Atenea; diosa de la guerra.
Volvía de comprar, dejé muchas de las cosas en sus bolsas pues en el hotel ya no había espacio. De suerte dos maletas nuevas y recién compradas podrían aguantar la cantidad de ropa que llevaría. En cuanto deje todo y tras una placentera ducha salí con la toalla cubriendo mi torso y otra mi cabello mojado, así llegué hasta mi cama cuando recibí el mensaje de Ares.
Mi señor de la Guerra: Estoy yendo a verte, espero encontrarte.
Estuve emocionada, le respondí que lo iba a esperar. Inmediatamente busque la pijama más bonita, al final cuando la encontré solo me puse el pantalón y decidí coger una playera que me lleve del departamento de Ares. Viendo que aún no llegaba aliste una de las dos sorpresas que tenía, un bonito traje color negro con camisa blanca. El me estaba invitando a ver una película y no sabía cuánto estaba gastando, así que quise comprarle algo muy lindo para que esté presentable(y no salga con un look que diga: "no tenía nada más" como el de nuestra primera cita).
Justo entonces sonó la puerta, el traje lo acomodé en mi cama para que sea lo primero que vea. El otro regalo lo guarde por debajo de esta, aún no era el momento. No hasta después de la película que veríamos para nuestra despedida de París, una despedida digna de la ciudad del amor.
Me acerque rápidamente a abrir, cuando lo hice ahí estaba el. Vestido de mesero, me puse de puntas para darle un beso. Pero el entró a paso apurado. Eso me consternó.
-Ares, amor. ¿Pasa algo?
Me acerque hasta él, él solo se había sentado en el sillón que había, creo que ni noto el traje en la cama. Eso me entristeció un poco, quise coger su mano, pero el me la apartó.
-Ares, no puedo ayudarte si no me dices que tienes.
Intente ser razonable, de repente estaba molesto. Si ese era el caso sabía lo dramático que podía ser, de suerte yo sabía manejarlo, lo conocía muy bien a estas alturas.
-¿Por qué no me dijiste que Harmonia sabía lo nuestro por Nix?
Una fría corriente recorrió toda mi espalda, la saliva la trague sin pensarlo por mero instinto. Está congelada, procesando su pregunta, ¿Cómo se había enterado?
-Ares yo~
-¿¡Por qué no me dijiste que Harmonia sabía lo nuestro!? ¿¡Que Nix le dijo todo!?
Grito mientras se paraba, por el susto yo caí hacía atrás. En sus ojos note la rabia, estos llenaron sus iris de un rojo color carmesí, se estaban encendiendo, Ares estaba entrando en cólera.
-Por favor escúchame.
-¡Responde! —Su puño golpeó el ropero, había perforado completamente la puerta— Se supone que nos contaríamos todo, ¿Por qué no me lo contaste?
-Quise hacerlo, te juro que quise.
-¿¡Pero que!?
No quería responderle, si lo hacía podía creer que le tiraba el marrón a Eros aún siendo que él lo dijo. Pero no iba a dejar que pensará así o si me creía que la agarré con su hijo.
-Porque serías capaz de cometer una locura... —Dije sin mirarlo, con un tono apagado, sin saber si pararme o quedarme en el piso— Te conozco, eres capaz de ir por tu hija al Olimpo aún con el riesgo de que te maten. Y lo que menos quiero es que hagas eso...
-Es mi hija.
-¡Lo sé! ¡También se cómo amas y proteges a tus hijos! ¡Por eso mismo no tenías que saberlo! Ahora seguro vas a ir donde ella... A exponerte, servirte en bandeja de plata ante papá.
-No. No soy idiota, corrijo, no soy idiota por eso.
-¿Uh?
Lo mire, lo hice. Cuando dijo eso sonó muy calmado, diferente a cuando golpeó la pared. Eso sí, su cara de enojo no se iba de su rostro, solo que ahora estaba mezclada también con algo de decepción. Se llegó dos dedos a su frente y se sobó está.
-No~ no te entiendo Ares. —Dije tartamudeando— ¿Me estás diciendo que no irías por Harmonia?
-Asi es.
Un conflicto interno empezó en mi, la confusión de no entender su respuesta por más que estaba siendo directo. Me fui parando poco a poco mientras sentí un frío desde mis pies hasta mi rostro, me acerque a temerosa. Que dijera eso me estaba sorprendiendo, no solo eso, me dolía.
No esperaba una respuesta así de el.
-¿Po~ por qué no? Ares... Es tu hija...
-Lo sé, pero no hubiera ido.
Por el coraje, por no entender nada, por ser yo una idiota le di una bofetada.
-¿¡Cómo que no sabes!? ¡Es tu hija! —Hablaba con la decepción en la garganta— ¿¡Es que no te importa tanto como Alcipe!? ¿Cómo Eros o Anteros? ¿Como Deimos o Fobos?
-Si me importa. —Solo tocó la zona en que le di la bofetada, tras eso volvió a sentarse—
-No te entiendo, ¿entonces por qué no irías?
-Porque estaba seguro que tú la podrías cuidar por mí, por como me conocés, porque dijiste que solo deseabas mi felicidad. Sabes cuánto importan mis hijos para mí. Pero veo que no pensaste ni tú ni Eros o Artemisa en protegerla, sino en como yo iba a reaccionar. Y ni siquiera confiaste en como yo podía tomarlo.
Ares...
-Mi madre tuvo razón, quise creer que no...
Soy una estúpida, una idiota, una imbécil.
En ningún momento me pasó eso, actuar por él en el Olimpo y proteger a su hija. Solo pensé junto al resto en que el no fuera a matarse por ella, y así decía querer hacerlo feliz y que no vuelva a sentirse mal. Encima lo había abofeteado.
Con razón tras mi respuesta dejo de estar colerico, dejo de estarlo porque ahora se sentía defraudado.
No supe que hacer o decir, solo camine hasta la cama y cogí el traje, volví hasta donde él y se lo di con la cabeza agachada. No era capaz de verlo en ese momento.
-Ten. —Dije como pude intentando no quebrarme—
-¿Que se supone que haga con este traje? —Pregunto, no note interés verdadero en que quiera saber. Era normal, con como debía estar pensando de mi ahora...—
-Solo recíbelo... —Luchaba por evitar que mi voz se quiebre— Era para que fueras con esto a ver esa película, ya no se si quieres ir siquiera...
Solo sentí como cogió el traje, hizo un movimiento y ví el pantalón de este colgando atrás de su espalda. Camino entonces pasando por mi lado, se dirigía a la puerta. Para cuándo quise pensar e intentar frenarlo se oyó la puerta abrirse.
-¡Ares!
Pum.
Se había ido, oi como se ferro la puerta. No paro en frenarse cuando lo llame.
Maldición, ¿Por qué fui tan boba? ¿Por qué aún queriendo ver por el me salió las cosas mal?
Quise ponerme a llorar, a volver a hacer un berrinche, desquitarme, hasta me hubiera arrancado los cabellos por lo mal que me sentía. Pero entonces recordé algo que dijo.
"Mi madre tuvo razón, quise creer que no..."
¿Hera sabía lo que estaba pasando?
ESTÁS LEYENDO
This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic
Romance"La guerra es el origen de todo", dijo alguna vez Heráclito. Y esto no será la excepción, pensamientos distintos, una rivalidad que ya debe de acabar y un destierro. Aquellos polos opuestos ahora tendrán que lidiar con su mayor interrogante, ¿Que se...