III.

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Hades; rey del Inframundo.

Lunes.
7:52 PM.

Los ruidos de su boca masticando la comida se dejaban oír con facilidad, devoraba las cabras sin tanta dificultad. Estaba hambriento, eso era obvio de su parte.

-¿Entonces las cosas son así? —Pregunte queriendo dar por concluido aquel tema—

-Si, es así. Ya dependerá de ti que decidir Hades. —Hablaba mientras mastica y eso me daba asco— No te puedo decir más, sería contarte el final de la película y que tu decisión se vea influenciada por el presagio del tiempo.

-Mejor dicho: esperas que tome la decisión equivocada.

-Asi es hijo, eres de entre los seis el que más detesto. El tener que verte tan seguido lo aborrezco por completo y ojalá erres en tu decisión.

Deje caer la canasta con lo que quedaba de cabras a mi lado, me di media vuelta y camine, me aleje mientras el no decía palabras. Solo se quedaba ahí comiendo lo que aún tenía de comida.

Alejándome del Tartaro regrese a mis dominios, pase por el Inframundo observando a muchas de las almas divagar sin rumbo fijo. Era una pena para ellos, que de repente en vida llegaron a pensar que la muerte les iba a traer prosperidad. Aunque claro, ¿Quien les manda a pensar todas esas ideas de su nueva religión popular?

Dado eso me distraje, no note que una espesa corriente de humo negro se hizo presente sobre mis pies y que iba devorando mis piernas hasta que llegó a mi torso.

-¿Que mier~

Este humo me derribo contra el piso, mi cara se estampó y unas leves heridas adornaron mi rostro, intente recomponerme pero el humo de manera recia no me dejaba. Me arrastró de un lado a otro, intentaba golpearme contra rocas que yo destruía a golpes antes de chocar, pero entonces se detuvo,el humo se elevó y me dejó colgado con la cabeza hacia abajo.

La dueña de este humo se acercó lentamente a mí mientras sus ojos dorados estaban fijos en mí.

-Que mal Hades, ¿Es así como te defiendes? No me creo que te hagas llamar rey.

-Llevo miles de años sin enfrentarme a una amenaza de verdad Noche... —Hable reprochando desde mi desventajosa posición— Y que una primordial venga a atacarme así, pues digamos que no es una bonita suma. ¿A qué debo este ataque?

El humo desapareció cuando chasqueo sus dedos, caí contra el piso pero por mis reflejos evite caer de nuca. La diosa de la noche se acercó hasta mí y dándome su mano me ofreció ayuda para ponerme de pie, ayuda la cual acepté para después cruzar mis brazos.

Ella me miró con aquellos ojos dorados que después dirigió a las almas errantes. Sin avisarme empezó a caminar así que la seguí.

De manera repentina me habló.

-¿Que tanto te contó tu padre Hades?

-Lo suficiente para saber que mis teorías eran ciertas, pero lo insuficiente como para sentirme seguro con la decisión que debo tomar. —Explique algo relajado, no estaba sorprendido pues era algo que veía venir por parte de papá— Zeus y Ares, no una guerra pero si una única batalla en desventaja para el hijo. Que el Inframundo liderado por su rey debería decidir a quien brindarle apoyo.

-¿Y sabes a quien se lo darás? —Pregunto sin mirarme, seguía caminando y yo solo la seguí aún cuando ella no tenía un rumbo fijo— Es interesante que tú padre te haya contado éso, supongo que también te contó de que ahora mismo Ares está~

-No lo digas. No quiero pensar en como se debe estar sintiendo mi sobrino. —La escena quería dibujarse en mí pero como respuesta inmediata la borre de mi mente— Es horrible imaginar una situación así.

-Curioso, es la primera vez que desde que conoces mis capacidades que te atreves a interrumpir mis palabras Hades. Pero dime, ¿Por qué lado te vas a inclinar?

-Hasta tu sabes mejor esa respuesta que yo, ¿O es que las Moiras y Moros no te cuentan todo?

Aquella pregunta la lance con veneno, algo agresivo. Me fastidio que este insistiendo con ese tema, era uno que yo tenía que pensar seriamente por las consecuencias que mi decisión traería a mi reino.

-Si lo sé, pero sucede algo curioso Hades. Un fenómeno que antes no sucedió. Pero que se dará lastimosamente.

-¿Cuál?

La Noche se freno en seco, miró un momento el panorama que se alzó frente a nosotros, almas que sufrían en la prisión del frío el castigo por en vida haber sido tan indiferentes con los problemas de otros. Ahora ellos estarían ahí para siempre probando de la temperatura de su indiferencia. Y tras admirarlo como debía se dió media vuelta. Me miró y hablando me contó lo que para ella era una curiosidad, pero para mí resultó la peor de las pesadillas que podría volverse realidad.

-El hilo del destinó se quedó inconcluso, no revela a mis hijas nada. Y Moros sufre al intentar ver más allá de lo que su gran capacidad que lo pone por encima de todo ante los dioses modernos le permite.

No podía ser cierto, eso no sucedió antes, las hijas e hijo de la Noche lo sabían todo, aún cuando su imparcialidad a veces se ponía en duda para contar ciertas cosas está no parecía una tonta mentira para no revelar el futuro. Dudaba que fueran capaces de mentir a su madre porqué si. ¿Pero a qué se debía eso? ¿Acaso es que tenía que ver con el conflicto de Ares y Zeus? Si ese era el motivo entonces ahora creo saber el porqué realmente papá no me contó más, porque el tampoco podría ver más allá de lo que sus capacidades le permiten. O porqué...

-¿Entonces el futuro se volverá incierto? —Pregunte con la necesidad de que la Noche pudiera decirme algo que Cronos no pudiera— ¿Acaso sucede algo malo tras el enfrentamiento de Ares y Zeus? No, corrijo la pregunta. ¿Que cosa mala sucederá tras la pelea de ellos?

-Cronos escapa y entonces todo se vuelve un misterio.

Una corriente paso por todo mi cuerpo, sentí como este tembló un poco de miedo de la sola idea de que mi padre, el que alguna vez fue regente en la tierra llegase a liberarse. Pero el miedo no era tanto por mi, sino por quienes habitaban en el Inframundo, mis subordinados, los sirvientes, las almas en si, los gemelos de Deimos y Fobos... Mi hija Melinoe.

-¿Cómo impidó que escapé?

-No puedes, tiene que suceder, solo vas a atrasar lo inevitable Hades.

-¡Hablamos de que el titán que devoró a sus hijos escape!

Una bofetada se dió contra mi, la mano de la Noche dejo oscuridad en mi rostro que se fue diluyendo mientras ella limpiaba su palma.

-Sabes que el destino es inevitable rey del Inframundo. La decisión que vayas a tomar ya fue tomada mucho tiempo atrás, así como todo lo demás, el problema sería que solo darías tiempo de respaldo que ya nadie tiene. Por eso es que no te diré más, ja.

-¿Ja? —¿Por qué soltó una unica carcajada? ¿Que había de gracioso?— ¿Por qué te ríes?

-Porque pensé que podría llegar a contarte, pero veo que eres muy apasionado todavía. Claro, nunca has experimentado lo que es morir, así que tienes miedo a la idea con solo pensar en el escape de tu padre. Todo lo contrario a la chica de Ares.

-¿Te refieres a Harmonia?

-Asi es, ella sabe lo que tú deseas.

¿Harmonía la hija de Ares? ¿Por qué a ella? ¿Por qué contarle lo que sucedería? ¿Que sentido tenía? Ella no puede salir del Olimpo, apenas y solo habla con su familia. Es un mujer de temperamento y muy cuidadosa con sus palabras para diferenciarse de sus hermanos, ¿Que tenía de especial?

"Nunca has experimentado lo que es morir"

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora