Capítulo 87 "Decadencia"

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Empezaba a acoplarse a su nuevo trabajo, aunque no a su nueva vida, no le gustaba estar en casa, le resultaba difícil estar con Astrid, resistirse a ella, a su dulzura, a sus atenciones, tal vez podía sonar estúpido pero a veces sentía que era parte de un hogar.

-Buenos días señor Reth, -Saludó Judit entrando por la puerta de la oficina con una enorme sonrisa-.

-Buenos días Judit.

-¿Está listo para su reunión de las diez?

-Sí.

-Entonces será mejor seguir a la sala de juntas, -Lo tomó del brazo y se lo llevó-.

En casa Astrid preparaba el almuerzo y alistaba todo para cuando Reth viniera, su trabajo era agotador y siempre estaba cansado, aunque no era para menos, Reth se desvivía trabajando porque nada les faltara ni a ella ni al bebé, el timbre sonó sacándola de sus pensamientos, Becca venía a visitarla como de costumbre.

-Hola amiga, -La abrazó emocionada-, ¿Cómo estás?

-Estoy bien, gracias por preguntar Becca.

-Me alegra, porque te tengo una propuesta

-¿Una propuesta?

-Sí.

-¿Y de que s trata?

-Tú y yo viendo nuestra propia Boutique.

-¿Una boutique?

-Sí.

-Pero yo no sé nada del tema de ropa.

-No hay problema, yo sí, he recibido cursos de diseño y puedo enseñarte, no querrás quedarte como una ama de casa, ¿verdad?, mira que ahora Reth está trabajando y de seguro habrá alguna lagartona y tú no puedes quedarte atrás, además, también vine porque quiero que estudiemos, hay que matricularnos en la universidad.

-¿Estudiar estando así?

-Sí, no serías la primera ni la última, además no querrás quedarte atrás, lo haremos juntas y nos ayudaremos, ¿Qué dices?

-Creo que tienes razón, -El día se les fue entre charlas y planes que tenían a futuro, Astrid estaba emocionada por todo lo que Becca le había dicho, su futuro parecía ser prometedor.

A las diez de la noche en punto Reth hizo presencia en la casa, traía su maletín del trabajo y una cara que reflejaba mucho cansancio, el día había sido muy duro y lo único que deseaba era acostarse.

-Llegaste, -Dijo Astrid acercándose a él y abrazándolo-, te estuve esperando para cenar.

-Astrid no tengo hambre, estoy muy cansado.

-Lo sé mi amor, pero debes comer.

-¿A qué juegas Astrid?

-No entiendo de que hablas.

-De esto, de que actúes como si fuéramos un matrimonio.

-Lo somos.

-Por conveniencia, -Recalca-, tu sabes muy bien que no casamos solo por el niño que traes en el vientre, peo nada más, tu y yo no somos ni volveremos a ser nada y es mejor que te hagas la idea, porque nada me hará cambiar de opinión.

-Reth por favor, -Lo tomó de la mano para que no se fuera-, se que estas herido y también sé que no puedo esperar que me perdones de la noche a la mañana como si nada hubiera pasado entre los dos, pero no quiero perderte sin haber dado la batalla antes, por favor Reth no te cierres a mí, te necesito, -La miró sintiéndose confundido, ¿Qué debía hacer?, ¿estaba bien confiar en ella de nuevo?, prefiero no continuar con la discusión por el estado de Astrid y accedió a cenar con ella para luego irse a dormir, no importaba que ambos estuvieran en aquel lugar en el que habían hecho el amor, a pesar de estar juntos se sentían como dos desconocidos y la distancia se sentía abismal entre sus cuerpos a pesar de que ambos se deseaban.

Para Becca las coas no eran mejor, tras su máscara de felicidad y optimismo se escondía un corazón que heridas que parecían no querer cerrar jamás, ya se le había hecho costumbre recorrer la calle en la que había creído ver a Mirt, llevaba mucho tiempo sin saber de él y lo último que le habían dicho era que Mirt dejó el internado y desapareció, le pidió al taxista que se detuviera al ver a un grupo de hombres sin hogar intentar calentarse alrededor de una improvisada fogata que habían hecho en uno de los basureros, miró con atención el rostro de cada uno de ellos, pero ninguno se le hizo conocido.

-Señorita, es mejor irnos, ese lugar es peligroso, -informo el taxista-.

-Está bien, vámonos, -Respondió Becca dándose por vencido al ver que no lo encontraba, ¿y si había visto mal?, y ¿si lo había confundido?, un grito del taxista la saco del limbo en el que se encontraba, al parecer alguien se había cruzado haciendo que el taxista frenara de golpe-.

-Mira por donde caminas, -Volvió a repetir furioso el hombre mientras el joven caminaba sin mirar atrás, era él, podía jurar que era él-.

-Deténgase.

-¿Pasa algo señorita?

-Si conozco a ser hombre.

-¿Está segura?

-Sí, espéreme, no vaya a irse, -Bajó del taxi y corrió tras el chico que caminaba como si fuera un zombie-, Mirt, -Llamó haciendo que el joven se detuviera y voltearla a mirarla e intentara irse-, sé que eres tú, no intentes huir.

-No la conozco señorita, esta confundiéndome, es mejor que se vaya de aquí.

-¿Por qué estás así?, ¿qué te paso?, -Lo bombardeó con preguntas que buscaban tener una respuesta a su desgastado aspecto, de aquel hombre que era capaz de enamorar a cualquier mujer, no quedaban más que despojos de alguien que había decidido convertirse en una miseria humana-.

-Ya le dije que esta confundiéndome, -Se acercó a ella y la tomó del brazo-, mi nombre no es Mirt y es mejor que se vaya de aquí y no vuelva, este no es un lugar para usted, -Aseguro haciéndola entrar en el taxi y golpeando el capo del auto para que arranque, su vida se había vuelto un infierno y no estaba dispuesto a arrastrarla con él-.

Chicas Abel "El Lado Oscuro Del Placer", ya esta siendo pubicado,para quienes quieran leerla, les dejaré el link en el primer comentario, si no se les abre el link la pueden buscar con su nombre: Abel "El Lado Oscuro Del Placer", pero recuerden, deben tener una mente muy abierta.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora