¡¿8. Hasta el casamiento?!
Ava
El día había sido increíble, amé pasarlo con Ruby y Julia. Definitivamente me salvaron de morir de una sobredosis de aburrimiento. A estas alturas ya íbamos de camino a nuestras casas. Llegamos primero a la mía. Ruby aparca el auto al frente del edificio y el silencio nos invade. Odio las despedidas, aunque sean un hasta pronto.
—He estado pensando durante todo el día esto chicas... —rompe el silencio Ruby con una gran cara de angustia. Sus ojos están inquietos al igual que sus manos—. Y se los voy a contar en este momento a ustedes porque las siento verdaderamente como amigas.
—Tu cara es de preocupación. Me estás asustando Hansen —hablo en respuesta a su actitud y suspenso.
Julia frunce el ceño en señal de concentración. —Parece muy importante —comenta mi nueva amiga con un tono de seriedad.
Ruby traga grueso. —Y lo es. Tengo un nudo en la garganta —confiesa.
Palmeo un poco mis manos. —Bueno esto amerita una reunión de emergencia. -Tomo con una de mis manos la manija de la puerta del coche.
Su mirada nerviosa se incrusta en mis ojos y sé que le ocurre algo bastante serio.
—Bien —asiento con la cabeza—. ¿Qué piensan de subir a casa y hablarlo tranquilamente en mi cuarto? —les propongo, francamente.
—¿Segura que a tus padres no les molestará esta visita tan tarde? —cuestiona Ruby en un hilo de voz quebradiza, pareciendo no muy convencida.
Me caigo de hombros en señal de despreocupación. —No les molestará, al contrario -sonrío tratando de alivianar la situación—. Mamá vive y muere pidiendo visitas.
—Por mi está bien —repone Julia.
—Entonces vamos —Ruby accede de una vez por todas.
Salimos del auto mientras nos dirigimos a casa, y una vez que entramos localizo a mamá haciendo algo en la cocina.
—Mamá te traje visitas —hablo en voz alta.
Mi madre saca su cabeza de la nevera y gira hacua nosotras para enfocarnos. —Oh cariño, que bien —responde, sonriendo a todo dar mientras sujeta en una de sus manos lo que parece ser una lata de atún—. ¿Ruby cómo están las cosas por casa? —pregunta, poniendo la lata sobre la meseta de la cocina.
Ruby finge una sonrisa, que más bien le sale como una mueca de molestia. —Bien, todo como siempre —tartamudea y tiembla como si nos encontráramos a las más bajas temperaturas.
Mamá sigue con sus labores pero igual percibe la rara actitud de mi amiga. —¿Te sientes bien? —pregunta mamá con su estilo de madre protectora.
—Sí mamá. Se siente bien, sólo está así porque afuera hace un poco de frío —contesto rápidamente para salir de esta encrucijada.
Me mira con cara extraña, sus labios se tuercen y su ceño se hunde, le respondo abriendo los ojos como platos.
—Ava, no me has presentado a tu otra amiga.
—Ma, ella es Julia. Julia, ella es mi mamá, Claire.
La trigueña de cabello ondulado responde. —Un gusto, señora.
Familia risa un tanto espabentosa de mi mamá comienza a sonar por todo lo ancho de la cocina. —Nada de señora. Todavía soy joven para que me llamen así, además la señora está en el cielo —mamá se dedica a pasar un paño para quitar el polvo de las encimeras—. Bueno, ¿quieren algo de comer? —sugiere, echándonos una miradita rápida.
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Siente Conmigo [BORRADOR]✔©
JugendliteraturLa misteriosa y extraña enfermedad de Edwin Black Hemsworth cree que tiene todas sus emociones milimétricamente controladas, pero Ava Cole Thompson no es del tipo de chica que se oculta tras un libro y mucho menos deja de lado lo que siente; del odi...