34. Rey y reina de la noche.

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Liam Connor.  

Termino de ajustar las mangas de mi elegante traje negro y centro mi atención en la máscara completamente negra que he comprado; es una especie de demonio con cuernos, que cubre gran parte de mi rostro y resalta lo que todos dicen que soy.

Al salir de mi habitación, veo a Alison mirándose en el espejo del pasillo. Lleva un vestido largo negro brillante y una peluca negra que usamos para que nadie note su peculiar presencia. Su cabello castaño podría delatarla y eso es lo que menos quiero.

—Toda una reina, señorita Campbell. —hablo, colocando mi cuerpo detrás del suyo, mirando nuestros reflejos en el espejo.

—Y usted todo un rey infernal, Sr. Connor. —me habla sonriendo.

—La noche es nuestra, no lo olvides. —comento antes de llamar por teléfono a la persona que me vende armas e instrumentos de tortura para calcular el lugar de entrega.

He estudiado cada parte del edificio, cada salida, cada rincón; nadie podrá irse, lo aseguro. Ese hermoso castillo de ratas arderá esta noche y seremos los causantes del descontrol.

—¿Nos vamos? —me pregunta Alison, guardando algo en su pequeño bolso negro que combina con su vestido.

—Sí, pero primero debemos pasar por mis compañeras y por la sorpresa de la noche. —tomo la caja de cerillas, sonriendo con malicia.

•••

Después de recoger todo lo que necesitamos, nos encontramos en la esquina del edificio. Muchas personas con máscaras están ingresando a este con su tarjeta de invitación que tiene el símbolo de un sol, la cual he falsificado hace unos días para poder ingresar fácilmente al evento.

Por estrategia, dejo mi auto en la parte trasera del edificio donde solo hay un jardín gigante, separado del exterior como toda la estructura por unas rejas.

—¿Lista, Alison? —inquiero, colocando la máscara de demonio sobre mi cara.

—Sí. —responde, poniéndose su antifaz negro con algunas incrustaciones de diamantes que le compré yo mismo. Quiero que se sienta como una verdadera reina, luciendo con orgullo esos diamantes negros.

Caminamos los dos de la mano, dejando que la fría noche se apodere de nosotros, demostrando superioridad y poder, lo que hace que el guardia de la entrada nos dé menos importancia ya que demostramos ser personas del tipo que frecuentan este lugar. El guardia solo le echa un vistazo a nuestra falsa invitación y nos permite ingresar al infierno.

Al entrar, noto la decoración dorada y la poca iluminación que dificulta la visibilidad de la zona. Prácticamente caminamos a ciegas, solo guiados por luces en movimiento. Me atrevo a decir que este lugar es así para que nadie sea reconocido en esta mierda.

Cuando llegamos al gran salón del evento, acerco mi boca al oído de Alison.

—Recuerda nuestro plan, Alison. Es hora de actuar —el plan no puede fallar, hemos calculado todo durante varios días y no podemos dañarlo a estas alturas—. Hoy solo somos tú y yo. Los valores no existen y todo el mundo debería irse al infierno. ¿Tú qué quieres?

—Quiero hacerlo.

—¿Segura? Yo puedo hacerlo solo si no te sientes preparada.

—Quiero hacerlo, les voy a mostrar a todas las ratas lo que soy. —arregla su cabello y presiono mis labios contra los suyos, mordiendo y saboreando lentamente.

—Así me gusta. Ve por ellos.

Alison respira profundamente y se aleja en busca de Enzo Acker que no ha llegado por lo que veo. Nuestro plan comienza con él y Alison no debe fallar en su engaño.

IAN - [Todos tienen su lado oscuro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora