39. Efectos colaterales

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Ava

Voy siguiendo sus pisadas, no sé por qué me dijo que lo acompañara, pero a ciegas voy detrás de él. Lo veo entrar a su casa de campaña y mi ceño se frunce ante tal acción.

Entro de una vez y al alzar la vista lo observo quitándose su pullover de una manera en que mi cuerpo no reacciona, todo dentro de mi está confuso, no entiendo por qué está haciendo eso, sólo sé que lo hace de una manera que hace que mis hormonas se emocionen y mi pobre corazón también.

Los músculos de todo su pecho, abdomen y brazos se encuentran tonificados perfectamente, no exagerados, sino en su punto idóneo. Termina de quitarse la prenda y la lanza a un lado.

—¿Te vas a quedar ahí parada? —Sus palabras me traen de vuelta, me lo estaba comiendo —literalmente—.

Siento un calor recorrerme entera mientras le doy la última ojeada a su cuerpo y luego vuelvo al momento. —¿Qué haces?  —Mi voz sale en un hilo medio quebradizo.

Se estira un poco y todos sus músculos se contraen.

Oh dios, apiádate de mi para que mi corazón no sufra un infarto.

—¿No pensaste que mis servicios serían libres de costo o si? —Alza una de sus cejas mientras da un paso hacia mi.

Ahora sólo está en unos shorts grises que se han bajado levemente mostrándome la V que se forma al inicio de su pelvis.

Voy a morir aquí mismo.

Una sonrisa diabólica se forma en sus labios al ver mi reacción a sus acciones y palabras.

—¿Qué es lo que quieres? —Dejo mis brazos a mis costados mientras aprieto levemente mis manos.

Más nerviosismo no cabe en mi cuerpo.

Se da media vuelta y rebusca algo entre sus cosas, vuelve a girar pero mantiene una mano detrás de él impidiendo que vea lo que tomó.

—Cierra los ojos —Me ordena con voz suave y como corderito hago lo que me pide, aunque no sé por qué.

Al cerrar los ojos los nervios molestos se instalados en mi garganta se agudizan, mi corazón comienza a martillar dentro de mi pecho, tan fuerte que tengo miedo de que él lo escuche.

Idiota

¿Por qué aceptaste?

Supongo que ya es muy tarde para arrepentirse, me pregunto con que me encontraría si los abriera.

—Upss, perdón —La voz de Chase me hace abrir los ojos de par en par.

Se rasca en la nuca mientras nos mira nervioso. —Creo que mejor me voy.

—Espera Chase, esto no es nada de lo que tu ... —Mis palabras son calladas por una mirada severa de parte de mi acompañante.

Me extiende su mano, en ella lleva un pequeño pote de algo, lo tomo con curiosidad y veo que es crema. Levanto la vista hacia él y sonríe ampliamente, no sé que quiere decir con esto.

—¿Esto para qué es? —pregunto, alzando el pequeño recipiente.

Sonríe divertido. —Estoy esperando por mi masaje. —Se cruza de brazos.

Comienzo a reír nerviosamente. —No lo haré.

Me mira. —Si lo harás.

Da media vuelta y camina hasta su cama para tumbarse boca abajo con la cabeza apoyada en sus brazos. —Sigo esperando.

Siente Conmigo [BORRADOR]✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora