La cena se había servido, sentado en una silla Lucifer esperaba por Alessandra para cenar, su princesa al fin estaba en casa.
Escuchó el sonar de unos tacones descender por las escaleras y supo que era ella, tenía puesta un vestido de color rojo sangre que le llegaba a medio muslo y la hacía lucir sensual, un maquillaje sutil resaltaba su angelical rostro y la soltura de su larga cabellera marcaba el toque perfecto entre la inocencia y el deseo. Se sentó en la silla que estaba a su lado y sonrió.
-¿Has esperado mucho por mi?, -Preguntó Alessandra tomándolo de la mano-.
-Toda mi vida, -Respondió invitándola a que se sentara en su regazo-, eres tan hermosa, -Dijo rozando sus muslos con sus nudillos-.
-Creí que íbamos a cenar, -Contestó cerrando los ojos al sentir la intrusa mano de Lucifer acercarse a su intimidad y rozarla por encima de la fina tela que la cubria-.
-Si, pero creo que comeré primero, -La alzó de la cintura y la sentó a horcajadas para que sintiera su creciente erección que pedía por ella-.
-Estas muy hambriento, -Le siguió el juego y besó sus labios-.
-Demasiado, -Subió sus manos acariciándola en el camino hasta llegar al cierre de su vestido que no dudó en bajar-, mi reina, -Observó maravillado como la prenda bajaba hasta la cintura dejando al descubierto sus senos-.
Bajó sus labios hasta llegar a sus pechos y apresó el pezón acariciádolo con la lengua y haciendo leves succiones que buscaban dejar pequeñas marcas en su cuerpo.
—Eres tan receptiva ángel, —Deslizó su mano hasta llegar a su monte de Venus y separó los labios con el índice y anular mientras el dedo medio acariciaba lentamente el clítoris y lo estimulaba—.
—No te detengas por favor, —Pidió moviéndose inquieta en su regazo—.
—¿Te gusta?
—Ah, ah, ah, si..., me gusta, me gusta mucho, —Se abrazó a él como si la vida se le fuera en ello, las caricias de Lucifer la estaban volviendo loca, se rozó descaradamente en él al sentir que retiraba su mano, su cuerpo ardía y pedía por él, cerró los ojo al sentir que el orgasmo le llegaba—.
—Ya esta pequeña, ya esta, —Besó su frente y acarició su espalda tratando de calmar los espasmos que el frenesí habían provocado en ella—, mi turno, —Sonrió levantándose de la silla con ella abrazándole la cintura con las piernas. Empujó lo que estaba en la mesa dejando un espacio suficiente para poder acostarla, tomó una de las uvas que se encontraban en la bandeja y la colocó en sus labios, mordió la mitad y saboreó el resto de su boca—, delicioso, —Saboreó la dulce fruta mirando esos hermosos ojos que espectantes esperaban el siguiente paso y que brillaron de lujuria al escuchar el sonido del cierre de su pantalón bajarse, deslizó la punta de su erección por la fina línea de su intimidad buscando humedecerse en ella, entró en su interior de golpe, tomándola por sorpresa—, ¿duele?, ¿te hago daño?
—No, estoy bien, no pares por favor.
—¿A mi pequeña le gusta así?, —Volvió a hundirse en ella, sacudiendo su cuerpo y haciéndola gritar por la intesidad del acto—, nena, ¿no te hago daño?, —Volvió a preguntar preocupado al ver cómo sus gemidos subían de tono—.
—No, no lo haces, —Mordió su labio inferior tratando de silenciar sus sollozos, pero todo fue en vano el orgasmo les llegó a la par y aún así él no dejó de moverse, la estaba llevando a los extremos, subió su mano hasta el rostro de Alessandra y rozó el pulgar en sus labios—.
—Me vas a volver loco pequeña, —Acarició el pulgar con la punta de la lengua y lo atrapó juguetona, la noche ofrecía ser larga para ambos—.
El día había llegado, hoy todas volvían de vacaciones y empezaba el final del ciclo, en su oficina Reth firmaba unos papeles mientras Astrid se ponía el uniforme, habían pasado los mejores días de su vida y él empezaba a cuestionarse en seguir ahí o perder la inmortalidad para irse con ella.
Para Becca todo parecía pintar color de rosa, aunque lo cierto era que la vida tenía le tenía preparada muchas decepciones que le destrozarían el alma y el corazón.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...