V.

395 52 75
                                    

Eros; dios del amor y la atracción.

5:12 AM.

Estaba entregado a mi sueño, completamente relajado, soñando con parejas felices entregándose a sus más bajas pasiones, matrimonios perfectos en los que fui invitado, parejas que yo deseaba ver juntos. Sin embargo el maldito celular sonó, sonaba y sonaba, su ruido infernal me alejaba por completo de mis sueños, tenía toda la pinta de no detenerse hasta que me levanté y conteste. Así qué, aceptando mi destino como un esclavo de este abrí los ojos con legañas en estos, parpadeé un poco para que se salieran y mire el celular. La lechuza me estaba llamando a estar horas, ¡Ay por mi madre! Le dije a esa mujer que no me llame temprano, que a ella le guste levantarse primero no significa que al resto si. Se lo deje en claro antes cuando fue por Italia pero parece que la nena en ese sentido es terca.

Tenía que contestar en contra de mi voluntad, no iba a dejarla colgada, capaz y me tenía un chisme.

-¿Nena que pasa? Ya te dije que a estás horas no deb~

-Estoy con tu padre.

¿¿¿¡¡¡QUEEEEE!!!???

¿¡ES QUE ESA MUJER QUERÍA DARME UN PARO CARDÍACO!? ESAS COSAS NO SE DICEN ASI, PREPARAS A LAS PERSONAS.

-¿Hola? ¿Eros, estás ahí? ¿Eros?

¡Claro que estoy aquí pequeña! ¡Claro que estoy! ¡Y al diablo el sueño que esto vale completamente la pena!

-¿Eros? ¿Alo? ¿Eros?

¡Querida espérame un rato que tenía que limpiarme los oídos! ¡No! Tenía que mirar la hora, eran las cinco de la mañana y recién me llamaba, en la casa de papá...

¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!

Preparando mi voz y cogiendo firmé el celular decidir por fin responderle.

-No te reprimas, cuéntamelo todo. ¿Te hizo sentir bien para ser tu primera vez?

-¡Eros! ¿¡Que mierda estás hablando!? —Ays, ahí estaba gritándome otra vez— ¿Que estás pensando pequeño divo de alas de pavo?

-¿Que finalmente le diste paso a tus deseos más prohibidos y probaste la lanza de papá? —Pregunte algo serio pero al mismo tiempo sarcástico, creo saber que no era lo que yo creí...—

-¡Ya hablamos de ese tema! ¡Y no! ¡Yo no quiero nada que venga de tu papá!

-Ay ya, olvida eso amargada. —Exprese desanimado— ¿Entonces que haces en la casa de mi papá?

-¿Te dije que iba a encontrarlo, no? —Ahoea ella se expresaba burlona— No te menti, jaja.

-Nena pero es qué así cualquiera pienso que pasó algo... ¿Entonces qué? ¿Seguirás con tu plan y lo llevarás a algún reino que no quiera matarlo?

-Es que ahí está el problema...

-¿Lo quieres solo para ti? —Pregunte entusiasmado, necesitaba oír aunque se que diga eso—

-Eros, no. Basta.

¿Por los dioses? ¿Por qué esta mujer tenía que ser tan obstinada? ¡Yo estoy seguro que lo ama! ¡He visto como guardo la flor con la que le fastidie y riega cuando viene!

-Dime Lechuza, ¿Entonces cuál es el problema?

-El no quiere irse, dice estar bien en el mundo mortal. —Hablo sin poder ocultar su malestar— Dice que está feliz aquí, que sí, no es el de antes, que sintió como se volvía más débil y que tiene que vivir trabajando pero que considera que en 8 meses ha tenido una mejor vida aquí como Henry que como Ares príncipe del Olimpo.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora