VI.

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Ares; el dios de la guerra.

Minutos antes de la interrupción en el aposento de Artemisa.

"Debemos de hablar", esa fue su maldita frase. ¿Quien demonios se creía que era ella para decirme que "debo" de hablar con ella? Y encima tras lo pasado en la sala de Los Doce; claro, cómo Zeus le permite hacer lo que le plazca es se dió la libertad probablemente. Pero ahora iba saber quién era yo, porque aún cuando en años habíamos dejado el conflicto; no tendría problema en retomarlo con tal de golpearla.

-Perdon Atenea, pero yo no tengo nada que hablar contigo y menos que sea un deber. -Hablando cortante y sin mirarla tome camino, lastimosamente ella era un obstáculo al frente; pero aún así seguí caminando pasando por su lado. Pero entonces, ella coloco su mano en mi pecho y me dió un ligero empujón para que estemos frente a frente otra vez. Eso me estaba cabreando...- Vuelve a hacer eso mujer de mierda y creeme que te irá mal.

-Escuchame bien Ares; no estoy para tus amenazas vacías que nunca llegan a nada. Ahora, déjame decirte que en esta ocasión si tenemos que hablar.

No me había fijado antes pero su postura era muy relajada, una que llegaba a ser raro en ella puesto que siempre paraba pensando en múltiples cosas y su postura... Su postura, ¿A qué podía deberse esa postura? ¿Es que tenía algo planeado? ¿Una trampa? ¿Una broma con Zeus? ¿Hermes? Maldita sea, podían ser muchas cosas y aún así yo no tenía una idea clara o fija. ¿Que carajos podía ser?

-Olimpo a Ares, ¿Aló? Olímpo a Ares. ¿Me estás escuchando? -Me había perdido en mis preguntas y pensamientos, ella me miraba raro a la par que movía su mano para ver si estaba consciente. ¿Sería que me había dicho algo?- ¿Que sucede Ares? ¿Acaso has consumido algún estupefaciente? ¿O a qué se debe ese rostro?

Otra vez con sus bromas... Estaba cansado de eso, así que; tomando aire y exhalando le hable.

-¿Vas a seguir con tus bromas inoportunas? Déjame decirte algo Atenea y escúchame bien.

-No, tu escúchame y bien. -Su dedo índice me señalaba, como si con eso pensará que pudiera hacerme más pequeño. Siempre con su carácter autoritario- Y espero que lo hagas, porque solo lo diré una vez.

Una de mis cejas se arqueo, mis ojos la miraban queriendo asesinarla por su falta de respeto; mis manos imaginaban una escena en dónde la ahorcaba hasta probarla del aire y de la vida. Pero sabía que no podía hacer eso porque sí, y eso derivo a qué simplemente mueva aquella mano con brusquedad y elevé mi tono de voz.

-¡No te atrevas a volver a hablar cuando yo estoy hablando! ¡Y tampoco pienses en señalarme con uno de tus estúpidos dedos! ¿¡Te quedó claro diosa de la sabiduría!? ¿¡O no eres tan sabía como para comprender mis palabras!?

Su nariz se frunció, sus ojos por la forma en que me miraron podían sugerir que mis palabras no le gustaban. Pero el resto de su cuerpo se mostraba normal, parecía que su ira no había bajado por sus arterias y venas al resto del cuerpo como su sangré.

¿A qué demonios se debía que su cuerpo este relajado en un momento así?

No lo sé, pero lo que si ví fue como la ira abandono su rostro dando paso a una risa muy calmada haciendo que aquella cara se vista de seguridad para empezar a mover los labios. Y lo peor de todo, es que no se porque; pero la dejé hablar.

-Ya no serás más dios de la guerra violenta Ares, ahora es mío junto al de la guerra con estrategia.

¿Que demonios?

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora