24. Sensaciones

350 39 0
                                    

Ava

Me remuevo en mi puesto para que no me vean si es posible pero ya es muy tarde, creo que ya lo hicieron.

—Pero mira quien está aquí. —llegan y se paran frente a mi, Olivia es la que habla como siempre—. Es Ava la chismosa. —Su voz me irrita, no la soporto.

Le doy una mirada cansada. —Mejor...cállate. —Mi voz se traba un poco.

—Está borracha. —Comienza a reírse energéticamente.

—¿Yo?, yo no estoy borracha. —Mi lengua pesa al hablar.

Mi cabeza pesa más de lo normal, mi visión está borrosa pero sin importar eso mi odio hacia ellas sigue vigente.

—Mira lo que encontramos. —Deja colgar entre sus dedos mi collar perdido.

Trato de arrancárselo pero tambaleo al pararme y mi intento es un fiasco. —Eso es mío, dámelo.

Se cruza de brazos. —Te lo daré si me dices que hacías escuchándonos hablar tras las puertas.

—No sé de que hablas, dame mi collar. —Vuelvo a intentar quitárselo pero es por gusto.

—¿Y si no te lo doy? —Su cara es de quien se divierte con la situación.

Me cansé, mi paciencia llega su límite y el alcohol en mi sistema me hace reaccionar, la empujo tan fuerte que cae sentada en el suelo.

—¡Dámelo! —me siento encima de ella tratando de quitárselo pero no lo logro.

Entre el forcejeo unos brazos fuertes me levantan y abrazan por detrás.

—¿Qué pasa aquí? —Edwin habla a mis espalda mientras me sujeta.

Para este entonces ya somos el centro de atención.

—Yo sólo quería devolverle su collar —habla Olivia haciéndose la víctima mientras extiende mi cadena en una mano.

Él la ayuda a levantarse del suelo poniéndome detrás de él.

—Ava, vamos, yo te llevo. —La chica que parece ser algo como su novia ha estado a nuestro lado pero no la había notado, tras las palabras de él, ella se enfurece y lanza su bebida al suelo yéndose a otro lado.

Comienza a guiarme dándole la espalda a las pirañas, giro mi cabeza para mirarlas y Olivia articula: me las vas a pagar.

_

Como siempre un poco de sol me hace despertar de mi tan preciado sueño, mis ojos arden, los restriego para aclarar un poco mi visión, mi cabeza está a punto de estallar, tengo náuseas y me duele la espalda al parecer por la posición en que dormí.

Al despertar totalmente el pánico invade al verme recostada en un asiento delantero de un auto, mi vista está enfocada hacia el frente y no pienso moverla.

Ok, no.

Debo hacerlo.

Giro mi cabeza noventa grados a mi izquierda y ahí está; durmiendo plácidamente. Mi miedo es calmado pero mi corazón se acelera de una forma brutal al verlo. Me detengo un segundo para observarlo detalladamente, su respiración es lenta y pausada, su ceño no está fruncido como siempre lo muestra, al contrario, está relajado, cualquiera que lo viera así pensaría que es un ángel pero algo me dice que ese concepto no va con él.

El auto se encuentra aparcado en una colina desde donde se puede ver gran parte de la ciudad. Siento que mi dolor de cabeza se agudiza con cada segundo que pasa y decido salir a tomar aire fresco, jalo la manija de la puerta y al tratar de moverme abro sin querer la gabeta que queda frente a mis piernas, el ruido hace que el se despierte sobresaltado y me sujete por una mano.

Siente Conmigo [BORRADOR]✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora