Ava
Tuve que repetir sus palabras unas diez veces dentro de mi cabeza para poder comprenderlas en su totalidad. Me tomó por sorpresa, mi corazón agitado a todo meter lo dice, al igual que mis labios resecos. Los lamo con rapidez y trato de respirar calmada para no darle a entender mi desespero. Su bello rostro está observándome de arriba a bajo, sus manos están sobre sus muslos quietas, tiene la respiración pausada, la espalda ligeramente jorobada...todo de él grita tranquilidad, quizás está acostumbrado a este tipo de cosas, y si mi cerebro no se equivoca él me invitó a ir a su casa. No hay otra opción, ni modo que volvamos a ir para otra discoteca o bar.
Sé que tengo la razón, pero a pesar de eso mi lado inseguro sale a relucir y le pregunto. —¿A dónde? —busco sus ojos con los míos.
Se escucha en el medio del silencio del auto como traga saliva. —A mi casa, sólo quiero compañía.
Ok, ya puedes respirar con normalidad.
Es sólo compañía.
Aún así mis latidos se desbocan y la emoción renace en mi, no lo oculto, por el contrario, me permito sonreír a todo lo que mis labios dan. Su cara no expresa mucho, está neutral, pero siento que su invitación fue dicha con cierto toque de necesidad, y si es así, aquí estoy para él.
—Vamos —lo animo, saliendo del coche, luciendo segura de mí misma, porque no hay nada más de lo que preocuparse.
Él se incorpora a mi lado y de inmediato comenzamos a subir los escalones de la entrada a su edificio —idéntico al mío—. Entramos en el elevador en puro silencio y no se me hace para nada incómodo hasta el momento en que caigo en cuenta de que voy a entrar a la puta casa de Edwin.
Que no cunda el pánico.
Entre todo el ajetreo de mis pensamientos lo único que logro ver claramente es la idea de decirle a Sarah que me cubra en casa o seré título en los diarios como «Chica asesinada a chanclazos de su madre por no llegar a casa».
Bien, me pongo dramática con todo este nerviosismo. Así que para espantarlo de una vez ahogo un pequeño grito y una vez que lo hago levanto la vista para ver a Edwin mirándome con el entrecejo hundido y los ojos achicados, luego bate un poco su cabeza y vuelve a poner la vista hacia el frente.
Me las arreglo para sacar mi teléfono y enviarle el mensaje a Sarah para que duerma en mi cama haciéndose pasar por mi hasta que vuelva en un rato. Lo hago y en cuanto lo envío su respuesta llega de vuelta.
Sarah:
Ok, ;)El elevador se abre y el primero en salir es él, luciendo seguro e imponente. Avanzamos unos cuantos pasos más hasta que estamos frente a la que supongo que es la puerta de su casa, inserta la llave, la abre y los nervios incrementan en mi interior, logrando que me quede paralizada.
—¿Te vas a quedar ahí parada toda la noche? —cuestiona él, sujetando el pomo de la puerta mientras me echa un vistazo ya desde adentro.
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Siente Conmigo [BORRADOR]✔©
Teen FictionLa misteriosa y extraña enfermedad de Edwin Black Hemsworth cree que tiene todas sus emociones milimétricamente controladas, pero Ava Cole Thompson no es del tipo de chica que se oculta tras un libro y mucho menos deja de lado lo que siente; del odi...