Reencuentro

3.1K 252 27
                                    




Salir del bosque se había sentido como salir de una fantasía, donde solo estaba Fenrir y ella junto a la naturaleza. Pero era hora de luchar por su antiguo hogar. Por lo que ambos corrieron hacia la gran fila de hombres y mujeres que seguían a su madre. Algunos de ellos, los más cercanos a ella andaban en caballos y los restantes iban a pie. Solo que su hermano era el único entre ellos que esperaba por ella con un caballo a su lado. Björn le sonrió en cuanto la vió llegar con Fenrir. Detrás de él, los demás se iban alejando de a poco, por lo que Gyda se apresuró hacia su hermano.

—Realmente es digno de llevar ese nombre—comentó él cuando miró a Fenrir.

Gyda solo sonrió antes de que su hermano la ayudase a subirse al caballo y se acomodó hacia atrás para hacerle lugar. Desde abajo, Fenrir la observó y luego fijó sus oscuros ojos hacia la multitud, gruñendo por lo bajo.

—Ellos están con nosotros, Fenrir. —le explicó ella.

El lobo, que no se encontraba tan alejado de ella a causa de su gran altura, guardó sus colmillos y comenzó a seguirlos en cuanto comenzaron a avanzar entre los demás. Gyda se agarró de la cintura de su hermano cuando hizo trotar al caballo hasta donde su madre lideraba. La joven sonrió de oreja a oreja al ver a su lobo correr a su lado. Parecía tan emocionado como ella. Su estómago se retorcía con nerviosismo por el simple pensamiento de que iba a ver a su padre nuevamente. Y con él, a la princesa Aslaug. Trató de no darle tanta importancia a eso último. Habían cosas más importantes y en juego que el rencor hacia la princesa.

Durante lo que quedaba de viaje, Gyda observó el paisaje y cómo de a poco el sol se alzaba hasta iluminar cada esquina que los rodeaba. Por fortuna el frío había disminuido y solo se sentía una suave brisa. El trote de los caballos era lo único que se oía y Gyda se permitió bajar la guardia después de mucho tiempo. Notó que su espalda, al haber estado tan rígida, hacia que cada músculo doliera. No se había sentido tan libre desde que dejaron Kattegat hace cuatro años.

—Allí están.—le avisó su hermano de repente.

Con el corazón alterado, estiró el cuello para ver por delante de su hermano y no dudó en sonreír cuando distinguió la figura familiar de su padre salir de una vieja cabaña y caminar con paso dudoso para ver de quienes se trataban. Detrás de él, la postura reclinada de Floki se hizo ver y parecía portar un hacha en su mano. Y Helga estaba con él.

Se ocultó nuevamente detrás de su hermano cuando vio a su padre avanzar hacia el camino. Fue cuando Lagertha se detuvo y su hermano también que tuvo que contener su aliento para no hiperventilar. Apoyó la frente contra la espalda de Björn y esperó.

—Ha pasado mucho tiempo.—oyó a su padre decir y sólo con escuchar su voz, Gyda trató de no derramar lagrimas. Lo había extrañado más de lo que se esperaba.
—Hola, Ragnar.—saludó su madre en un tono cordial mientras se bajaba del caballo.

Fue momento de que Björn hiciera lo mismo y solo hizo que se pusiera más nerviosa. Soltó sus manos de su cintura para dejarlo bajar y no se animó a mirar hacia adelante cuando se vio expuesta. ¿Como podía ser que sintiera los ojos de su padre sobre ella? Sentía que la estaban perforando a medida que su hermano la ayudaba a bajar. Le dio una pequeña sonrisa cuando él notó su inseguridad. Los azules ojos de Björn la observaron y pudo tranquilizarse un poco. Entonces, mientras escuchaba a su madre hablar con su padre, despegó sus ojos verdes de su hermano y lentamente los dirigió hacia Ragnar. Y como había estado sintiendo, los llamativos ojos de su padre se encontraban sobre ellos dos. Su mirada era profunda a medida que se acercaban hacia su madre. Gyda rozó la cabeza de Fenrir y permaneció de pie sosteniendo la mirada de Ragnar. No pudo evitar sonreírle levemente. Él caminó la poca distancia que quedaba y miró primero a su hermano, quien estaba más cerca de su padre.

Gyda Lothbrok: Madre del Gran Fenrir -Ubbe Ragnarsson-(editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora