VI.

209 29 15
                                    

Artemisa; diosa de la caza.

-Eros, Eros, ¡Reacciona por favor!

Eran esos los gritos de una madre esperando a que su hijo reaccioné, Eros no estaba muerto lo cual era bueno. Pero el ataque tan brutal que llevo a cabo Zeus podría ser capaz de dejarlo en un shock del que no saldría.

Maldita sea la hora de llegar tarde, si tan solo Zagreo me hubiera rescatado con unos minutos de anticipación...

-Afrodita. —Dije mientras con mi mano acomodaba otra flecha en mi arco— Lleva a Eros a un lugar seguro por favor. Nosotras nos encargaremos de nuestro "padre".

No podía ver su rostro pues le daba completamente la espalda para cubrirla a ella y a Eros de Zeus, puede que en su rostro la negación y el deseo de querer quedar a pelear estuvieran presentes. Pero Atenea estaba a mi lado sujetando su espada y escudo. Juntas hacíamos un muro que su única misión en ese instante era salvaguardar a Eros, y Afrodita tenía que comprender eso.

Aún cuando con ella de repente pudiésemos hacer más, pero si Eros se quedaba solo en pleno campo de batalla nada nos aseguraba que otros no lo fueran a atacar.

-Dejen vivo al hijo de Cronos. —Esputo ella a regañadientes— Va a pagar por todo lo que hizo a mi familia.

-Y lo hará. —Interrumpió Atenea— Ni tú ni yo nos quedaremos sin saldar las deudas contra él. Te hago esa promesa Afrodita.

-Ahora vete con Eros. —Finalice yo—

Sin nada más que decir la diosa de la bella cogiendo a su hijo entre brazos se levantó y cargo con él, corrió hasta desaparecer por el bosque, el padre de aquel muchacho alado que tantas tardes nos alegro con sus ocurrencias recién ahí pudo apreciar lo mal que había quedado su hijo.

Bastaba con decir que aún estando en desventaja completa contra un Apolo que era curado cada dos minutos por Asclepio era él quien dominó el combate.

Y Zeus, notando el riego que estaba merodeando a su hijo favorito, a mi gemelo; pues quiso ir hasta donde él. Olvidando que mi hermana y yo estábamos frente a él.

-¡Atenea! —Vocifero mientras se arrancó la flecha del pectoral, rompió está como una rama— ¿¡Pero que haces!? ¡Estás peleando por quien te quiere muerta! ¡Por quién te apaleo dos veces!

-¡Ya basta papá! —Respondió ella acomodándose en guardia, yo hice lo mismo— ¡Basta de tus engaños y deseos de matar a Ares! ¡Ya lo sé todo así como tú supiste todo de mi! ¡Ya me harté! Todo esto pudo haber acabado antes de empezar.

Cuando mi hermana termino de decir aquellos gritos, Zeus se frenó, parándose estático y empezando a fruncir más el ceño que hacía resaltar más aquellos ojos amarillos el me miró a mí.

Antes de que quisiera salirme con algún discurso hipócrita yo hablé primero.

-Si planeas salvar a Apolo, Zeus. Tendrás que pasar por encima de nosotras. Y te pido no intentes hacer querernos sentir mal, no con lo que le hiciste a Eros.

A partir de eso las palabras eran sobrantes, tanto él como nosotras dos lo sabíamos y lo sabíamos desde antes. Desde el momento en qué tras la derrota de Atenea en el jardín se atrevió a buscar la forma de matarlo, y de ser tan capaz de llegar a ese objetivo que hacerlo el enemigo público número con un crimen más del que Ares era inocente. La lesión de Selene.

Zeus alisto un rayo que sin titubear lo lanzó contra nosotras, Atenea rápida como siempre se puso al frente y usando el escudo que llevaba el estampado de Medusa nos protegió del impactó.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora