Parte 12

57.7K 4.4K 607
                                    

La incómoda posición hizo que al moverme sintiera un gran dolor de espalda, me senté percibiendo como algunas ramas y hojas crujían bajo de mi. Mire a mis alrededores adaptándome a la luz del sol y una vez que mi cerebro proceso donde me encontraba me puse de pie.

Los arboles abundaban en todo el entorno, estaba en el centro del bosque, algo paranoica mire para todas las direcciones dando una vuelta completa, pero nadie se encontraba allí.

No lo pensé dos veces cuando mis pies comenzaron a correr hacia mi casa, sabia perfectamente el camino, no había ninguna posibilidad que me perdiera. Ambos de mis pies dolían, rozándose con cualquiera cosa que había en el suelo.

Corrí por el sendero hacia la puerta, estaba abierta y lo primero que hice fue cerrarla bajo llave, me acurruque a mi cuerpo descendiendo hasta tocar el piso, los primeros sollozos llegaron. Me quede demasiado tiempo en la misma posición dejando descargar todo lo que tenia dentro.

Entonces escuche un sonido de la planta superior.

Mi piel se erizo a medida que mi llanto ceso de un instante a otro. Mis ojos se abrieron observando las escaleras de madera. No note ninguna figura pero ruidos y pisadas se seguían oyendo. 

Mi cuerpo comenzó a temblar con pánico y cuando escuche algo caerse al suelo me puse de pie.

Tenia la opción de salir corriendo e ir a buscar ayuda, debía hacerlo. 

Pero la idea tentaba, y como dicen por allí la curiosidad mato al gato, pero murió sabiendo y aunque aun no estaba lista para nada de lo que pasara, me dispuse a caminar hacia las escaleras.

Comencé lentamente a pisar y subir el primer escalón, mi respiración iba alterándose a medida que avanzaba cada uno de ellos. Las pisadas se hacían mas pronunciadas y sabia que provenían de mi habitación, los viejos escalones rechinaban lo que me obligaba a disminuir la velocidad de mis pisadas. Cuando los escalones se terminaron pise suelo firme y mire al final del pasillo.

Trague saliva en el momento que mis pies reaccionaron y con temor camine hacia la habitación que solía ser de mis padres, mi sistema se debilito al pensar en ellos, en pensar en todos y saber que ahora estaba completamente sola. Un nudo se formo en mi garganta junto a las ganas de vomitar recordando aquellas escenas en la cueva. Agite mi cabeza conteniendo las lágrimas.

Otras pisadas.

Contuve mi respiración, di cortos y lentos pasos. Unos más y ya me encontraba en el marco de la puerta la cual se encontraba totalmente abierta. Me recosté a la pared, suspire en lo bajo. Y los sonidos comenzaron a aparecer. Aquello se estaba acercando a mi, los ruidos llegaron a lo profundo de mi mente y se quedaron allí en esos segundos como siempre lo hacían. Cerré mis ojos controlando el dolor, estaba justo a unos metros de mi.

Cuando tome el valor suficiente me abalance sin siquiera ver, pero unos grandes brazos me sujetaron antes del acto, grite aun con mis ojos cerrados cuando aquellos brazos rodeaban mi cuerpo, patalee forcejando intentando soltarme.

—¡Tranquilízate!

No era la voz de él ni la voz de la niña, allí recobre el sentido y mi respiración se relajo.

—Todo esta bien— su voz era calma y lenta.

Dos lágrimas escaparon de mis ojos a medida que sentía un alivio gigante. Di media vuelta, separándome de quien me estaba y asustándome al no reconocer aquel rostro.

—¿Quien es usted?— pregunte y mi labio tembló.

—Soy el detective Jones—comento sacando una placa dorada y enseñándomela—. ¿Puedes explicarme donde están tus padres, Lara?

Sh...Es un secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora