RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

Capítulo 25 "Beatiful Angel"

El reloj marcó las nueve y treinta de la noche, era hora del espectáculo musical, los presentes tomaron asiento frente a la pequeña tarima con hermosas luces que se había improvisado en el salón, Yannick fue el primero en salir y sentarse frente al piano iniciando con la canción, "Beatiful Ángel" de Bazzi Ft Camila Cabello fue la elegida para comenzar el espectáculo, dando un ambiente romántico al que Astrid también se unió, lucía preciosa con aquel vestido blanco estilo princesa y sus alas de ángel, su ondulado y largo cabello la hacían lucir hermosa y el antifaz en su rostro le dió un toque de misterio, pero su voz la que terminó por enamorar a los ahí presentes.

-Es linda, -Comentó Drac acercándose a Reth que miraba embobado a la joven-, una de estas noches podríamos...

-Es mía, -Lo interrumpió-, y no la comparto.

-Vamos, siempre compartimos todo, -Lo provocó-.

-Esta vez no, -Aseguró antes de ir cerca del escenario para ver mejor ha Astrid, dos temas más fueron cantados antes de que ella bajará del escenario con la ayuda de Reth-, lo has hecho muy bien linda.

-¿Te gustó?

-Me gusta todo de ti.

-¿Me concedería esta pieza señorita Astrid?, -Preguntó Drac acercándose a ella-.

-Profesor yo no se bailar.

-No importa, yo te enseño, -La tomó de la mano-, por cierto, podrías tener esto, -Dijo sacándole las alas y entregándoselas a Reth que lo miraba con cara de pocos amigos, la llevó al centro de la pista disfrutando de cabrear a su amigo, no estaba interesado en ella, solo buscaba molestar a Reth-.

La observó durante varios minutos sonreír con cada cosa que Drac le decía, ¿de qué diablos estaban hablando esos dos?, cansado de la situación dió un último sorbo a su trago y salió al jardín, la situación le incomodaba y estaba seguro de que si seguía ahí, terminaría haciendo un espectáculo y le rompería la cara, salió al jardín y se sentó en una de las bancas a fumar un cigarrillo, no entendía porque se sentía así, él y Drac solían estar con la misma chica, pero ahora era diferente y no entendía el porque, tal vez sonaba estúpidamente posesivo, pero la quería solo para él.

-Con que aquí estabas, -Sonrió Astrid sentándose a su lado-, ¿por qué saliste?

-Quería respirar algo de aire fresco, ¿y tú?, ¿para que saliste?

-Te buscaba.

-¿Enserio?, porque te veías muy feliz bailando con Drac.

-Solo fue un par de canciones, él quería enseñarme a bailar, pero nada más.

-Yo también podía enseñarte a bailar.

-¿Pasa algo?

-No, no pasa nada.

-¿Quieres que entremos y bailemos?

-No, no quiero, -Respondió como un niño renegado-, pero de seguro Drac si quiere, deberías ir a buscarlo, -Se encogió de hombros-.

-¿Estas celoso?

-¿Debería?

-No, no deberías.

-Déjame solo por favor, es mejor que entres, hace frió.

-No hay razón para que tengas celos, no hay nadie en este mundo a quien ame más que a ti Reth, lo siento si te incomode, -Se disculpó antes de irse, pero él fue más rápido, se levantó y la siguió tomándola del brazo, y acercándolo a él, el beso la tomó por sorpresa pero no le molestó, subió sus manos hasta su rostro y correspondió a su muestra de cariño-.

-Lo siento pequeña, -La estrechó entre brazos-, soy un tonto, perdóname por hablarte así.

-Mi corazón es tuyo Reth, te amo, -Volvió a besarlo, la canción "Can't take my eyes of you" en la versión de Shawn Mendes sonó en la estancia y fue lo suficientemente alta para que ellos la escucharan-.

-¿Bailarias conmigo mi niña?

-Claro que si, -Lo miró llena de amor y tomaron posición de baile, las estrellas adornaban el oscuro cielo y sus corazones latían a un mismo ritmo, al ritmo del amor.

Para Becca otro era el panorama, dejó la bandeja de bocaditos en la mesa y regresó a la cocina, no soportaba ver a Mirt bailando con otras mujeres, no después de lo que había pasado entre los dos, secó sus lágrimas de mala manera y supo que había tenido suficiente, eran las doce y ella prefería irse a dormir.

Para Alessandra las cosas no eran diferentes, sentada en una esquina rompió en llanto, los recuerdos la atormentaban y sentía que ya no podía más.