Había tomado sus maletas para irse, eran las siete de la mañana y el chófer esperaba por Astrid.
—Que disfrute de su campamento señorita Astrid, —Le sonrió cómplice antes de cerrar la puerta del auto—.
—¿Has visto a los demás, —Preguntó Mirt—.
—Anoche salieron con rumbo al "Blue Nigth", es muy probable que sigan ahí, ¿Becca ha despertado ya?
—No, es sábado, hoy no tiene clases, por eso he dejado que siga durmiendo.
—¿Puedes hacerte cargo?, mi vuelo sale en dos horas y necesito salir ya para el aeropuerto, —Mintió—.
—Ve tranquilo, yo me encargo.
El olor a café la despertó a las diez de la mañana encontrándose sola en la cama, al parecer Mirt se había despertado, se desperezó y tomó una camiseta que le llegaba a medio muslo con unas medias que le llegaban más arriba de sus rodillas, junto con unas babuchas y bajó desayunar, fue hasta el comedor, pero no encontró nada, al parecer el olor salía de la cocina, abrió la puerta encontrándose con Mirt de espaldas a ella, estaba vestido impecable como siempre.
—Hasta que despertaste, —Comentó sin dejar de freír el tocino—.
—Yo me quedé dormida, lo siento, ¿dónde están los demás?
—Reth viajó, los demás no se donde estén.
—¿Y Astrid?
—Ella se fue.
—¿Dónde?
—A un campamento vacacional o algo así, ahora..., —Se volteó quedándose en silencio al notar la ropa que traía puesta, verla así al natural era todo un pecado y mil ideas venían a su cabeza, lucía tan inocente que lo único que le provocaba era tumbarla sobre la mesa y hacerla suya de todas las formas posibles—.
—¿Qué?, —Preguntó incómoda al notar que la observaba de pies a cabeza—.
—Siéntate, te serviré el desayuno.
—¿Quieres qué te ayude?
—Si, ¿podrías poner la mesa?
—Si claro, —Contestó sonriendo mientras acomodaba los individuales—.
Una llamada interrumpió el silencio en el que se mantenían, era Drac.
—¿Que pasa?, ¿dónde están Drac?
—Estamos desayunando en una cafetería y luego iremos a casa de Yannick, ¿necesitas ayuda?
—No, lo tengo todo controlado.
—Bien, entonces nos vemos mañana, —Cerró la llamada—.
—Ya esta lista la mesa Mirt.
—Si, ya me di cuenta, —Dijo acercándose a ella—.
—¿Pasa algo?
—No, pero va a pasar, —La tomó de la cintura y la sentó en la mesa, aventó las cosas que habían sobre la misma y se apoderó de sus labios sin darle tiempo a reaccionar—.
—Mirt alguien podría entrar, —Susurró tomándolo del rostro—.
—No hay nadie más aparte de ti y de mi.
—¿Lo haremos aquí?
—Lo haremos aquí, en la sala en la habitación en el baño, lo haremos en todo lado, —Volvió a besarla hasta recostarla por completo en la mesa y la desnudo, se colocó entre sus muslos y acarició sus pechos dando leves succiones y mordiscos a sus pezones—.
—Mirt, —Sollozo agitada con las sensaciones a flor de piel, mientras el deslizaba su lengua por sus labios como dibujando las formas femeninas de la joven que desesperada se temblaba al sentir el orgasmo recorriendo su cuerpo—.
Un corto besó se posó en la entrada de su intimidad que aun se encontraba sensible por las atrevidas caricias de Mirt, su respiración estaba agitada y sus mejillas pintaban un color rosa mezcla del placer y la vergüenza que sentía en ese instante.
—¿Que pasa?, ¿la hija de papi se siente pudorosa ahora?
—Deja de llamarme así Mirt, no me gusta que lo hagas por favor.
—Esta bien, lo que diga la princesa, —Le guiñó un ojo divertido—, ¿dime tea has puesto roja de la vergüenza o de la excitación?, —Preguntó haciendo que se sonrojara más, ¿o es una mezcla de ambas?, —Volvió a preguntar penetrándola con dos de sus dedos—, eres tan suave y húmeda, —Presionó el clítoris haciendo círculos mientras sacudía sus dedos en su interior llevándola a desencadenar otro orgasmo y aprovechando así el placer que ella experimentaba para llenarla con su erección que pedía por ella y su calidez, sus movimientos eran lentos pero profundos, estimulando al máximo sus terminaciones nerviosas y llevándola a gemir descontroladamente, oirla sollozar era la mejor música que podían escuchar sus oídos, verla tan vulnerable y sentirla tan suya lo hacían sentir feliz, sabía que así le dolería más cuando le dijera toda la verdad, sabía que así la destruiría por completo cuando la dejara.
Ojo Por Ojo.
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RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)
Romance¿Estás lista para entrar en mi juego?, ¿Estás lista para ir más allá de lo desconocido y probar un poco de infierno disfrazado de cielo?. ¿Qué tanto estás dispuesta a perder?. Amor y Odio, Dulce y Amargo, Obediencia y Soberbia, Dolor y Placer, te lo...