Sh...Es un secreto.

I (Parte 1)

Los sonidos comenzaron a ser molestos una vez que abrí mis párpados lentamente, se me hizo imposible mantenerlos abiertos, ya que la luminosidad del cuarto no ayudaba en lo absoluto, intente respirar con normalidad pero los tubos en mi nariz no me dejaban, suspire sintiendo mi cuerpo cansado y mi garganta seca.

Lleve mi vista alrededor, sobresaltada, buscando alguna puerta reforzada, unas rejas o esas típicas paredes del manicomio, pero la sorpresa llego cuando unos gigantescos globos colgados en una silla, una cantidad de peluches, y decenas de carteles.

"Pronto nos volveremos a ver", me estremecí al leerlo.

"Espero que despierten, seré el primero en verte", y una vez mas sentí como la piel se me erizaba.

"Te estoy observando todos los días, esperamos tu rápida recuperación, pequeña", temblé ante aquello.

Lleve mi vista hacía todas partes, queriendo encontrar una figura, pero nadie, solo estaba yo. Espere con miedo alguna voz en mi cabeza, pero solo escuchaba el sonido del cardiograma. Intente levantarme pero me fue imposible, mi cuerpo estaba débil, y mis brazos enchufados por finos tubos. 

Quería gritar, pero ninguna palabra salía de mi boca.

Fue allí alrededor de unos minutos cuando vi el picaporte de la puerta girar, apreté mis labios levemente y luego cerré mis ojos, sin querer saber que había.

Mis párpados temblaron escuchando pasos, pausados y lentos, mi pulso se acelero y lo supe por los sonidos de la maquina, pude sentir la presencia de su anatomía frente a mi cuerpo.

Primero sentí su tacto, su mano hizo contacto con la mía, la calidez de su suave piel, sus nudillos y sus largas uñas.

Luego unos ahogados sollozos.

Su voz resonó en el lugar causando un temblor por mis adentros, la misma voz, pero ahora con mas énfasis, podía oír una perfecta melodía salir de sus cuerdas bocales, aquello no me tranquilizaba y el temor a mi llego rápidamente.

—Cariño, yo siempre te llevaré de la mano... cariño, yo soy alguien que tus ojos no pueden captar... pero cariño, si tan solo me dieras una última señal de vida, prometo que todo estará bien— canto en susurros y quise llorar.

Sentí una lágrima cayendo por mi sien, escuche un suspiro ahogado y como se alejo rápidamente de mi, sintiendo como la calidez de su mano desaparecía poco a poco, hasta quedar una vez mas vacía.

Mi labio tembló y los sentí resecos. 

Mis ojos se abrieron lentamente acostumbrándome a la luz.

Su cuerpo estaba tendido en la pared vecina, capte como llevaba ambas de sus manos a su boca y de sus ojos desprendían infinitas lágrimas que caían perfectamente por sus mejillas, su anatomía temblaba una vez que mis ojos la captaron, y un grito salio de su garganta logrando que me sobresaltara. 

Ella estaba allí.

No fue mucho el transcurso del tiempo en cuanto la puerta se abrió, y la persona también grito una vez que su mirada me encontró.

Controlar los temblores de mi cuerpo no fue posible.

Entreabrí mis labios volviendo la vista a ella, quien estaba en la pared.

—¿Mamá?— murmure débilmente, y luego la vista a el—. ¿Papá?