Sh...Es un secreto.

Parte 5

Ambos hermanos colgaron las mochilas en sus espaldas con una sonrisa plantada en sus rostros, charlaban entre si ignorando mi presencia, y las veces que les advertía de no salir.

—Pueden esperarme afuera— les dije mientras ambos asentían y se dirigían hacía la puerta principal.

Suspire acercándome a mi madre con una cobija en mis manos y la cubrí, la noche había llegado y raramente con un frió infernal. Ella se acurrucó en las mantas y me sentí un poco bien. Encendí algunas velas, así la casa quedaría iluminada cuando llegará y a paso lento caminé hacía la salida, rogando porqué todo saldría bien.

Tanto Brad como Alice se encontraban sentados en los escalones visualizando los grandes arboles.

—¿En serio no se quieren quedar?—volvía preguntar y ambos bufaron.

—Deja de preguntar eso ¡joder! Ni que hubiera alguien allí dentro—habló Alice mientras caminaba algunos pasos hacia adelante dirigiéndose hacía los árboles.

Suspire pesadamente y me acerqué a Brad quién extendió su mano pero no la tomé y lo ignore por completo.

—Hey ¿Que te ocurre?

Tragué saliva y me di media vuelta, quedando frente a el.

—Esto no es una maldita broma, Brad. Y si quieres que todo terminé bien date la maldita vuelta y vuelve a tu casa—pero en cambio de recibir una respuesta madura el chico rió—. Te lo advertí—murmure entre dientes.

Nada bueno traería esta respectiva visita; y a estas alturas nada me decía que todo estaría bien porque ya lo había aceptado. Nada estaría bien.

Brad bufo caminando detrás de mi, y juntos nos adentramos al bosque dejando nuestras diferencias, uniéndonos en encontrar un lugar en donde encender el fuego.

—No griten—comente en voz baja—. A él no le gustan los gritos.

Los hermanos Scott me observaron frunciendo el ceño, tapé mi boca cuando procese mi error.

—¿Quién es él?—preguntó Brad.

—Solo nos esta asustando—exclamó Alice rodando los ojos.

Cuando por fin habíamos encontrado un lugar estable Brad encendió el fuego, ambos hermanos sintieron un alivio, supuse que era por el gran calor que emitía la fogata como el alivio de ver algo encendió en la plena oscuridad de la noche.

Por otro lado estaba yo, en otro mundo diferente al de ellos, pensando en cuando se terminaría y ambas personas regresarían a su casa sin cruzarles nuevamente por la cabeza la idea de visitar el bosque.

Me senté a un lado de Brad mientras que Alice sacaba los malvaviscos y pinchaba uno con una rama acercándolo al fuego, Brad repitió el proceso, pero yo me negué rotundamente, los nervios que tenía no me dejaban ingerir ningún alimento.

—¿Estas a dieta, Lara?— bromeo la chica, gire mi cabeza hacia ella.

—No es eso...—susurre intentando apartar mi mano del castaño pero esté me la apretó mas, impidiendo mi liberación.

—¿Entonces que es? ¿tienes miedo que venga Jack el destripador?—gritó, y luego la siguieron unas carcajadas.

'Tal vez no específicamente Jack'

Giré bruscamente mi cabeza al sentir aquella voz en mi oído, miré a mis espaldas buscando su mirada, aquel pasamontañas, una señal, a él.

—¿Lara? ¿que miras?—la voz de Brad hizo que me saliera bruscamente de mi mundo, lo observé algo exaltada—. ¿Qué sucede, bebe? ¿por qué estas tan agitada?—su mano hizo contacto con mi mejilla derecha.

'Dile que no te toque'

Me aparte de Brad pero esto no hizo que el castaño se alejara y tomó mis hombros mientras mis ojos se abrían con terror.

'¡Que no te toque!'

—¡¿Que diablos te sucede?!—Brad me movió bruscamente abrazándome a su pecho.

'¡DIJE QUE NO TE TOQUE!'

Ese gritó se escuchó en mi cabeza, seguido de un puño impactando con un roble lo bastante hueco para que el sonido se escuchará.

Me aparte exageradamente de Brad. Mi respiración se encontraba agitada, mi pecho subía y bajaba dramáticamente.

'Demasiado tarde, te lo advertí, pequeña'

—¡Basta!—grité tomando mi cabeza entre mis manos, mientras lágrimas bajaban por mis mejillas, mi cuerpo temblaba, mi piel se encontraba erizada, y un sudor frió bajaba por mi frente.

Se oyó otro estruendo a unos metros de nosotros, observé a los hermanos Scott, ahora con sus ceños exageradamente fruncidos y ambas de sus respiraciones se encontraban entrecortadas.

—¿¡Que sucede?!—gritó Alice—. ¿¡Qué es ese ruido?!—agregó tratando de controlar su pulso.

—Lo siento...—susurre, pero no específicamente a los Scott.

—¿Lo sientes? ¿¡lo sientes?!—Brad exclamó acercándose a mi.

—¡No me toques!— exigí elevando mis manos.

—¡¿Qué es ese ruido Lara?!—exclamó la chica ahora con sus ojos cristalizados, su rostro de terror se hacía ver a kilómetros.

—Lo siento...lo siento...—volví a repetir.

—Lo sé, esto debe ser una maldita broma ¿verdad, Lara?—cuestionó suspirando Brad—. ¿¡Verdad?!—gritó perdiendo la paciencia.

—Deben irse...—susurre.

—¿Irnos?—el castaño adelanto los pasos restantes hacía mi y los ruidos a medida que avanzaba se hacían mas rotundos y pronunciados—. A la mierda, iré a ver—dijo y avanzó hacia los árboles.

'La presa viene directo al anzuelo!'

—¡BRAD VEN AQUÍ!—gritó Alice—. ¡Lara, detén todo esto!.

—¡Déjalo en paz! ¡por favor, lo siento mucho! ¡lo siento por traerlos, pero por favor no les hagas nada! ¡nos iremos!—grité a la nada.

Brad se encontraba a punto de adentrarse en donde el ruido se había producido, pero al escuchar mi voz giró su cuerpo y me observó. Alice hizo lo mismo, ambos me miraron, buscando una explicación a quien le estaba gritando.

Los ruidos cesaron, todo quedó en completo silencio, solo se escuchaba la respiración de los tres, y así quedo todo por unos segundos. Creí que todo había acabado.

Sonreí al sentir que todo había terminado.

'No lo creo'

Escuché esa voz nuevamente.

La fogata que estaba encendida se apago así como si nada, de un segundo a otro, logrando que Alice gritara sonorosamente mientras corría hacia mi y me abrazaba desde atrás, los ruidos se hicieron presentes una vez más, pero ahora se colaban los gritos de socorro de Brad.

—¡BRAD, BRAD!—Alice se separó de mi, corriendo hacía la dirección que su hermano había desaparecido, pero la detuve del brazo y tapé su boca.

—Sh...no grites, el odia que griten—murmure en el oído de la chica.