Sentía como si su cuerpo fuera de gelatina y los espasmos de su orgasmo parecían no querer parar, eran las tres de la mañana y Astrid respiraba con dificultad tratando recuperar el aliento que Reth le había quitado.
—Ya esta nena, —Acarició su mejilla y presionó su vientre tratando de contenerla, él placer era demasiado y sus lágrimas no tardaron en aparecer, Reth la estaba llevando a los límites—.
—Reth por favor, —Pidió tratando de rosarse en él, pero este se lo impidió—.
—Ha sido suficiente, —Mintió fingiendo estar saciado—.
—Solo un poco más, —Dijo casi en un ruego—.
—¿Por qué debería hacerlo?, —La provocó bajando su palma hasta su intimidad y presionando su clítoris—.
—Porque lo deseo, te necesito Reth, —La miró orgulloso de ver el poder que podía tener sobre ella, sería fácil vengarse, friccionó la palma de su mano en su intimidad hasta que esta volvió a llegar al éxtasis, su infierno apenas empezaba—.
No sabía qué hora era, pero la luz del sol acariciando su rostro le hizo darse cuenta que ya había amanecido, acarició la cama buscando a Reth solo para darse cuenta que este ya no estaba, miró el reloj que había a su costado, eran las ocho de la mañana y ella quería seguir durmiendo, estaba agotada, una sonrisa se formó en sus labios al recordar todo lo que su chico le había hecho. Se levantó encantada por el olor del café y notó que había ropa sobre la cama, sin pensárselo dos veces se dio un baño y bajó hasta el comedor, estaba muy hambrienta.
—Buenos días, —Saludó al entrar a la cocina, Reth se encontraba de espaldas friendo algo de tocino, lucía tan sexy con ese buzo negro ajustado a su cuerpo y esos jeans azules que resaltaban su trasero—.
—Siéntate, —Respondió Reth sin voltearla a ver—, tu café estará listo en dos minutos.
—Si quieres puedo ayudarte.
—No es necesario, tengo todo bajo control.
—Reth... ¿ahora sí podemos hablar?.
—Sí, —La encaró—, creo que ha llegado el momento de hacerlo, —Afirmó poniendo un plato con panques, huevos y tocino, aunque lo que más llamó su atención fue el café, se moría por darle un sorbo a la taza—.
—Reth yo quiero que aclaremos todo lo que pasó el día de nuestra boda, yo necesito que me escuches, yo..., yo necesito tu perdón.
—No me interesa hablar de lo que pasó ese día, pero estoy dispuesto a perdonarte, —La engañó—.
—Reth, ¿lo dices en serio?, —Lo tomó de la mano—.
—Sí, pero estas a prueba, vendrás a vivir aquí.
—¿A prueba?, —Lo miró confundida—.
—Sí, dos meses, ese tiempo nos servirá para ver si podemos tener una buena convivencia.
—Está bien acepto, —Contestó sin dudas, no dejaría pasar la oportunidad—, yo haré que funcioné, —Se acercó a él intentando besarlo, pero su beso se vio interrumpido por el sonido del timbre—.
—Iré a ver quién es, tú termina de desayunar.
—Si mi amor, —Sonrió feliz de saber que él le daría otra "oportunidad"" —.
Se dirigió hasta la puerta ante el insistente sonido de el timbre y la abrió, frente a él un Drac con cara de pocos amigos hizo presencia en busca de su recién aparecida hija.
—¿Dónde esta Astrid?, —Preguntó en tono serio—, y no vayas a decirme que no está aquí, porque Becca....
—Está en la cocina, —Lo interrumpió y este se apresuró a entrar—.
—Astrid, —La llamó varias veces hasta que esta respondió—.
—Estoy aquí papá.
—Me tenías preocupado, —La abrazó y besó su frente—.
—Los dejaré para que hablen, —Intervino Reth antes de desaparecer por las escaleras—.
—¿Estás bien?, ¿ese tipo te hizo algo?, dímelo, porque si se atrevió a lastimarte yo...
—No me ha hecho nada papá, todo está bien.
—Perfecto, entonces nos vamos.
—No papá.
—¿Qué?, ¿Cómo que no?
—Papá, Reth me ha dado una oportunidad, él dice que podemos intentarlo de nuevo.
—Astrid, esto..., esto no es seguro, Reth puede querer solo vengarse de ti.
—No papá, el me ama y yo a él, por favor papá, necesito demostrarle que puede volver a confiar en mí—.
—Ahora vengo, —Se alejó de Astrid en busca de Reth—.
—Papá, ¿qué piensas hacer?.
—Solo hablaré con él, — Aseguró siguiéndolo hasta el cuarto de estudio—, ¿Qué estás planeando Reth?.
—¿Planear?, —Se hizo el desentendido—.
—No te hagas, tal vez puedas engañar a Astrid, pero a mí no y desde ya te digo que sí lo haces, te mataré con mis propias manos.
—Vaya, vaya, —Sonrió sarcásticamente mientras le daba un sorbo a su copa de trago—, menos mal decías ser mi amigo.
—Ella es mi hija, no permitiré que le hagas daño.
—Ya veo, quieres compensar en ella el descuido que tuviste con su madre y que la llevó a la muerte, —Lo provocó—.
—Déjame adivinar, quieres qué te golpeé y arme un show para que mi hija piense que soy el malo, no soy tan tonto Reth, te conozco y no pienso caer en tus provocaciones, quedas advertido, —Amenazó antes de salir de la casa con Astrid para que buscara sus cosas—.
Los vio alejarse y un sentimiento de odio lo invadió, se vengaría de ese par y los haría pagar por todo, su soberbia era mayor que el mayor que sentía por Astrid, y que la hermandad que había forjado con Drac.
Nota : Hola con todas, quiero comentarles algo, llevo meses trabajando en una historia la cual publicaré aquí, pero sólo será por unos días, es una historia a la que no pienso hacerle promoción y la compartiré sólo con ustedes, ¿el motivo?, bien como lo habrán notado mis historias tienen un grado de erotismo moderado, nada del otro mundo, cosa que no pasa con esta, ya que para hacerla he investigado muchos temas de fetiches y demás cosas, no voy a negarlo, es una historia fuerte y lo más probable es que sea bajada de la plataforma, por esa razón solo la tendré unos días disponible para que puedan leerla, si bien aquí no existe violaciones ni relaciones con menores de edad, si habrán escenas de sadomasoquismo y roles voyeur, además de otros temas, será una historia muy polémica y fuerte que quiero compartir con ustedes, pero me gustaría saber, si ustedes quisieran leerla, para subirla aquí apenas termine.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...