Hades; rey del Inframundo.
Tras cada paso que daba un eco acompañaba de fondo a estos, poco a poco bajando las escaleras viendo cómo lo que inicio como unas escaleras bien construidas por las más finas manos se iban volviendo escaleras que parecían sacadas de los rincones más pobres del mundo mortal. Pues lo que era piedra fina bien detallada al inicio con logos se fue volviendo piedra que parecía y apenas se dieron el esfuerzo de que tenga la forma de una escalera. Las ninfas me dijeron que no había de que temer al bajar pues ningún accidente había ocurrido antes pero eso a mí no me tranquilizó, de hecho nada en aquella montaña donde el ego era el verdadero rey por encima de Zeus podía darme "tranquilidad".
La discusión entre el, Poseídon y yo había acabado dando un veredicto que era final. Aunque la discusión para llegar a este fue fatal, cada uno quería algo distinto, algo cruel para él pobre muchacho, yo solo quería abogar por el pues no necesite ser oráculo para prever algo así.
"Una vez mató a mi hijo Hades, lo intento con Atenea. ¿Acaso vas a esperar a que llegue intentarlo con una de tus hijas?"
"¡Lo que tú sobrino ha hecho porque ni creas que lo llamaré «hijo» tiene perdón de nadie. Preferiría mil veces que Urano regrese antes de darle un perdón real!"
Esas fueron algunas de las palabras de los otros reyes, Zeus estaba más decidido que Poseídon de que Ares debía sufrir por la eternidad. En cambió mi marítimo hermano a veces dudaba, es más, cuando se acabó la conversación y salimos me robó unos minutos de mi tiempo para pedirme perdón por meter a mis bellas hijas; Macaria y Melinoe.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz del sátiro quien me escoltó hasta las profundidades de los calabozos con un: "rey del Inframundo, ya ya~ ya hemos llegado."
Yo solo moví la cabeza, en cuanto hice esto el entendió que tenía que dejarme sólo. Por el miedo me dejo su antorcha así que lastimosamente tuvo que subir a ciegas, creo que los gritos que escuche a los minutos fueron de él tropezando y no de seres que pudieron ser torturados. Caminando por un largo pasillo que se asomaban frente a mí ví como un montón de estatuas en dónde estaba el más joven de mis hermanos furioso eran el centro de atracción. "Un detalle soberbio".
En cuanto termine de caminar por esa ruta vi como frente a mi habían dos guardias que protegían la puerta, estos se mostraron sorprendidos al verme pues llame su atención pero inmediatamente desviaron sus miradas en cuanto yo los ví. Note heridas en ellos, ¿Por qué tendrían heridas si eran unos guardias de vigilancia y no de escolta?
Bueno, supongo que no importaba.
Ordené que me abrieron la puerta y eso hicieron, pude oír como el bronce de esta rasgaba de forma chillante el piso en el que estaba hasta que finalmente se abrió por completo. El cuarto si es que se podía llamar cuarto que estaba frente a mi estaba más oscuro que mi reino, apenas y había un única antorcha que su luz se estaba extinguiendo. Apenas y pude ver los lastimados pies de mi sobrino.
En cuanto entre con mi propia mano y haciendo uso de mi fuerza cerré en un santiamén lo que a los guardias tanto les había costado.
Fue gracias a la luz de mi antorcha que mientras me iba acercando cada vez era más visible la silueta del señor de la guerra, corrijo, el ex señor de la guerra. Poco a poco pude contemplar como sus piernas tenían quemaduras que parecían estampadas, moretones que se alzaba como montañas y diría que infecciones. ¿Lo estaban tratando o es que lo dejaban morir? Apenas y lo único bueno que ví en el fue que sus grilletes eran de la más alta calidad de plata, plata tan cómoda que le había permitido conciliar el sueño a aquel que cuando ví su rostro todo desfigurado pensé que era cualquier otro menos Ares.
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This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic
Romance"La guerra es el origen de todo", dijo alguna vez Heráclito. Y esto no será la excepción, pensamientos distintos, una rivalidad que ya debe de acabar y un destierro. Aquellos polos opuestos ahora tendrán que lidiar con su mayor interrogante, ¿Que se...