This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic

Capitulo 6.

Lo siento venir.

Ares.

Lunes: 7:11 PM.

Estaba yendo al hotel "Fraternite" a recoger a Atenea, ella decidió quedarse en el mismo lugar aún cuando le ofrecí a mudarse conmigo. No quiso y sus razones fueron algo obvias cuando le pregunté porqué.

"Es qué, Ares, amor. No vas a comparar que duerma en un hotel con piscina con un departamento en dónde a la espalda un señor no creo que se inyecte la vacuna contra la gripe. ¿No?"

Para cuando llegue hasta las puertas del hotel ella ya estaba afuera, esperándome algo ansiosa. A lo lejos pude notar con facilidad como movía sus manos. Me preguntaba si le había ido mejor que a mí, bueno, creo que eso era obvio. Yo tuve a la Noche o mejor dicho; a Nix apretando mi corazon. Ya no tenía porqué llamarla Noche.

Salí del auto y rodeando este camine hasta ella, estuvo a punto de decirme algo cuando la calle con un beso que deje en sus labios. Sonriendo le pregunté el como estaba.

-¿Que tal te fue arriba? —Dije mientras cogía su mano, con ella al frente podía olvidar el mal rato de la noche pasada— Te noto algo nerviosa.

-Es que lo estoy Ar.

Viendo que su rostro delataba las ganas de hablar sobre lo que la ponía nerviosa acerque mis manos a su rostro para sujetarla, pegue mi frente a la suya y con la voz más amable intente darle calma.

-Atenea, escucha. Estoy contigo y planeo estarlo de aquí hasta el final de los días. —En sus labios note como se impidió ella misma de interrumpir mis palabras— Te prometo que mientras yo esté contigo, no dejaré que nada malo te pasé. Pues primero tendrán que pasar por mi.

Ella sonrió, pude notar como un poco de lágrimas querían desbordar de sus ojos pero no tuvieron éxito. Tras eso me abrazó muy fuerte mientras yo solo correspondía con el mismo gesto y sobando un poco su nuca, querida darle a entender que no estaría sola nunca más.

Apenas pasaron unos segundos cuando ella me pidió subir al coche, quería dar un paseo a lo cual yo no tenía problemas. Acercándome a la puerta del copiloto abrí está y cogiendo su mano espere a que se siente, en cuanto lo hizo cerré la puerta y me dirigí a mi asiento. Encendí el coche y como siempre había que esperar ese minuto mientras el motor calentaba.

-Ares, ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro. —Respondi relajado— Puedes hacerme todas las que quieras.

-Si decido renunciar a todo en algún futuro, ¿Me acompañarás hasta el final?

A su pregunta un ligero tono de miedo la acompaño, era bastante obvio que ese tono se trataba por como podría responder yo. Sabiendo eso solo me acerque a ella y frote mi nariz con la suya, tras eso aleje un poco mi rostro y cogí su mano.

-Primero tendré que darte un anillo, pero si. Iría contigo hasta el final.

Una ligera reacción de sorpresa apareció en su rostro, sus mejillas fueron invadidas por dos nubes rosadas mientras quería disimular mirando a la ventana.

-No llevamos ni una semana, y ya me andas hablando de matrimonio... Lo estás tomando como dijiste. —Poco a poco su mirada regreso a mi— ¿Eros no te disparó ninguna de sus flechas doradas, no?