Capítulo 66 "Lívido"

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Sentía como se contraía su sexo ante sus atrevidas caricias, era como una tortura, una dulce y excitante tortura, cerró los ojos con fuerza al sentir que el orgasmo era inminente, pero como las anteriores veces él impidió que pudiera llegar al éxtasis.

-Reth por favor, -Pidió casi en una súplica -.

-¿Por favor qué princesa?, -Preguntó sumergiendo de nuevo sus dedos en su interior-, ¿lo necesitas?, ¿lo deseas?, -Susurró sobre sus labios provocándola otra vez -, contéstame princesa.

-Ah, ah, ah, -Gimoteo buscando rozarse en él-, lo deseo, ah, -Exclamó más fuerte-, lo necesito, -La miró respirar con dificultad y dejó de castigar su cuerpo que tembloroso buscaba apagar su fuego, se puso de pie dejándola de rodillas en el suelo y caminó con dirección a la cama, ella seguía tratando de recuperar el aliento, escuchó el sonido del cinturón abrirse y pronto los pantalones cayeron al suelo, ella no tardó en buscarlo con la mirada, estaba demasiado excitada y su sexo no dejaba de contraerse-.

-Vamos princesa, -La animó sentándose en la cama y mostrándole su erección que empezaba a pedir por ella, se levantó del suelo sin tiempo que perder e intentó sentarse a horcajadas sobre él, pero Reth fue más rápido, la tomó de las manos en un ágil movimiento y la esposó a la cama-.

-No es justo, -Intentó protestar, pero él no lo permitió, se apoderó de su boca hasta dejarla sin aire y coló su pierna en el medio de las de ella hasta que tocó su húmedo sexo y ella no dudó en responder, se frotó buscando darle algo de calma a su sexo y poco o nada le importó que él la mirara, en ese momento su lívido podía más que su vergüenza-.

-Eso es princesa, olvídate de todo, consigue lo que quieres, -La tomó de la cintura haciendo más fricción en su roce mientras sus labios hicieron un breve recorrido en sus pechos, lamiendo, succionando, llevándola al límite, apretó con fuerza las piernas y un sonoro gemido salió de sus labios al correrse-, lo has hecho muy bien princesa, -Besó su frente -, pero ahora es mi turno, -Volvió apoderarse de sus pechos, aunque esta vez fue más paciente, tanto que ella lo sintió como un castigo, bajó entre besos hasta su ombligo y siguió el camino hasta llegar a su sexo, deslizó sus manos por sus muslos buscando tener más acceso a su parte íntima y entonces todo empezó de nuevo, acarició con la lengua la fina línea de su portal, provocándola, excitándola de una forma descomunal, llevándola hasta el más doloroso y cruel de los placeres. Apretó con fuerza las cadenas que sostenían las esposas en sus manos y cayó rendida a él, un fuerte grito escapó de sus labios mientras su cuerpo convulsionaba por el orgasmo que Reth le había provocado, estaba tan sensible en esos momentos que el mínimo roce le provocaba placer-, eso es, buena chica, -Dijo dándole un pequeño beso en su sexo y soltando un poco de aire sobre el mismo -, pero ahora es mi turno, -Sin darle tiempo a recuperarse se sumergió en ella en una sola embestida y la penetró una y otra vez con intensidad y exigencia-, por dios princesa, voy a tener que mandar a insonorizar esta habitación o cuando tengamos despertarás a los niños.

-No pares Reth, no pares, -Repitió siguiendo su rápido compás con sus caderas, había exigencia en sus penetraciones, no era un encuentro dulce como a los que estaba acostumbrada y eso la estaba volviendo loca de placer, decidió cambiar la posición poniéndola boca bajo, en esos momentos su cuerpo estaba muy dócil y él podía manejarla con facilidad, entró en ella desde esa posición y guió sus dedos hasta su clítoris haciendo pequeños círculos que en combinación con sus penetraciones terminaron por acabar con su poca cordura, no supo cuando pero sus ojos habían dejado escapar varias lágrimas, el acto era muy intenso, un sollozo de placer retumbó por la habitación haciéndola vibrar y él supo que había sido suficiente, soltó su cuerpo y lo dejó reposar en la cama mientras un desfile de besos recorrió su espalda buscando darle algo de calma, aunque ella seguía sin sentir que fuera suficiente, esperó a que le quitara las esposas y se sentó a horcajadas sobre él-.

-¿No ha sido suficiente princesa?

-Yo decidiré cuando sea suficiente, -Contestó guiando con su mano su erección hasta su sexo que húmedo y palpitante parecía desear más, un siseo escapó de su boca al sentirlo dentro de nuevo y se abrazó a él entre suaves movimientos que le causaban placer, le rodeó la cintura con los brazos y siguió su lento ritmo hasta que la sintió saciada-.

-Te amo princesa, -Besó sus labios -, mi dulce ángel, a partir de mañana todo será diferente, después de mañana nadie podrá separarnos, -Prometió envolviéndola en sus brazos para que pudiera descansar-.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora