RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

"El tiempo lo cura todo"

Se despertó sintiendo el sol acariciando su rostro y una sonrisa se dibujo en sus labios al ver a su chica descansando tranquila aferrada a su pecho, su pancita cada vez estaba más grande y él no podía estar más feliz.

—Buenos días mi amor, —Saluda Astrid besando sus labios—

—Buenos días princesa.

—¿Qué hora es mí amor?

—Son las diez mi pequeña dormilona, —Dice besando la punta de su nariz—.

—Mi amor es tardísimo, debo ir a preparar el desayuno, —Intenta levantarse pero él no se lo permite—.

—Yo lo hago mi amor, hoy me toca a mí, —Se levanta y pone algo de ropa antes de bajar a la cocina—, voy, —Grita al escuchar que tocan el timbre y se apresura a abrir la puerta—.

—Buenos días, señor, —Se apresura a saludar el hombre que está tras la puerta—.

—Buenos días, —Contesta algo extrañado al ver al chico con una caja—, ¿puedo ayudarte en algo?

—Es usted el señor Reth, ¿verdad?, —Cuestiona—.

—Sí, él mismo, ¿puedo ayudarte en algo?, —Vuelve a repetir—.

—Sí, yo era quien le alquilaba la casa a la señorita Judit y debido a su muerte he tenido que donar todas sus cosas, era su voluntad, —Aclara—, pero está caja en especial la ha dejado para usted.

—¿Para mí?

—Si, la señorita Judit dijo que había algo importante que necesitaba que supiera y que le dejaba todo aquí, —Continúo sin percatarse de que Astrid escuchaba todo—, esto es suyo, —Le entregó la caja—, que tenga un buen día, —Se despidió—.

—¿Pasa algo mi amor?, —Pregunta Astrid tomándolo por sorpresa—.

—¿Escuchaste todo, verdad

—Si, Reth, deberías abrirla, —Lo anima—.

—No quiero incomodarte pequeña.

—No lo haces, tal vez sea algo importante, si quieres puedo dejarte solo para que la veas.

—No pequeña, a conmigo.

—Esta bien mi amor, —Se acerca a él y se dirigen hasta la sala—.

Varías fotos quedan al descubierto, aunque Reth se sorprende al ver que la persona en las fotos era Ezra, habían muchas fotos de él, demasiadas y Reth aún no entendía el porqué, sacaron todo hasta dar con un cuaderno, parecía ser un diario. Y lo era, era un diario que mostraba un itinerario de la vida de Alma y que dejó muchos secretos al descubierto, el engaño de Lucifer y la historia del origen de Ezra, el niño no nacido que uso Lucifer para que se convirtiera en ángel.

"En el internado otro era el ambiente, Zigor mantenía una discusión con Lucifer por los últimos acontecimientos, pero a él poco o nada le importaba".

—Estás jodiéndolo todo Lucifer, si sigues así Alessandra podría darse cuenta.

—Y una mierda Zigor, —Resopla enojado—, ¿quién se lo dirá?, ¿tú?

—Sabes que jamás te traicionaría, pero Reth sí, ya lo hizo una vez y puede querer tomar represalias por lo que pasó con Alma.

—Ya ha pasado mucho tiempo, Reth no hará nada, —Asegura—.

—Debes cuidarte las espaldas Lucifer, o no podrás con lo que se te venga encima.

—Nada pasará, yo siempre salgo bien librado y está no será la excepción, sólo necesito un sucesor, eso es todo.

—¿Y a quién piensas poner cómo nuevo director?

—Ezra será el siguiente.

—¿Ezra?, ¿ese niño?, por favor Alessandro, no salgas con esa estupidez.

—Es él único que queda, Mirt se ha ido, tú te casaste al igual que Reth, Yannick anda trás esa chica de la cafetería y pueda ser que Drac decida irse ahora que ha aparecido su hija.

—¿Y si no acepta el puesto?

—Aceptara, —Asegura—, yo me encargaré de eso.

—¿Por qué insistes Lucifer?, tú más que nadie sabe que tú historia está destinada al fracaso, ¿cuántas vidas más piensas destruir por tus caprichos.

—Las que sea. —Golpéa furioso la mesa—, no descansaré hasta que ella y yo estemos juntos para siempre.

—Por favor Lucifer, te has puesto a pensar, ¿en lo que pasaría si ella descubre que tú eres el culpable de la muerte de su padre y madre?

—El padre de Alessandra era un bastardo, —Se justifica—, además esa mujer no era su madre, siempre la trató mal.

—¿Y entonces qué?, ¿piensas matar a todo aquel que se cruce en la vida de Alessandra?

—Sí, —Contestó sin remordimientos, pienso matar a todo aquel que la lastime y a todo aquel que se interponga entre los dos, —Reafirma su posición antes de desaparecer furioso del lugar, no permitiría que nadie arruine sus planes—.