Se sentía el hombre más afortunado del mundo, tenía una pequeña casa a la que junto con su amada Alma habían convertido en hogar, luego de huir del pueblo en el que vivían, lograron casarse y esperaban a su primer hijo, su vida era un sueño, un sueño que pronto se convertiría en pesadilla.
-Mi amor llegue, -Dijo Reth entrando por la puerta y pronto se vio envuelto en los brazos de Alma, saltó rodeándole la cintura con las piernas y lo llenó de besos.
-Te extrañé tanto, -Lo tomó del rostro y besó sus labios-, mi hermoso príncipe, debes estar muy cansado de trabajar todo el día.
-Llegar a casa y verte aquí, hace que todo valga la pena, te amo, -Cenaron entre charlas y bailaron un poco antes de ir a dormir como lo hacían cada noche antes de dormir-.
A las tres de la mañana un ruido hizo que Reth despertara, se levantó con cuidado de la cama y se acercó a la puerta para abrirla, pero alguien se adelantó, el golpe lo tomó por sorpresa haciendo que cayera al suelo y despertando a Alma.
-Reth, -Corrió hacia él y botándose a su lado trato de evitar que los tipos que habían entrado lo atacarán, sintió una mano enredarse en su pelo que la alzó con fuerza del suelo, era su padre-.
-Creíste que nunca iba a encontrarte, ¿es lo que creíste?, la sacudió con violencia-.
-Papá por favor no le hagas daño, -Rogó entre lágrimas al ver que Reth intentaba pararse para defenderla y los otros hombres lo molían a golpes-.
-Has deshonrado a la familia, pero no más, volverás conmigo y serás encerrada en un convento-.
-Diles que paren por favor, -Forcegeó intentando soltarse de su agarre-, estoy embarazada.
-¿Qué?, embarazaste a mi hija maldito bastardo, -Gruño furioso y sacó su arma para dispararlo, pero Alma no se lo permitió, lo tomó de la mano y lo empujó tratando de quitarle el arma, pero todo salió mal el tiro le atravesó el vientre haciendo que se desangrara-.
-Alma, -Grito Reth a punto de desgarrarse la garganta y aprovecho el asombro de los hombres que incrédulos miraban la escena, para correr a su lado-.
-¿Que hice?, -Se preguntó a si mismo sin esperar respuesta y salió corriendo de la casa con sus lacayos siguiéndole los pasos-.
-¿Señor que hacemos con él?
-Quemen la casa, nadie debe saber que fuí yo, -Ordenó antes de huir cobardemente, siguieron las órdenes al pie de la letra y prendieron fuego a la pequeña casa antes de irse-.
En la habitación y fuera de si Reth abrazaba entre lágrimas el cuerpo inerte de su amada Alma sin percatarse que el fuego había rodeado todo el lugar.
-Por favor mi amor, por favor, -Suplicaba ahogándose en llanto-, no me dejes solo, -Poco a poco sintió como el fuego calentaba su cuerpo, pero eso poco o nada le importó, él ya estaba muerto-.
Se despertó con un dolor insoportable y sin saber donde estaba, abrió los ojos e intentó moverse haciendo que su piel se desgarra, un grito de dolor retumbó en la habitación llamando la atención de una de las enfermeras del hospital.
-Doctor el paciente despertó, -Llamó la enfermera-.
-Hay que cedarlo, -Escuchó decir-, aún no he terminado con las curaciones, -Sintió una aguja hundirse en su brazo y observó su cuerpo, tenía la piel del pecho en carne viva al igual que parte de su espalda, brazos y piernas-, señor, -Le habló el doctor-, unas personas lo han rescatado de un incendio, ha estado en coma por tres días, le hemos inyectado un sedante para poder curar sus heridas, se pondrá bien, -Fue lo último que escuchó decir antes de que el calmante hiciera efecto.
---------En El Internado--------
Un par de lágrimas se desbordó por sus ojos humedeciendo sus mejillas y él no tardó en secarlas de mala manera, volvió a llenar su copa de whisky y la bebió mientras fumaba un cigarrillo, hoy era el cumpleaños de Alma, 13 de abril, cerró los ojos buscando perderse en recuerdos que lo mataban, pero que le daban vida también, recuerdos que le destrozaban el corazón, recuerdos que le causaban gran dolor.
-¿Puedo pasar?, -Interrumpió una voz entrando en su oficina, era Drac-.
-Claro, pasa.
-¿Empezaste a beber sin mi?
-Llegas tarde a la celebración, -Sonrió con tristeza-.
-Lo sé, pero aún así podemos brindar, además es viernes -Se sirvió algo de trago-, por Alma, -Alzó su copa y la chocó con la de Reth-.
-Por Alma, -Repitió sintiendo un nudo en su garganta-, feliz cumpleaños mi amor, -Susurró parándose frente a la ventana de su oficina, y mirando al cielo, esperando que sus palabras se las llevara al viento y ella las pudiera escuchar-.
Bebieron y charlaron como lo hacían cada año en el cumpleaños de Alma, Drac quería a Reth como un hermano, era él único al que jamás traicionaría, no después de todo lo que Reth había hecho por él y de todo el apoyo que le había dado, a la una de la mañana habían tenido suficiente y decidieron irse, pasó por el cuarto de Astrid y abrió la puerta topándose con una cama vacía, caminó entre tambaleos hasta su habitación, allí estaba ella, trató de entrar sin hacer bulla pero terminó despertándola-.
-Reth, ¿dónde estabas?, estaba esperándote, -Lo ayudó a llegar a la cama-.
-Estaba en la oficina.
-Estas muy tomado, -Lo recostó en la cama y le sacó los zapatos-, es mejor que descanses.
-Gracias pequeña, -Sonrió, sentándose y apoyando su espalda en el espaldar de su cama, a la vez que la subía a su regazo-.
-¿Estas bien príncipe?, -Buscó su mirada-.
-Lo estoy ahora pequeña, -Abrazó su cintura y hundió su rostro en su pecho, "príncipe", así era como lo llamaba su amada Alma-.
-Es mejor que duermas, -Se acomodó a su lado acariciando su cabello hasta que lo hizo dormir, miró su rostro sonreída y besó su frente abrazándose a él para también dormirse-.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...