X.

491 61 26
                                    

Atenea; diosa de la guerra.

Monte Olímpo, aposento de Apolo. 11:39 PM.

-¿Estás lista hermanita? —Preguntaba un Apolo muy emocionado, la conversación le había caído como anillo al dedo—

-Soy mayor que tu Apolo, no me digas hermanita. Dime hermana —Le repliqué de forma sería. No deseaba verlo emocionado, estaba apurada y el dolor en la espalda no ayudaba— ¿Te falta mucho para la pócima?

-Te dije que sería más fácil si me permites curarte.

-No. —Conteste de forma rapida— Tiene que ser así, tengo algo en la mente.

El solo dejo que la alegría le invada el rostro para estallar en una de sus tantas sonrisas crueles. Estaba eufórico, emocionado, estaba tan alegre que me había pedido acompañarme pero tuve que recordarle que papá me había dejado este deber a mí y solo a mí.

Papá, ¿Por qué yo?

-¿Pasa algo? Estás moviendo demasiado tu pie. —Su mirada a punto a mi pie que se agitaba como el ala de una colibrí, pero sus manos seguían en la fabricación de la pócima— Seguro es por ansiosa que debes estar de llevar a cabo tu plan, ¡yo sin ser tú estoy que ya quiero escribir canciones sobre esto!

No le respondí, no planeaba responder ante tal emoción con lo que iba a realizar, ¿Pero que esperar de el que mato a los cíclopes en un ataque de irá? Bueno, el solo tiene que cumplir con darme la pócima y ya. Porque si no lo hacía se las vería con papá. Aunque eso sí, le dejé entrever una sonrisa de correspondencia para su alegría de mi parte y creo que fue suficiente para que no dijera más, una vez se callo trabajo más rápido. Apuesto a que Hecate hubiera demorado solo 30 minutos de las 6 horas que le tomo a Apolo. Ya casi iba a ser media noche y tendría que irme de ahí más rápido que Hermes con sus mensajes.

-¡Listo! ¡Ten! —Exclamo mientras encerraba el contenido en un pequeño frasco y me lo daba rapido— ¡Ve! Yo aún tengo algo más que hacer.

¿Algo más? ¿Que cosa? ¿Que podría ser?

-¿A qué te refieres? —Pregunte extrañada, se supone que el solo haría mi pócima de curación. Para el plan que le conté a papá—

-No eres la única con la que papá hablo Atenea.

Fue entonces que sin responderme más se acercó a sus cosas, de ahí saco su antiguo arco que uso en Ilion y el... ¿El casco de invisibilidad de Hades?

-Tu no deberías tener eso.

-¿No? Bueno, el tío Hades se lo olvido por ir a salvar a sus hijas. —Comento sobre ese tema como si no fuera importante, como si ese objeto no fuera a traer repercusiones cuando Hades se entere que el lo tenga. Pero, ¿Para que quería el casco?— ¡Ahora ve! ¡Papá no aceptará fallos en esta obra de arte que ha planeado! —Dijo mientras me sacaba como sea de su aposento, mientras me daba mi espada, mi casco y se aseguraba que tuviera la poción— Tienes una justicia que cumplir y yo a alguien que «cegar».

Apenas dijo eso yo ya estaba fuera de su aposento, quise voltear y preguntarle a quien iba a cegar pero de un portazo me cerró la puerta. ¿Que le habría pedido papá a el? Bueno, cegar a alguien era mucho mejor que lo que me tocaba a mí.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora