Su madre se había ido en busca de un nuevo lugar donde asentarse y con ella fueron Torvi y Ubbe. Gyda le prometió visitarla en uno de esos días, aunque no estaba segura de hacerlo. Luego regresó al encierro del gran salón. Sabía que los guardias que fingían cuidar las puertas de entrada estaban allí por ella, para mantener un ojo cuando Björn no estaba. Hubiera gritado y discutido, pero se dió cuenta de que sus fuerzas eran nulas siquiera para abrir la boca y pelear con su hermano.Apenas pudo dormir por estar pensando en lo que Björn le dijo. ¿Y si de verdad estaba muerto? No obstante, esta mañana se dió cuenta de que no podía solo decir que estaba muerto. Necesitaba verlo con sus propios ojos para tener la garantía de ello. Toda aquella discusión del día anterior con su hermano se esfumaron como si nunca hubiera ocurrido y lo único que hizo fue guardar silencio.
Gunnhildr terminó de peinarla y dejó el cepillo sobre la mesita. Gyda sintió su presencia detrás, como si quisiera decirle algo. Antes de que eso sucediera, se levantó con su vestido negro y le murmuró un simple gracias antes de dirigirse hacia el salón. Pasó por las cortinas e ignoró la mirada de su hermano mientras se sentaba en uno de los asientos laterales.
Björn, sentado despreocupadamente sobre el trono apretó los dientes con cansancio y le dió un pequeño vistazo a su esposa Gunnhildr antes de que las puertas se abrieran.
Gyda observó al grupo de hombres que se aproximaban con sus túnicas rozando el suelo. Ninguno le fue familiar y sintió curiosidad al mismo tiempo que cautela.
—Rey Björn, reina Gunnhildr, traemos noticias del rey Harald —anunció el lider.
Gyda frunció el ceño, tan confundida como su hermano y Gunnhildr.
—Creíamos que el rey Harald había muerto a causa de sus heridas.
—No. Es verdad que lo hirieron en batalla, pero el rey Olaf lo rescató y lo llevó de vuelta a casa.Björn contempló su cuerno medio vacío, expresando su indiferencia.
—Muy noble de parte del rey Olaf.
—Tal vez no tanto —indicó el otro mensajero.Gyda inclinó la cabeza con sospecha.
—Mientras el rey Harald estaba enfermo, el rey Olaf tomó su reino.
Una risita irónica acompañó al incómodo silencio y todos miraron hacia Gyda. Ella tenía una sonrisa secreta y mantuvo sus ojos sobre el suelo.
—Tenía suficientes guerreros para lograr su cometido —continuó el hombre con preocupación.
Gunnhildr miró hacia su esposo con atención.
—Qué lástima —dijo él sin más—. ¿Qué tiene que ver conmigo?
—El rey Harald sigue recuperándose. Pero no quiere ser gobernado por el rey Olaf. Sabe que su vida peligra y que probablemente lo matarán. También recuerda que él acudió a ayudarlo, cuando usted quiso atacar a su hermano Ivar —añadió, haciendo que Björn se reclinara sobre el trono, descansando sus codos sobre sus piernas. Gyda vió su serenidad y también vió que no le emocionaba escuchar aquello.
—Y que él lo salvó personalmente cuando Ivar trató de capturarlo y matarlo —siguió el mensajero y Björn comenzó a ponerse de pie —. Por lo tanto, reclama su obligación. Le pide, como verdadero vikingo, como hijo de Ragnar, como amigo y aliado, que lo ayude a derrocar a su usurpador.
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Gyda Lothbrok: Madre del Gran Fenrir -Ubbe Ragnarsson-(editando)
ФанфикTras sobrevivir a una fuerte epidemia que acabó con la mitad de Kattegat, Gyda, la única hija de Ragnar y Lagertha, se había ganado el temor de los habitantes del pueblo del cual su padre gobernaba. Nadie podía acercarse a ella, nadie podía lastimar...