No paraba de llorar, se sentía la mujer más infeliz del mundo. Tenía puesto un hermoso vestido de novia, pero eso poco le importaba. ¿De qué servía tener una boda de lujo si no podía casarse con quien amaba? Obligada por su padre, Alma se preparaba para casarse, después de todo, él había logrado destruir su vida.
-Deja de llorar, arruinas tu maquillaje.
-Me importa muy poco mi maquillaje, mamá.
-Por favor, Alma, no puedes ponerte así. La gente hablará.
-¿La gente hablará? ¡Por Dios, mamá! Me estoy muriendo y lo único que te importa es lo que piense la gente.
-Por favor, no exageres. Tom es un buen hombre, te dará la vida que te mereces. Lo tendrás todo.
-No lo amo.
-Bueno, con el tiempo lo amarás.
-No quiero casarme con él.
-Pues lo harás, quieras o no -interrumpió su padre-.
-Por favor, papá, no me hagas esto.
-Está decidido. Te casarás con Tom o te juro que cumpliré mi promesa y mataré a ese don nadie. Ahora, termina de arreglarte. Salimos en quince minutos -avisó antes de salir de su habitación-.
-Te dejaré sola para que te calmes y vuelvo por ti -advirtió su madre, dirigiéndose a la cocina-.
Se sentía perdida. Después de todo, su padre había logrado separarla del hombre que tanto amaba. Se cubrió el rostro y rompió a llorar como una niña, resignándose al futuro que le esperaba.
-Mi niña, ¿qué te han hecho? -escuchó decir a sus espaldas, y pronto lo reconoció. Era Reth. Se levantó apresurada y corrió hasta sus brazos, deseando fundirse en él y no separarse jamás-.
-Reth -besó sus labios desesperada, aferrándose a él-, es peligroso que te vean aquí, debes irte.
-No pienso irme de aquí sin ti.
-Mi amor, no puedo irme. Si lo hago, mi padre te matará.
-No me importa la vida si no te tengo conmigo. No dejaré que te cases.
-¿De qué estás hablando?
-Vámonos, escapemos de aquí. Vente conmigo -no tuvo que pensarlo mucho. Se quitó el vestido de novia, tomó algo de ropa y dinero, y salieron por la cocina con ayuda de su nana. Al fin serían felices.
------En el Internado------
Ya había amanecido, pero ella aún no despertaba. Reth besó su frente, haciendo que se despertara, y una sonrisa se formó en su rostro al ver los gestos que hacía por no levantarse.
-Hora de despertarse, pequeña.
-No, Reth, me duele mucho la cabeza -se quejó-.
-Te dije que no bebieras tanto, linda. Ahora debes desayunar.
-Reth -se abrazó a él-, todo me da vueltas. Si como, vomitaré.
-Linda, debes desayunar para que puedas tomar una pastilla.
-¿Y si vomito?
-No lo harás -la ayudó a levantarse e hizo una trenza en su cabello para que desayunara-. Listo, ahora bebe esto -le dio un ibuprofeno-.
-No te vayas, Reth.
-Solo iré a dejar la bandeja y vuelvo -aprovechó que era temprano y que los demás aún dormían para ir hasta la cocina y dejar los trastos-. Ya volví, pequeña.
-Ven, Reth, acuéstate a mi lado.
-¿Te sientes mejor? -preguntó acurrucándose a su lado, abrazándola-.
-Sí, gracias.
-Te ves hermosa en las mañanas.
-Eso lo dices porque me ves con ojos de cariño.
-Lo digo porque es verdad. Eres hermosa -dijo, tomándola del rostro y besó sus labios-.
-Reth, te amo -se abrazó a él; sus palabras la llenaban, elevaban su ego-.
-Te deseo, pequeña -intentó meter su mano por dentro de la camiseta; se moría por tocarla, por hacerle el amor. Rozó su cintura con las yemas de sus dedos, intentando llegar a sus pechos, pero ella lo detuvo-.
-No estoy lista, Reth. Aún no lo estoy, lo siento -se disculpó-.
-Está bien, linda, no tienes por qué disculparte.
-Te amo, Reth. No quiero que pienses que no quiero estar contigo, solo que...
-Es solo que no estás lista -la interrumpió-, y yo lo entiendo. No quiero que te sientas presionada, Astrid. No quiero que hagas esto si no te sientes preparada aún.
-Reth -se abrazó a él-, gracias por entender -juntó su frente con la suya y besó sus labios, sellando así su traición-.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...