Sentía que se volvería loca, su cuerpo parecía no poder resistir más, pero ahí estaba Reth demostrándole que el límite era el cielo, dejó caer su cabeza hacia atrás apoyándose en su pecho y buscando recuperar en algo el aliento.
- ¿Crees poder seguir?, -Preguntó Reth abrazándola de la cintura-, si quieres podemos parar.
-Estoy bien, -Respondió respirando agitada-.
- ¿Duele?, -Rozó las leves marcas rojas que la fusta había dejado en sus muslos-.
-No.
- ¿Segura?
-Sí.
-Entonces continuaré, -Subió sus manos hasta su rostro y quitó la venda que cubría sus ojos para que viera lo siguiente que haría con ella-.
Apretó con fuerza sus ojos buscando focalizar bien su mirada y topándose con los espejos que mostraban la escena morbosa en la que ahora se encontraba, vio las pequeñas marcas que el cuero había hecho en su piel y como su cuerpo empezaba a humedecerse por el sudor y la intensidad del acto, aunque lo que más llamó su atención era ver la humedad que manchaba la ropa de Reth, había tenido varios orgasmos y ahora podía notar lo intensos que habían sido estos, sintió que los colores se le subían al rostro y quitó su vista del espejo al encontrarse con la mirada lascivia de Reth, trato en vano de juntar los muslos para cubrir su intimidad que seguía expuesta, pero él no sé lo permitió.
-Aceptaste el juego Astrid, ¿lo recuerdas?, te lo pregunté varias veces y tu respuesta siempre fue la misma, ¿no?
-Sí.
- ¿Sí que?
-Sí acepte esto.
-Entonces, ¿sabes lo que pasará ahora por desobedecerme verdad?
- ¿Me castigaras?
-Sí, tendré que castigarte, -Besó su hombro-.
Era algo muy contrastante verlo en su papel de dominante cuando aquellos besos o caricias dulces aparecían, era como si esa parte tierna de él aun no desparecía, deslizó su mano por su vientre hasta llegar a su portal y la distrajo con caricias hasta que sintió que llegaba al éxtasis para dejarla a medias.
Una protesta se ahogó en sus labios al ver que se detenía y pronto el sonido de la fusta en su monte de Venus la descontroló, el cuero estaba frío y dio algo de alivio a lo que Reth había empezado, pero no era suficiente, necesitaba más, estaba muy estimulada y necesitaba alcanzar el orgasmo de la forma que fuera, se removió inquieta en su regazo buscando rosarse en él, pero sólo consiguió otro azote con la fusta.
-No tienes permitido hacer esto, -La sostuvo por las caderas al ver que volvía a moverse-, es mi juego son mis reglas, yo decido, yo elijo, tú debes recibir tu castigo, ese es el trato.
-A la mierda el trato, -Le soltó con frustración tomando una actitud que ella mismo desconocía que podía tener y recibiendo otro azote en su intimidad -, ¿crees que esto es un castigo?, -Volteó su rostro hasta poder encararlo -, no cariño, -Lo reto usando un tono seductor que logró excitarlo-, lo único que haces es estimularme más, -Lamió su labio inferior provocándolo-, ¿crees que pones las reglas del juego?, tu juego no tiene sentido sin mí, -Afirmó segura-, no importa lo mucho que trates de hacerte el fuerte, ahora lo único que deseas es hundirte en mi, -Volvió a rozarse en él, no lo hizo de una forma desesperada, esta vez fue lento, quería darle un poco de su propia medicina-, ¿lo ves?, estas tan duro ahora que podrías reventar ese pantalón, soy yo quien te pone así, estás empapado de mi y cuando tu turno acabe, seré yo quien te lleve al límite, -Besó sus labios sin perder contacto con su mirada y continuó moviéndose hasta que él no pudo más, escuchó el sonido del cierre de su pantalón bajarse y supo que lo había conseguido, sintió el glande buscando la entrada de su cuerpo.
Rozó sus dedos en su húmeda vagina, sus palabras lo habían calentado y sabía que no podría resistir más, se hundió en ella en una sola estocada y un gruñido salió de su boca al sentir como su cálido interior lo engullía.
- ¿Te gusta así?, -La tomó de la cintura siendo él quién controle el movimiento-.
-Sí me gusta, -Dijo jadeante echando la cabeza hacia atrás y apoyándose en él-.
Miró al espejo que tenía al frente y se quedó ahí mirando expectante aquella escena tan erótica de la que ella era protagonista, como sus pechos se movía al compás de las embestidas de Reth, había sentido recelo la primera vez que se había visto en el espejo, pero ahora solo sentía placer, miró como sus manos acariciaban sus senos para luego ir camino abajo y estimular su clítoris, el orgasmo fue abrasador llevándola a sollozar de manera incontrolable, ¿podría alguien afuera escuchar sus gritos?, lo más probable era que no ya que la música era muy alta, quitó las esposas de sus manos y la sostuvo hasta que los espasmo de su cuerpo se calmaron.
Se paró aun algo temblorosa y se sentó a horcajadas sobre él para recuperar un poco el aliento.
- ¿Has terminado?, -Se abrazó a su cuello respirando algo agitada aun-.
-No, no vinimos a esta habitación sólo para ocupar esta silla, -La acarició-, son hermosos, -Observó sus pechos a la vez que los atrapaba con sus labios y los estimulaba-, aun nos falta eso, -Señaló el toro mecánico-, no sabes lo que te espera Astrid, -Advirtió en un tono que para nada era amenazador, pero que si prometía mucho-.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...