48. Explicaciones pendientes

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Ava

Siento una mano acariciando mi cabello y despierto gracias a su tacto. Me repongo y recuerdo que estoy al lado de Edwin, eso me saca una sonrisa.

—Ya casi llegamos —dice en mi oído, en un susurro.

—¿Le indicaste al chofer dónde es? —pregunto un poco soñolienta todavía.

Asiente mientras pasa su lengua por sus labios para humedecerlos, eso me hace querer besarlo, pero no lo hago porque no quiero parecer babosa.

Él se pone de pie cargando su mochila en la espalda y yo le sigo el paso. Me aguanto de los asientos de los demás a medida que avanzo, no quiero caerme cuando el autobús frene.

El vehículo se detiene poco a poco y nos despedimos de los chicos, yo agito mi mano hacia donde están Ruby y Mia, ellas devuelven la despedida. Mi mejor amiga no se ve contenta, al contrario, refleja en su cara una mezcla de tristeza y preocupación. Yo por mi parte sigo son creer que ella pueda volver con Tyler.

Edwin baja primero y me extiende una mano para que la sujete al bajarme, la tomo. El autobús se pone en marcha de nuevo y me permito suspirar, extrañaré ese campamento sin duda alguna.

—Supongo que este es el fin del tan anhelado campamento —comenta, haciendo énfasis en la palabra anhelado.

Sujeto las correas de mi mochila y hablo. —No finjas que no te gustó.

—¿A caso estás dentro de mi para saberlo? —se cruza de brazos—. Aunque...hubo algo que si me tenía loquito...loquito —pronuncia, frunciendo sus labios y sus cejas a la par.

Mi corazón se calienta de forma peligrosa. Se siente tan bien escucharlo decir eso. Me atrevo a decir que esas palabras van dirigidas hacia mi persona y de un rato para acá él está siendo dulce, cosa que no va con su personalidad, nunca lo había visto ser así. Quisiera pensar que él está enamorado de mi tanto como lo estoy yo de él, pero ya dejó sus intenciones claras aquella noche.

—Bueno...a mi me gustaron muchas cosas, pero entre mis preferidas estuviste tú —toco con la punta de un dedo su pecho fingiendo inocencia.

—Lo sé —se mofa, sonriendo lobuno.

—Mejor vayamos a casa o nos vamos a pasar el día entero hablando aquí en los bajos de nuestros edificios —digo, aunque quisiera quedarme a su lado el resto de mis días.

Pero bueno, vivimos uno al lado del otro —literalmente—, así que no hay problemas con la distancia.

—Nos vemos por ahí —habla mientras me da la espalda y comienza a caminar.

—Chao —respondo y lo veo alejarse más con cada pisada que da.

Miro hacia nuestro apartamento y comienzo a caminar hasta el elevador. Vamos a ver que hay de nuevo en casa.

Cinco minutos más tarde...

Saco las llaves de casa de mi mochila y las pongo en la puerta sigilosamente, quito el seguro de la puerta y la abro despacio. Al poner un pie dentro me reciben una avalancha de gritos efusivos que me dejan un poco aturdida y desconcertada.

—¡Bienvenida! —Mamá corre en mi dirección con los brazos abiertos de par en par. No me da tiempo a reaccionar.

—Ay mi Avita, no sabes como te extrañé estos tres días. —Me aprieta con fuerza y reacciono de una vez. La abrazo también, la hubiera extrañado si hubiera más tiempo fuera, pero todo fue tan rápido que ya estoy aquí de nuevo.

Siente Conmigo [BORRADOR]✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora