XI (Parte 1)

18.5K 2K 160
                                    

—¿Y que vas a llevar puesto?— cuestiono el mayor paseándose por la habitación.

Me encogí de hombros abrazando mis piernas.— Aún no lo he pensado.

El se giro sobre sus talones y entreabrió sus labios en un sorprendido gesto.

—¿Como que no lo has pensado?, Thomas viene dentro de dos horas, ¿y no sabes lo que llevarás a la fiesta?— bramo alarmado.

Reí vacilando mi cabeza.— Quería esperar a que mamá regresara de la tienda... y me ayudara.

Subió una ceja y negó.

—Nada de eso, podemos resolver el asunto juntos sin tu madre de por medio— dijo a medida que se acercaba a mi placar.

—Papá...—susurre, exclamar la palabra aún me parecía extraño—. No hace falta, yo luego lo hago.

El mayor rodó los ojos, pero al final termino asintiendo, con una sonrisa se acerco a mi, y se sentó en la cama cruzando sus piernas. Lo observe y devolví el gesto, mientras colocaba mi cabeza sobre mis rodillas.

—¿Sucede algo mas?— cuestiono—. Te noto algo extraña.

—Estoy bien— sisee de inmediato, a la defensiva.

—¿Preocupada?— pregunto inclinando su cabeza—. ¿Que es lo que te preocupa?

Apreté mis labios y mordí mi inferior con nerviosismo, me acomode mejor en la cama e inhale profundamente para luego exhalar, logre calmarme, pero la ansiedad no tardo en aparecer nuevamente.

—Nada, no es nada importante.

Pero mi padre no pareció conforme.

—¿Te preocupa salir?, o tal vez te hayas arrepentido de ir con Thomas, ¿quieres cancelarle?—frunció el ceño y continuo sin antes poder responder—. ¿Te ha hecho algo?, porque si ha hecho algo juro que lo mataré.

Negué rápidamente.— No, papá, no ha hecho nada. Solo... creo que estoy un poco nerviosa, pero no de Thomas, sino que... en general.

—¿Estás segura?, porque si es por tener miedo a cancelarle, podría hacerlo yo, no tengo ningún problema.

Sonreí y negué una vez mas.— No debes preocuparte por nada, son cosas tontas.

—Si hay algo que le ocurre a mi hija no es tonto— su rostro estaba serio—. Vale, no me preocupare, pero seguiré recordando que puedo llamar a Thomas en cualquier momento.

Asentí.— ¿Podemos tocar el piano hasta que llegue mamá?— cuestione en murmuros.

El frunció el ceño, elevo las cejas y quedo pensando unos segundos, pero al cabo de unos mas termino accediendo y juntos bajamos hacia la primer planta.

Estuvimos tocando el piano por media hora, en donde también una que otra vez el cantaba alguna melodía, le sonreía esperando que siguiera pero luego se justificaba cuando paraba, diciendo que le dolía la garganta o yo lo intimidaba.

Cuando llego mi madre de la tienda, traía consigo algunos dulces, aquello había calmado gran parte de mis ansias y nerviosismo. El resto de las horas, y luego de decidir por mi misma la ropa que llevaría, quede esperando a la llegada de Thomas, sentada en el sofá.

Trague saliva cuando el timbre sonó, las palabras de cancelarle estuvieron en mi mente lo que restaba de las horas, pero una vez que vi su rostro los impulsos se desvanecieron.

—Buenas noches, señor y señora Sweet— escuche su voz desde la puerta.

Me encogí mas en mi sitio cuando oí que mis padres los invitaban a pasar, sentí sus voces y los pasos llegar al living, cerré mis párpados controlando mi respiración.

Esto debería ser ilógico. El no podía generar todo esto.



Sh...Es un secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora