XIII (Parte 2)

21.5K 2K 237
                                    

Quedé estática en mi lugar; esperando que tal vez el se desvaneciera, o fuera otra persona, como bien había ocurriendo en el consultorio. Pero al parpadear el seguía allí, parado frente a mi con una reluciente sonrisa en su semblante.

Me sentí algo incómoda ante su mirada, pero tampoco aparte la mía de sus ojos, parecía tan irreal, Brad estaba parado frente a mi, el estaba allí.

—¡Oh, por Dios, no lo puedo creer!— musito llevando sus manos a su cabeza—. Alice me había dicho que te vio en la tienda, pero yo le dije que estaba loca— exclamo mientras negaba—, luego me dijo que tal vez se había confundido. Juro que no le quería creer. Santo Dios, juro que pensé que...— y calló, mientras revolvía su cabello—. Vale, no importa, no te ha pasado nada, me entere que estuviste en coma porque tu madre paso una vez por en frente de la tienda, pero jamas la volvimos a ver. ¡Dios!, es una locura, creo que he dicho Dios mas de un millón de veces, no sabes lo emocionado que estoy, ¿eres tu? ¿en verdad eres tu?— bramo a medida que intentaba acercarse extendiendo una mano, pero me aparté de inmediato.

Observe su playera, era obvio que por las iniciales de la tienda grabadas en su pecho que era un empleado, quise hacer su mismo acto, estirar mi mano para tocarlo, no podía creer que fuera real. Y así lo hice, sin saber bien de donde había sacado el coraje, extendí lentamente mi extremidad, Brad no se movió, su brazo también estaba extendido así que me dio gran accesibilidad para llegar a tocar su mano.

—Brad...—volví a repetir.

—¿Recuerdas mi nombre?— cuestiono sin apartar su sonrisa—. En verdad, no sabes como te he echado de menos todo este tiempo, al principio creí que te habías mudado, cuando nos enteramos con Alice que estabas en coma quisimos ir a verte, pero no teníamos ningún tipo de contacto para poder encontrarte.

Ignore sus palabras, y solo una permaneció rondando en mi mente.

—¿Alice?— susurre.

—Alice— afirmo de inmediato—. Dios, ella también se pondrá hasta quizás mas paranoica q-

—¿Lara?—escuche su voz femenina.

Vire mi cabeza, y la vi al final del pasillo, la castaña cargaba algunos discos en sus manos, estaba estática, sin apartar sus ojos de los míos, mi respiración se acelero y pude ver que la suyo fue igual.

—Alice...—murmure.

Ella negó, a medida que una sonrisa crecía en su rostro, y sus ojos se podían notar húmedos.

—¡Lara!— grito a medida que tiraba todos los CD's al suelo, me sorprendí por el gran ruido que causo cuando cayeron al suelo, pero no tanto cuando corrió hacía mi y en cuanto menos lo pensé sus brazos estaban rodeando mi cuerpo—. Oh, mi Dios, ¿eres tu? ¡eres tu!— sollozo mientras apretaba mas mi cuerpo.

Tenía mis brazos a cada costado de mi cuerpo, pero al sentir su perfume, aquella colonia que ella siempre llevaba, supe que se trataba de mi mejor amiga, y lentamente fui ascendiendo mis brazos hasta rodear su espalda, para luego apretarla mas a mi cuerpo.

—Eres tu...— también me límite a susurrar en su oído.

—Si lo soy, oh, Dios, no sabes lo preocupada que estuve— musito mientras hipaba—. Todavía estoy llorando, soy una maldita magdalena, lo siento, cariño, pero me tenías muy, pero muy preocupada. Creí que jamas regresarías, no sabes cuantas tardes creí que volverías a entrar por esa puerta.

Me recosté en su hombro, viendo como Brad se encontraba a unos escasos metros de nosotras, sus manos estaban en sus bolsillos— ahora, con una sonrisa tímida— le devolví el gesto, e hice una señal para que se acerara.

Sh...Es un secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora