La cita pt. 5
Atenea; diosa de la guerra.
Estaba nadando en aquel pozo de agua cristalina mientras cerraba los ojos y pensaba para mí sobre todo lo que había pasado en este tiempo. El cómo fue suficiente un único día para que todo cambié de manera tan drástica, lo que en su momento me pareció la mejor idea para alejar al dios el cuál "odiaba", fue lo que conllevó a que hace poco estuviésemos a nada de ser todo pero a la misma vez nada... Pero justo cómo siempre algo tenía que pasar, tan cruel era el destino que a una de sus tantas conquistas se hizo presente, presente y encima idéntica a su mayor logró, a Afrodita.
Ya se lo había confesado indirectamente a Ares, y de forma directa a Eros. Así que, ¿Que sentido tenía ahora reprimirlo?
Si, hace mucho jure ser una virgen eterna junto a Artemisa y seguir los pasos de la tía Hestia. Pero ese era el problema.
Que lastimosamente al igual que los mortales nosotros tenemos defectos, muchos, el mío llevaba nombre y en su nombre el odio del Olímpo. Es que no todo era peleas entre nosotros siempre, no, no lo era. Muchas veces fuimos aliados y luchamos codo a codo, como en Ilion(claro, antes de que un coño rosado le pidiera que se cambie de bando). Con sus Espartanos en el estrecho de las termopilas, siendo yo quién iluminó al rey Leónidas de estratégia y mientras el era quien les daba fuerza y valor en combate.
También estuvo una vez que sacó cara por mi, no necesitaba hacerlo pero igualmente lo hizo. Fue tras el intento de violación de Hefesto, cuando mi tío Poseídon lo engaño y estén quiso tomarme sin mi consentimiento. Al día siguiente sin saber cómo(no, si sabia. Yo sé lo había contado a Artemisa y probablemente ella a él) el estaba en su forja discutiendo con él, de como pensó que por la palabra de un violador el podía creer que tenía derecho a tomarme a mí. Era obvio que lo hacía porque repugnaba eso, detestaba a los violadores, en el juicio que se llevó lo dejo muy en claro. Pero aún así, verlo defenderme cuando muchas veces yo atente contra él fue algo que no podía ignorar.
Y menos sabiendo que también podía llorar, pero pensé que solo podía hacerlo por pocas cosas, como por su fallecido hijo en Ilion. Cómo casi bajaba al combate para sentenciar su vida a un castigo de padre. Pero ahí estuve con él, y lo consolé.
Era ahí, cuando lo tenía de aliado y con ese detalle que tuvo, cuando lo veía con otra perspectiva que no me parecía alguien odioso o repugnante, llegué hasta el punto de un momento hacerme la pregunta: ¿Cómo odiar a alguien en especial siendo que todos tenemos defectos? Siendo que probablemente el sea menos malo y aún así llamarlo "Ares el sin corazón".
Pero sus defectos también eran grandes, sí, yo era la consentida de papá pero eso no era algo que yo elegí. Cómo tampoco elegí que papá lo odié, que lo odié como a pocos, pero eso fue algo importante para que el me viese con ojos de recelo.
O el hecho de que era muy galán con las mujeres, tanto que nunca se casó siendo que pretendientes no le faltaron, hasta tenía a la misma hija de la Noche tras él. Pero siempre elegía a una mujer ya casada, a su Afrodita... Y yo, yo ya tenía un juramento.
Con todo eso solo tome la decisión más tonta, odiarlo cuánto pudiera para que el sentimiento fuera mutuo, para intentar perder cualquier interés que haya de mi parte. Reprimirlo.
Por mucho tiempo sirvió, nos odiamos a muerte, lo veía tranquilo y creo que, en una forma tóxica de no perder esa "relación" de rivalidad pues hice tonterías para fastidiarlo. Pero cuando ví que era ya difícil hacer eso o excusarme para seguir generando odio y que probablemente en algún momento por la mera curiosidad intentase algo con el me ví en la obligación de hacer mi última jugada. La que desencadenó todo esto, pues pensé que siendo el un dios menor, marcando más distancia al no poder generar odió podría seguir ahogando lo que había dentro de mi. Pero irónica y cruel es la vida, porque solo hizo que este finalmente se abra dentro de mi.
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This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic
Romance"La guerra es el origen de todo", dijo alguna vez Heráclito. Y esto no será la excepción, pensamientos distintos, una rivalidad que ya debe de acabar y un destierro. Aquellos polos opuestos ahora tendrán que lidiar con su mayor interrogante, ¿Que se...