6. Fuego.

1.1K 89 70
                                    

Liam Connor.

~fuego~

~tú quieres jugar Ian~

~el fuego es tu favorito~

Las voces no callan, quiero que se callen, que se callen.

—El fuego es mi favorito —mi lado irracional juega con mi mente, pero el lado racional no lo deja—. Pero no debería, no debería.

Escucho a Alison hablarme, pero las voces me impiden entrar en razón.

~Ian~

~Ian~

~juega~

—¡Alison, vete! ¡Vete! —grito sin mirarla—. Te lo estoy pidiendo. —sólo escucho sus pasos alejarse y siento alivio, nadie debe estar cerca de mí.

~muerte a Steven~

~fuego por todas partes~

~hazlo~

~lo quieres~

<<Lo haré>>, me repito una y otra vez. Solo quiero que se callen y la única forma es complacer sus deseos. Cojo mis cosas y me dirijo a casa, ya le dejé trabajo a Alison y eso es suficiente para mantenerla alejada.

Cuando llego a casa me pongo a buscar información sobre el famoso casino de Galban; veo fotos, su ubicación, las peleas de clientes en internet. Eso no es suficiente para actuar. Odio hacer esto, pero es mi única opción. Busco su número y lo marco en mi celular hasta que suena dos veces y responden al otro lado.

—¿Sí?

—Soy Liam, necesito tu ayuda.

—¿Cuántos van? —pregunta algo molesto.

—Cuatro. —respondo y suspira.

—¿Cuatro? ¿Qué diablos te pasa? No has estado en ese lugar ni una semana.

—No te llamé para escuchar tus quejas. Necesito que ingreses al sistema de un casino.

—Déjame adivinar ... Steven Galban ... no sé por qué...

—Maldito Eliot, ¡¿me vas a ayudar o no?!

—Deseo decir que no, pero si algo sale mal, yo seré el culpable. Envía el nombre y la ubicación.

—Necesito saberlo todo, sus cámaras, sus movimientos, sus instalaciones, su personal, todo.

—Lo que digas, primito. Solo espero que con Galban fuera del camino, vuelvas.

—Debo quedarme unas semanas más o mi comportamiento será sospechoso y sabes bien que no volveré con ustedes.

—Bien —hace una pequeña pausa—. Sigo sin entender cómo diablos no se dan cuenta de que eres una farsa.

—La gente no se fija en mí.

Te felicito. Pero...

—Adiós. —cuelgo la llamada. No voy a escuchar su maldito pesimismo y sus absurdas ideas.

Entiendo que Eliot es mi única familia, pero odio que intente hacerme entrar en razón y dejar de hacer lo único que me calma <<matar>>. Eliot me comprende, me ayuda, pero eso no quita sus sentimientos. Él no es un loco como yo, él si siente remordimiento por las personas que mato. Él si es humano.

•••

Casi veinticuatro horas y Eliot no tiene prisa, me dijo que el sistema es algo complejo y eso me impacienta. Estar en el hotel trabajando me distrae un poco, pero no es suficiente.

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora