VI

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Era un miércoles por la mañana, donde me había bañado y cambiado como mi madre había pedido para salir, mis ánimos eran mínimos, pero la idea de quedarme a solas con Peter no me fascinaba en lo absoluto.

Baje las escaleras encontrando a la mayor en el final, sonriendo, le devolví el gesto a medias en cuanto llegue a suelo firme, y sujeto mi mano.

Quede observándola unos momentos con la intensión que se diera cuenta de mi incomodidad, pero ella no se percato, viró su cabeza en la dirección a Peter, quien corría de un lado a otro arreglando su camisa y corbata.

El mayor se acerco a mi agitando su mano, y en cuanto estuvo en frente, beso mi mejilla, intente separarme, pero mi madre no disminuyó el apretón.

-¿Como has amanecido, cariño?- bramo con una ligera sonrisa.

Pase la mirada a un costado y me encogí de hombros sin despegar mis labios, mi acto causo que bufara.

-Lara, contestale a papá -murmuro mi madre a medida que hacía leves masajes con su pulgar.

Me límite a negar y ella suspiro ante la derrota.

-¿Van al parque? -pregunto Peter y mi madre asintió -. Hoy de noche tal vez podemos salir a un restaurante, ¿que te parece la idea, Lara?

Y nuevamente me encogí de hombros, sabia que poco a poco estaba acabando con su paciencia pero no tenía ánimos de responder.

-Claro, a las dos nos encantaría la idea -espeto mi madre -. Así podemos comer tu platillo favorio, Lara, y podrás relacionarte con más personas.

Quise decirle que fuera de casa me sentía desprotegida.

Que no quería comer mi platillo favorito.

Quería gritarle que no necesitaba relacionarme con más personas.

Pero nada, solo me límite a asentir teniendo esos dos pares de ojos sobre mi.

-Trataré de llegar temprano del trabajo, entonces -recitó para luego acercarse a mi madre y darle un rápido beso. Pero al intentar acercarse a mi, esta segunda vez fui más rápida y me aparte -. Si... que tengan un lindo día en el parque.

Mi madre le dio las gracias, y juntas caminamos hacia la salida, la luz cegó cuando estuvimos afuera y ella hizo bromas al respecto pero no le preste atención, mi mirada estaba fija en la acera.

Según la mayor, el parque no estaba tan lejos de casa, solo un par de cuadras.

-Lara -musito llamando mi atención, pase la vista a ella y alce levemente ambas cejas -. ¿Que esta sucediendo con papá? el jamás te haría daño, no tienes que preocuparte por eso.

Baje la mirada y chasque la lengua.- ¿Cuanto falta para llegar al parque?

-Cariño, no me cambies de tema.

-¿Cuanto falta para llegar al parque? -volví a exclamar entre dientes.

La mayor suspiro y asintió.- Dos cuadras, bebé.

Asentí y volví mi vista a las pocas personas que deambulaban por las calles, muchas de ellas me quedaban observando como si fuera un monstruo, otras optaban por ignorar mi presencia, pero al girarme efectivamente estaban mirándome.

-Oh, solo ignora a toda esa gente -dijo ella -. Eres muy especial para todos ellos.

Especial, solo era una persona especial ahora.

*

Nos aproximamos a el banco más apartado de todo el parque, pase a la vista de los skaters, familias y niños jugando a las diversas atracciones, me tense ante todas las miradas, pero no me detuve gracias a los leves cinchones de mi madre.

Sh...Es un secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora