Siente Conmigo [BORRADOR]✔©

17. Hermosa y sexy manera de picar panqueques.

Ava

Lo veo acercarse, toma mi mano y me mira fijamente con los ojos brillosos. Por más que intento mirarlo e identificarlo no puedo, se ve borroso todo a mi alrededor, incluso él. En un segundo da media vuelta y comienza a alejarse para desaparecer entre las sombras.

Comienzo a abrir los ojos lentamente tras el sonido de la alarma de mi celular que indica que son las 7:00 AM, la apago con desgano mientras hago el intento de levantarme de la cama pero tras un crujido de mi espalda me quedo a mitad del proceso.

Me vuelvo a recostar totalmente y viene a mi mente ese sueño que acabo de tener pero sólo recuerdo fragmentos, odio cuando sucede eso, me doy por vencida mientras me revuelvo en mi sitio y resoplo en frustración por lo antes mencionado. Vuelvo a la tierra tras pensamientos y caigo en cuenta de que hemos dormido las tres en la misma cama, ahí la respuesta al sonido que hizo mi espalda al intentar levantarme.

Paula, la mamá de Ruby entra en la habitación. —¡Buenos días!

Ella y yo llevamos años conociéndonos, es una señora de cuarenta años pero no aparenta la edad, Ruby heredó sus ojos verdes, su hermosa figura y cabello chocolate ondulado pero si de personalidad se trata: mi amiga salió a su papá, Connor.

Bostezo y le respondo. —Buenos días.

—Solo yo despierta. —Meto mis dedos entre mi pelo.

—Ya veo. —Se recuesta al marco de la puerta.

Me mira cómplicemente y habla. —Tú observa la táctica. —Saca su teléfono del bolsillo delantero derecho de su pantalón y de la bocina del mismo comienza a escucharse un sonido agudo tan irritante que incomoda a todas.

—¡Diosss! –grita Ruby removiéndose en su lugar a la par que pone su almohada en cima de su cabeza.

—Para arriba todo el mundo, no queremos llegadas tardes. –comienza a hablar de nuevo emociomadamente Paula.

—No quiero ir a la escuela —murmura Ruby tristemente.

Paula se acerca, quita el aire acondicionado y las sábanas que cubrían a mis dos amigas.

Julia parece una roca, no se mueve para nadie, veo a Ruby sentarse en el borde de la cama y acto seguido zarandear a mi otra amiga para que acabe de despertar.

—Despierta,Julia —le dice cansadamente.

—Ya estoy despierta —le responde entre dientes mientras hunde su cara en su almohada.

—Al parecer aquí nadie tiene ganad de ir a la escuela, ¿qué estuvieron haciendo anoche?, las sentí llegar tarde. —Se cruza de brazos y nos mira entrecerrando los ojos.

—Fuimos por unas cosas de comer a una tienda de camino para acá y había una cola considerable. —Ruby se pone de pie y entra al baño.

Es inevitable no pensar que:
¿desde cuándo aprendió a mentir tan bien? Supongo que no quiere la pena de nadie, tiene suficiente con la propia, la conozco y puedo deducirlo.

—Julia, ¡qué llegamos tarde! —le hablo a mi otra amiga.

—Ya voyyyy. –responde cansinamente—. No voy a caer en la misma trampa de anoche.