he estado guardando esto para el momento perfecto, y sé que hoy es ese momento, —Dijo sacando una cajita del bolsillo de su chaqueta y arrodillándose frente a ella otra vez—, Astrid, ¿te quieres casar conmigo?, —Se llevó las manos a la boca incrédula de la proposición, lo había conseguido, había atrapado al gran Reth, se abrazó a él emocionada y lo llenó de besos tras haber recibido el anillo, por fin Reth tendría su final feliz—.

Para Becca otro era el panorama, no había parado de llorar y el tener a Mirt aferrado a su cuerpo, solo aumentaba su dolor, quería que la dejara, que se alejara de ella, que desapareciera de su vida.

La mañana la sorprendió entre llantos, había pasado la peor noche de todas, se levantó de la cama con cuidado de no despertar a Mirt y fue hasta la ducha, un breve baño ayudó a lavar su tristeza y a desinflamar en algo la hinchazón de sus ojos.

—Hola muñeca, —Saludó Mirt que también se había levantado—, ¿quieres que te traiga el desayuno?

—No, yo desayunaré en el comedor con el resto, es mejor que ya te vayas, no es buena idea levantar sospechas,

—Sí, tienes razón, ¿te sientes mejor?

—Si, —Mintió fingiendo una sonrisa—.

—Te espero abajo muñeca, —Intentó besar sus labios, pero ella se retiró—.

—Alguien podría entrar.

——Esta bien, nos vemos al rato, —Besó su mejilla y ella se apresuró a limpiar la huella de sus labios apenas lo vio salir por la puerta, tomó el calentador ancho que usaban como uniforme para deportes en el internado y se lo puso buscando ocultar los golpes que le había dado su padre, dejó su rubia melena suelta y prefirió no usar maquillaje, antes de saber la verdad sobre Mirt le gustaba arreglarse y ponerse bonita para que él la viera, pero ahora ya no le importaba su apariencia, caminó hasta el comedor como un zombie y se sentó sola en una de las mesas dándole la espalda a Mirt, no quería verlo, aunque bien podía sentir sus ojos sobre ella, de seguro estaba feliz de verla destruida. El día de clase pasó desapercibido para ella que no prestó atención y que lo único en lo que pensaba era en desaparecer—.

Para Lucifer una oportunidad parecía presentarse, su calvario podría tener fin y su historia con Alessandra parecía tomar otro rumbo, un rumbo que prometía un amor eterno.

Muchos secretos estaban por salir a la luz, la muerte y destrucción rondaban "VALKNIR"