Capítulo 58 "El Despertar"

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El reloj había marcado las nueve en punto y tanto Reth como Drac y Mirt daban una inspección final para cerciorarse de que todas las estudiantes estuvieran en sus habitaciones.

—Bueno, creo que todo está bien, —Afirmó Reth dirigiéndose a los otros dos—, pueden retirarse.

—Iré por un vaso de leche para Becca, —Informó Mirt—.

— ¿Hoy tampoco quiso cenar?, —Preguntó Reth—.

—No.

—Bien, ve por la leche, yo iré a su habitación.

— ¿Para qué?

—Necesito hablar con ella.

— ¿De qué?

—De su padre, él la retirará del internado.

— ¿Qué?

—Lo que oíste, ahora ve por la leche, y tú, —Se dirigió a Drac—, te quiero a ti y al resto muy temprano, mañana empezamos exámenes.

—No nos desvelaremos, estaremos a primera hora, —Prometió Drac antes de irse junto con Mirt que había ido a la cocina—.

—Señorita Beca, —Llamó a la puerta, pero ella no contestó, intentó abrirla, pero notó que la misma estaba con seguro, bajó su mirada hasta el suelo y notó como el mismo se humedecía, podía escuchar el agua escaparse de la ducha y entonces supo que algo andaba mal, tomó las llaves que tenía en el bolsillo del terno y abrió la puerta, por el piso de la habitación corría agua de un color algo rojizo que lo llevó hasta al baño y entonces la vio, estaba en la fría bañera de cerámica como si estuviera dormida, aunque bien sabía él que no era así, su rostro lucía pálido y marchito por toda la sangre que había perdido, Becca había muerto—.

— ¿Qué rayos pasó aquí?, —Dijo Mirt entrando en el cuarto y viendo a Becca, la impresión fue grande, dejó que el vaso de cristal estallara en el piso y corrió hacía ella—, Becca, mírame, —La tomó del rostro y la sacudió metiéndose en la bañera—, maldición Becca, mírame, —Exigió moviéndola con más fuerza—.

—Está muerta, —Aseguró Reth—.

—No, ella no puede estar muerta, —Negó fuera de sí—.

—No tiene pulso.

—Sálvala por favor.

—No puedo salvarla, no si ya está muerta.

—Becca, por favor, —La abrazó contra su pecho—, quédate conmigo, no me dejes solo, —La sacó de la bañera y la llevó hasta la cama, lucía como si estuviera dormida, miró los cortes en sus brazos y pudo notar que los mismo eran profundos, pero ya no corría sangre por ellos—.

—Debo llamar a su padre.

—No, ella es mía, yo me encargaré de ella.

— ¿De qué rayos hablas?, ¿te involucraste con ella?

—Ya te lo dije, ella es mía, ahora sal.

— ¿Qué?

—Que te vayas, —Gritó—, quiero estar solo.

Había limpiado el cuerpo de Becca y le había cambiado la ropa para llevarla al cuarto secreto que tenían abajo, la recostó en una mesa grande y se subió sobre ella, y la abrazó a la espera de que fueran las doce. Lágrimas rodaban por sus mejillas humedeciendo el frío pecho de Becca que yacía muerta entre sus brazos, con el dolor a cuestas se levantó un poco y fijó su mirada en ella—.

— ¡Lucifer!, —Exclamó furioso sacándose una de las medallas que cargaba en su cuello y golpeó en el inerte corazón de la joven, un silencio total se apoderó del lugar, haciendo que él se impacientara—.

—Aquí estoy Mirt, —Irrumpió una voz a sus espaldas—, ¿qué quieres?, —Preguntó Lucifer parándose frente a él—.

—Quiero que me la devuelvas.

—Está muerta, —La miró respondiendo lo obvio—.

—Ya sé que está muerta, como también sé que su alma es tuya ahora.

—Si ya lo sabes, ¿entonces para qué me has llamado?

—Porque la quiero de vuelta, ella me pertenece.

—Me pertenece a mí, —Corrigió—, ella cometió suicidio así que su alma ahora es mía.

—No por favor, devuélvele la vida.

­— ¿Y por qué he de hacerlo?

—Por favor, —Volvió a pedir—.

­—No estás respondiendo mi pregunta Mirt, ¿por qué debo salvarla?, —Esperó por unos momentos, pero la respuesta de Mirt no llegaba—, bien, me voy.

—Porque la amo, —Respondió desesperado—, debes salvarla porque la amo.

—Mirt, Mirt, rogaste tanto por tener a la hija de tu enemigo en este internado, ¿y ahora resulta que estas enamorado de ella?, vaya mierda, ¿es que acaso ninguno de ustedes entendió para que están aquí?, —Resopló furioso—, si le devuelvo la vida, tu pierdes la inmortalidad, —Advirtió—.

—Está bien, pero vuélvela a la vida por favor, — Respiró resignado y caminó hasta la joven que estaba en la mesa y la tomó de las manos, acarició con sus dedos los cortes haciendo que estos se cerrarán para luego tocar su corazón haciendo que este volviera a latir, Lucifer le había de vuelto la vida, poco a poco su piel volvió tomar color y Mirt pudo ver como su pecho se movía, estaba respirando—.

—Llévala a la habitación, mañana despertara.

—Gracias.

—Debes abandonar el internado apenas termine el año escolar, —Fue lo último que le dijo antes de desaparecer, sintió una felicidad indescriptible y no tardó en cargarla en sus brazos y llevarla a la habitación, esperaría que despertara, aunque la Becca que despertaría para nada sería la que él conocía—.  

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora