El oscuro cielo era alumbrado por las estrellas, y la preciosa luna brillaba más que nunca, hacía una hermosa ahí afuera, pero en el resentido corazón de Alessandra no dejaba de ser invierno, cada día era una cruel agonía que parecía no tener fin.
Abrazada al baúl de sus recuerdos, Alessandra lloraba las desdichas que le había dejado aquel hermoso hombre de ojos color turquesa, ese chico con cara de ángel que amaba con locura, Alessandro era un sueño hecho realidad, nunca se leo había dicho a nadie, pero desde que era una adolescente siempre se sintió atraída por los chicos con tatuajes y altos, es por eso que le había gustado él, era como si él hombre de sus sueños hubiera tomado forma humana, era perfecto, para ella lo era.
Su contacto en el internado le había dado unas pistas, pero el rompecabezas seguía incompleto y ni Zigor ni ella lograban descifrarlo, todo seguía siendo un misterio.
—Alessandra, soy yo, abre, —Dijo Zigor golpeando la puerta—.
—¿Ha pasado algo Zigor?, —Preguntó dejándolo entrar—.
—Tenemos que movernos rápido Aless.
—¿De qué hablas?
—Reth se ha ido, ha dejado el internado junto con los demás.
—¿No habrá nadie?
—Solo Mirt y una estudiante, pero no hay problema.
—¿Estás seguro?
—Si, mañana intentaremos entrar.
—¿Entrar?, ¿cómo?
—Por el cuarto prohibido, —Afirmó, ideando así un plan que tenía como fin rescatar a Alessandro y Karina—.
Era casi de madrugada en el internado y nadie a excepción de Mirt y Becca quedaban ahí, abrió la puerta de la habitación y se acostó a su lado, abrazándose a su cintura, buscando conciliar el sueño.
—¿Que haces aquí Mirt?
—No puedo dormir.
—Si claro, debe ser difícil para ti conciliar el sueño sin Rachel aquí, debes extrañarla mucho, ¿no?
—¿Celosa?
—No Mirt, solo estoy agotada.
—¿Agotada?, —La giró hasta que sus ojos se encontraron con su mirada—, ¿por qué lloras Becca?, —Preguntó secando sus lágrimas con el pulgar—.
—No es nada, —Mintió—.
—Nadie llora por nada Becca, ¿que pasa?, ¿te molesta que este aquí?
—No, me molesta ser tu segunda opción.
—¿De qué hablas?
—De lo que dice Rachel
—¿Qué es lo que dice Rachel?
—Que tu vienes a mi habitación cada vez que ella te rechaza.
—¿Disculpa?, ¿de dónde sacas eso?
—Rachel me lo dijo.
—Pues miente, —Aseguró lleno de soberbia—, no ha nacido la mujer que me rechace, además, yo nunca duermo con Rachel, tenemos sexo, pero nada más, la única con la que duermo es contigo, —Dijo Mirt, y algo en los ojos de Becca se iluminó al escuchar sus palabras—.
—Mirt, —Apoyó su cabeza en el pecho del hombre que tenía ha su lado y al que envolvió con sus brazos completamente ilusionada, sintiendo tontamente que era especial para él—, gracias, no sabes cuánto necesitaba escuchar tus palabras.
—Becca, —Besó su frente y acarició su rubia cabellera—, no te ilusiones, lo que te digo es verdad, pero tu sabes muy de que va esto, yo no estoy dispuesto ha atarme a nadie, cuando tú termines tus estudios, esto se acabará y más nunca nos volveremos a ver.
—Lo sé Mirt, no te pido que me jures amor eterno, es sólo que a veces eres tan indiferente conmigo, a veces siento que no te importó para nada.
—Claro que me importas Becca, pero no quiero que pienses cosas que no son.
—No lo haré, —Mintió haciendo una promesa que buscaba ocultar lo que ella tenía preparado para él, su tonta ingenuidad la llevaba a creer que ella podía ser la mujer que se ganará su corazón y lo llevará a descubrir el verdadero amor—.
—Bien, aclarado el tema, es mejor que te duermas, mañana empiezas recuperación.
—Si Mirt, —Sonrió—, buenas noches, —Besó sus labios y buscó refugio en sus brazos hasta que el sueño terminó por dominarla—.
La música amenazaba con romper los cristales en el "Blue Nigth", sentados en apartado del lujoso club, Yannick, Drac y Ezra disfrutaban del espectáculo voyeur que las parejas ofrecían en el lugar y en las que ellos esperaban participar, tomaron unas copas de vodka antes de elegir a la mujer con la que estarían, aunque Yannick estaba renuente a participar.
—¿Viniste sólo a ver?, ¿o participaras Yannick?
—No lo sé, creo que esta noche yo paso Drac.
—¿Lo dices enserio?, hay muchas chicas hoy.
—Lo sé, pero no estoy de humor, diviertanse, estaré en la barra, —Bebió su último trago antes de salir de la habitación y deambular por el bar, pasaron un par de horas antes de que Ezra y Drac aparecieran, a las seis de la mañana sabían que habían tenido suficiente y decidieron marcharse.
—Tengo hambre.
—Tu siempre tienes hambre Yannick, —Molestó Ezra—.
—Yo también tengo hambre, deberíamos ir a desayunar alguna cafetería, —Apoyó Drac—, pasaron unos treinta minutos antes de que encontraran algo abierto, un pequeño café restaurante que atendía las veinticuatro horas, entraron al lugar que estaba poco concurrido y se sentaron en una de las mesas a esperar que alguien los atendiera.
—Buenos días, —Saludó una voz llamando la atención de los tres, frente a ellos una joven de unos veinte años hizo presencia con libreta en mano lista para tomar la orden, como de un metro setenta y ojos cafés, de cabello largo de un color negro, la dulce joven no tardó en llamar la atención de Yannick—.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Storie d'amore¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...