IAN - [Todos tienen su lado oscuro]

9. Maldita loca.

Liam Connor.

Voy a traumatizar a esa niñita millonaria para ver si finalmente deja de joder mi existencia. Me pongo mi ropa habitual y busco una compañera para llevar. Al final me decidí por una pistola Glock 19 y otra Beretta 92 para protección y unos cuchillos para hacer las cosas más dinámicas. Cuando saco mi auto y llego a la esquina, la veo parada esperándome. Al menos trajo ropa negra y no esa ropa de mil colores que me da dolor de cabeza.

Abro la puerta del auto.

—Que puntual. —digo y ella sube.

—¿A donde vamos? —pregunta un poco nerviosa.

—A un cementerio.

—¿Qué?, ¿A qué?

—Vamos a desenterrar un cadáver; luego comeremos su carne, cuanto más podrido esté, mejor —bromeo pero mantengo la mirada fija en la carretera—. Ayer revisé un cadáver de dos meses de sepultura, su carne debe estar en su punto.

Alison se pone pálida y ve nerviosa en todas direcciones.

—¿Qué? —exclama.

—Yo como carne humana Alison, es otra de mis fases y si no lo soportas vete.

Alison guarda silencio pero noto cómo juega con sus manos nerviosamente. Es obvio que no vamos a un cementerio. De hecho, vamos a una zona donde abunda el crimen. La venta de drogas se maneja en estas áreas, pero no estoy aquí para acabar con ese negocio; vengo por un grupo de ratas que dirigen redes de prostitución forzada. El primer día que recorrí la ciudad noté esta repugnante situación y me veo en la necesidad de acabar muy amablemente con ella.

Al llegar a esa zona, detengo el auto y lo aparco.

—¿No íbamos a un cementerio? —dice Alison mientras salimos del vehículo.

No puedo creer que ese idiota piense que yo consumo carne humana.

—Se me quito el hambre, prefiero matar algunas ratas.

Caminamos juntos por las horribles calles, debo buscar un lugar que me permita estar pendiente de la llegada de ese grupito. Analizo un lugar pequeño donde hay mesas y sillas.

—Vamos —llamo la atención de Alison— esperemos en ese lugar. -señalo.

Cuando me senté, apoyé los codos en la mesa y con la mirada estuve atento de cualquier movimiento. Mientras esperábamos Alison pidió una botella de agua, esa niñita millonaria se está muriendo y lo bueno aún no ha comenzado, pero no me preocupo entre más se asuste mejor.

—Liam, puedo hacerte algunas preguntas. —me habla Alison, mirándome con atención.

—Solo tres.

—Pero responde con sinceridad.

—Haré mi mejor esfuerzo.

—¿Qué trauma tienes? Quiero decir, qué te pasó para que te convirtieras ... bueno, en una persona sin escrúpulos. —pregunta con curiosidad.

<<trauma>> ay Alison, que equivocada estás.

—Yo no tengo ningún trauma, nací así o bien, desde que puedo recordar soy así.

—¿Tu familia está muerta?

—Sí. Te queda una pregunta.

—¿Qué son las voces?

Cuando menciona voces, aprieto mis manos en un puño, las odio, siempre las he odiado.

—No creo que lo entiendas.