Otra vez lo había conseguido, aquella hermosa joven había podido con él, no importaba lo mucho que trataba de alejarse de ella, a la final su frío corazón cedía ante Alessandra, ante su dulce princesa, era verla y perdía todo el horizonte, no podía controlarse cuando la tenía al frente, es lo que ocurrió en ese momento cuando le dio aquel beso y él en respuesta la había llevado hasta el castillo para hacerle el amor, esa mujer lo estaba volviendo loco.
Fijó su mirada en la bella Alessandra que aferrada a él dormía con total tranquilidad, ajena a todas las contradicciones que tenía Lucifer por su desmedido amor.
—¿Te quedarás mirándome toda la noche?, —Preguntó Alessandra apoyándose en su pecho—.
—Tal vez quiera grabar en mi memoria tu bello rostro, —Respondió subiéndola a horcajadas sobre él—.
—Te amo Lucifer, —Confesó tomándolo del rostro y pudo ver como sus ojos brillaron llenos de lujuria al ver que lo llamaba por su nombre—, mi adorado demonio, —Lo besó cariñosa—.
—Pequeña, —Juntó su frente con la suya—, ¿qué voy hacer contigo?
—Amarme
—¿Más?, no creo que sea posible amarte más de lo que ya te amo pequeña.
—Si me amas tanto, no vuelvas a dejarme, —Susurró sobre sus labios—.
—Pequeña, las cosas no son tan fáciles.
—¿Por qué?
—Porque tú eres humana.
—¿Qué debo hacer?, debe haber alguna forma para que podamos estar juntos, —Resopló frustrada—, no quiero alejarme de ti.
—Necesito un reemplazo.
—¿Un reemplazo?, —Lo miró sin entender—.
—Si pequeña, necesito alguien que quiera ocupar mi lugar.
—Pero debe haber mucha gente que quiera estar en tu puesto.
—Sí, pero no cualquiera puede hacerlo.
—¿Por qué?
—Porque mi puesto sólo puede ser entregado a un ángel.
—No estoy entendiéndote.
—Alessandra, yo también fui un ángel un simple ser humano no puede ocupar el lugar de Lucifer, es por eso que me lleve a Karina, porque tenía la esperanza de que Zigor se despechara y tomara mi lugar.
—Es mi culpa, yo te pedí que lo hicieras.
—No pequeña, es tu naturaleza, jamás habido maldad en tu alma, es eso lo que me ha atrapado de ti, tu pureza, tu capacidad de tener empatía con los demás, eres todo lo que yo no.
—Por eso tentaste a todos los ángeles que tienes en el internado, ¿verdad?
—Sabía que algún día volvería a coincidir contigo, por eso me aseguré de crear Valknir, durante siglos he reclutado ángeles que hayan sido abandonados por Dios, pero ahora todo se está yendo a la mierda, —
Comentó enojado—.
—¿Por qué?
—Porque se están enamorando, y al enamorarse el contrato pierde su valor, sólo aquel que pueda rechazar al amor verdadero, será quién pueda ocupar mi lugar, y espero que Reth sea quién lo haga.
—¿Y si no lo hace?
—Lo hará.
—¿Por qué estás tan seguro?
—Porque no soportará la traición, —Aseguró envolviendo en sus brazos a Alessandra—.
"En el internado los días se acortaban, el año estaba próximo a terminar y la cuenta regresiva para el dolor se acercaba cada vez más".
El timbre sonó anunciando a las alumnas la hora del desayuno, inquieto Mirt observaba una a una a la estudiantes sentarse, buscaba a Becca, hace días ya que su comportamiento había tomado un cambio drástico, siempre trataba de evitarlo y se había negado a recibirlo en su habitación, era increíble el giro que había dado la relación, antes era ella quien siempre lo buscaba y rogaba por sus atenciones, cosa que no pasaba ahora, le extrañaba mucho la frialdad con que lo trataba. Observó a la hermosa rubia entrar por la puerta llamando la atención de todos los ahí presentes, lucia diferente, su larga melena seguía ahí, dorada y hermosa como a él tanto le gustaba, pero su rostro ya no tenía la misma inocencia que tanto le atraía, había deliñado sus ojos haciendo que su color resaltará más y atrapara a cualquiera que osaba mirarla, un labial vino mate resaltaba la blancura de su sonrisa que había perdido su dulzura por completo, y el uniforme ajustado a su cuerpo la hacía lucir más mujer, y podía jurar que llevaba la falda más alta de lo normal, esa no era su Becca, era alguien diferente, era como si la habían cambiado, atrás había quedado aquella hermosa joven de mirada dulce e ingenua de la que él se había aprovechado, la Becca que había regresado Lucifer de las entrañas del infierno, nada tenía que ver con la que él conoció.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...