Nuevas alumnas habían llegado, el internado otra vez abría sus puertas dando la bienvenida a sus nuevas víctimas, en su oficina Reth miraba los listados de las alumnas y escogía a las candidatas que formarían parte de su selecto club para ser súcubos.
—Buenos días —Saludó con el alumnado que formadas en el patio escuchaban atentas las indicaciones antes de pasar a sus respectivos salones—.
Las clases comenzaron con normalidad, o al menos eso parecía, sentado en su escritorio Zigor permanecía con la mirada perdida y el corazón lleno de recuerdos, habían pasado tres meses ya desde que Karina se había ido y por tonto que pareciera él aún esperaba a que ella regresara.
RETH
—Buen día, señor —Dijo una voz golpeando la puerta— ¿Puedo pasar?
—Adelante —Contestó Reth mientras escribía unos informes en el computador—.
—Buen día —Volvió a repetir el saludo, frente a él una joven de cabello largo color chocolate a ojos miel hizo presencia, tenía los labios de un color rosa pálido que tomaba algo de color cada vez que los humedecía—.
—¿En qué puedo ayudarte?
—Yo vengo de parte de los directivos de la fundación, mi nombre es Astrid —Le entregó una carpeta que él no tardó en leer— gané una beca para culminar mis estudios aquí.
—Bien, venga conmigo, la llevaré hasta una de las habitaciones para que arregle ahí sus cosas —Tomó las maletas de la joven y la llevó hasta el cuarto que alguna vez había sido de Alessandra— por favor póngase el uniforme y baje al salón
—¿Cuál es mi salón?
—El "C", tiene clases de física las tres primeras horas
—Gracias —Le tomó unos quince minutos estar lista para bajar a clase, aunque no se sintió muy cómoda en el lugar, pues sus compañeras no dejaban de mirarla y murmurar—.
Para Alessandra las cosas no habían cambiado para nada, no salía del castillo, ella aún lo esperaba, llevaba tiempo haciendo todo lo posible para que su padrastro no la encontrara, varias veces la había llamado, pero ella se negaba a contestarle, no quería saber nada de él, tomó una taza de café y se sentó frente a la chimenea hasta que el sueño terminó por dominarla.
—Alessandra —Escuchó entre sueños y se despertó de forma abrupta al reconocer la voz que la llamaba—.
—Alessandro —Corrió con dirección a la habitación siguiendo el sonido de la voz de aquel hombre que la tenía con el corazón roto y sus ojos se llenaron de lágrimas al verlo de nuevo—.
—Alessandra, mi princesa —Le sonrió— ven aquí —Le extendió la mano y ella aceptó—, ya no llores pequeña, ya estoy contigo.
—Mi amor —Lo miró con los ojos llenos de recuerdos y no tardó en fundirse en sus brazos— volviste —Lo tomó del rostro y besó sus labios deseando que no se apartara de su lado, pero pronto todo se oscureció a su alrededor, llevándose la imagen de su amado Alessandro—.
Abrió sus ojos solo para descubrir que todo había sido un cruel sueño, su mente trataba de consolarla trayendo a su amado en sueños, aunque esto en vez de ayudarla terminó por destrozarle el corazón y hacerla romper en llanto—.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...